En defensa del videojuego moderno

Ahora que estamos a punto de entrar en una nueva generación de consolas, merece la pena que hagamos una pequeña reflexión sobre el estado de las cosas «videojueguiles» así en general.

¿De verdad cualquier tiempo pasado fue mejor?, ¿no nos estamos poniendo demasiado tremendistas?, ¿no se trata de un nuevo caso de «masa enfurecida»? Puede, o no, ahora veamos cómo nos pilla este momento exacto (año 2013 de nuestro Señor) a los «jugones» o «gamers». Es más, intentaremos desentrañar el proceloso mecanismo que ha activado ese etiquetado realmente hórrido. Jugones, gamers, mourinhistas…es como si lo que se llevara ahora fuesen las etiquetas, como si de un proceso esquizoide se tratara, ahora tengamos que sentar cátedra y nada mejor para ello que etiquetando, simplificándolo todo al máximo, blanco o negro, españoles o independentistas, consoleros o peceros. Y encima si ahora nos lo dejan a tiro de 140 caracteres ya ni os cuento. Es este siglo XXI que nos ha tocado vivir, posterior a esa década de los 90 absolutamente loca y horteril. De aquellos barros, estos lodos y demás dichos populares, sí. Sin más y tras una hilarante foto usurpada vilmente de Google imágenes, entramos en materia…

CDREAMS

Esto fueron los 90. Para que luego lloremos con el siglo XXI…

Llevamos una buena temporada escuchando aquello de que los videojuegos son el campo audiovisual más consumido de nuestro país, por encima del cine. Si esto es cierto, en parte es debido a la reincorporación de antiguos jugadores a esta última generación. Muchos (y me incluyo) habíamos abandonado esta faceta de nuestras vidas en pro del bebercio, el droguercio y las pajas. Empezamos a mirar los videojuegos con cierto desprecio, como si fueran «cosas para críos y yo lo que quiero es que me la chupen«. Pero todo en la vida son etapas, y si echamos la vista atrás nos damos cuenta de que los videojuegos siempre han sido una constante. Como si del Doctor Who se tratara, y por muy salidos que estuviéramos, siempre han acabado volviendo en ciertos puntos de nuestra existencia. Si no era con el Pc Fútbol, lo era con los universos persistentes tipo Hattrick u Ogame. Ya después vino el aluvión Playstation y el resto es historia.

Los videojuegos definitivamente se han instalado en nuestras vidas de madurez y pre-responsabilidades chungas tipo casarte con la novia. Lo que venga después ya se verá, yo lo planteo como una dicotomía entre lo puteados que nos toque estar profesionalmente (lindando con lo sentimental, la falta de pelas, tener hijos, sufrir apretones económicos, desahucios, darte a la heroína, morir solo debajo de un puente) y las modas random que vayan surgiendo en la industria videojueguil y con esto me viene a la cabeza la puta conectividad social y esa brasa con tener que compartir nuestras pajas en Facebook y la obligación por decreto real de que todos acabemos siendo youtubers. Dependiendo de cómo estos dos estragos se desarrollen en el futuro, tendremos el tipo de jugador medio.

Si las compañías se conforman con un perfil tendente a lo hoygan, lo rat-kid, lo youtuber, lo acabarán teniendo. Y el resto quedará para aguantar a la parienta, llevar al niño al fútbol y soñar con tiempos mejores. El Apocalipsis ante vosotros, de nada. Pero también puede suceder lo contrario y que haya compañías que intenten desmarcarse de la tendencia generalizada y prefieran intentar buscar un público mas inteligente que, a la larga, pueda conferirle mayores beneficios, tanto de imagen como económicos. Debemos tener fe y creer que las nuevas generaciones de burocrátas, picapleitos y piriolistos cambiarán el tercio para intentar arreglar un poco el lodazal en el que nos hemos sumido con la llegada del nuevo siglo. Y por todo esto, yo opino que no estamos tan mal y que tenemos motivos para encarar el futuro con optimismo.

Hoy en día jugar a videojuegos es una delicia, básicamente por un tema de variedad. Si quieres pasarlas muy putas porque te va el sado pero no te atreves a indagar en ese mundillo, con el Dark Souls tienes una buena alternativa. Pero puede que a ti lo que te vaya sea la comodidad y un rollo más pasivo, algo que en el fondo esté más cerca de ver una película o leer un libro que del juego en sí. Lo tienes. Como en todos los ámbitos de la vida, aquí también tenemos nuestros propios radicales que se cagan en el progreso y en las nuevas posibilidades. Es una actitud muy rancia, acomplejada y temerosa, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer, se piensan que va a venir el hombre del saco y les va a arrancar su Pac-Man para poner en su lugar el juego de Hannah Montana. Y eso no ocurre, ni va a ocurrir. Todos podemos jugar a lo que nos plazca y os digo más, el rumbo de la industria, en el fondo, reside en las manos de los jugadores. Si todos odiamos los DLC´s y creemos que son un timo, eso tiene que quedar reflejado en las ventas. Al final todo es una cuestión de pasta, ¿por qué el primer paso de la next-gen dado por Sony ha hecho hincapié en lo puto social? pues porque es LO QUE VENDE hoy en día. Si Activision vende sus Call of Duty en parches de a 15 euros la pieza, es porque la gente los compra. Suena a perogrullo pero con tanto hater ladrando puede costar darse cuenta de lo obvio. Ahora más que nunca la industria atiende al jugador o ¿qué os pensáis?, ¿que hace veinte años a Sega le importaba algo qué nos parecían sus absurdos bandazos? Si en aquella época hubiera existido el feedback que tenemos hoy en día, seguramente la DreamCast no se hubiera metido semejante hostión. Yo lo creo.

GOTY

GOTY

Llevo unos cuantos años escuchando a agoreros poco menos que el videojuego se muere, que ya no quedan buenos juegos, que todo es una mierda. Estos mismos que reniegan de todo por defecto, son los que luego babean con un Skyrim o los que hacen la pre-reserva del GTA5 con un año de antelación. Y cada año sucede lo mismo, que siempre salen un sinfín de megatones que les acaban cerrando la boca. Vivimos en la mejor época de toda la historia de los videojuegos. Tal cual. Yo veo que no alucinamos lo suficiente con el hecho de que un cacharro como la Xbox360, del puto año 2005, siga moviendo los pepinos gráficos que surgen año tras año, no tanto como un Pc pero, oigan, tampoco se queda muy lejos. Y no, nosotros lo ninguneamos, lo consideramos como «lo normal».

También podríamos hablar sobre mecánicas y controles. Uno de los hechos diferenciales de esta generación es la perfección que se ha logrado en los shooters en tercera persona. No somos conscientes de la maravilla que supuso el Gears of war en cuanto a manejo y jugabilidad. Es una puta bestia, joder. Marcando el camino a seguir para todos los que vinieron después. Pero no, tampoco, nosotros  en vez de valorarlo preferimos despotricar contra la «falta de originalidad» (sigh), los marines ultra-hormonados y la carencia de argumento. Es gracioso, porque cuando no estamos poniendo a parir la carencia argumental de un juego, nos quejamos por la falta de jugabilidad, que aquí lo de menos es el argumento, que esto es un juego no una película… Bipolaridad y retraso. Dos características recurrentes en el jugador/hater medio. Para que luego lloremos porque las compañías sacan los juegos a medio hacer y que nos traten como subnormales. PORQUE A VECES LO SOMOS, JODER.

Y esto es solo un ejemplo porque también podríamos hablar del puto milagro que han supuesto los nuevos juegos de Batman en cuanto a combate. El olvidado género del beat´m up totalmente revitalizado, y encima siendo fusionado con otro denostado género, el sand box. Esto es así y si no pensad en el primer GTA de esta generación, el 4, un puto horror en cuanto a maniobrabilidad y control. Cinco años después ¿qué tenemos? un Sleeping Dogs que es una maravilla, un placer jugarlo y controlarlo, así como una secuela de aquel Batman que lo cambió todo para, lejos de conformarse, ir mas allá y ahondar en el terreno sand box. Ahora que todos estáis con la chorra fuera con ese Watch Dogs que está por venir, pensad en sus posibles influencias, en el camino recorrido hasta llegar a él. Pues esto es otro de los logros históricos de la generación, pero que no, nosotros optamos por cagarnos en el género sand box y en Rockstar.

Viva Rockstar joder!

¡Viva Rockstar joder!

Podría reventar el servidor que aloja este sacrosanto blog a base de seguir poniendo ejemplos de cómo esta generación lo ha petado y lo sigue petando, de cómo no valoramos lo que tenemos. Podría hablar de ese postureo recurrente sobre la falta de «survival horror» olvidando una obra maestra como es Dead Space o el injustísimamente olvidado Alan Wake. Podría, pero prefiero pasar a comentar la estulticia que nos ha desbordado con el boom de los blogs y ese afán de protagonismo de la gente por comentarlo TODO y de cómo todo esto ha acabado degenerando en borreguismo puro y en «hablar por oídas». Nada nuevo, claro. Eso de dilapidar un juego sin haberlo jugado, esa deficiencia mental a la hora de trolear Metacritic cagándote en cierto juego (sin haberlo jugado, claro). Eso de ceñirte a lo que diga el «analista» de turno adoptando su criterio ante la imposibilidad de crearte uno propio. Esas oleadas de hoygans que perfectamente podrían dedicarse a votar en Gran Hermano pero que han sido adjudicados a según qué blogs. Esa moda de creernos todos expertos en videojuegos por haber escrito un par de artículos en un blog. Como decía al principio, esa necesidad de sentar cátedra.

Y a pesar de todo aún queda gente con cabeza y con personalidad y a eso debemos aferrarnos. Yo reivindico el papel del videojuego moderno a pesar de sus muchas cagadas (que las tiene). El caso es que estamos tan acostumbrados a criticar y a ser pesimistas que se nos ha olvidado disfrutar de la vida. Y si no os sale de los cojones intentar ser felices, conformaos con pensar que es esto, o vuestro cadáver enterrado a seis metros bajo tierra comido por los gusanos. Vosotros elegís.

  1. Cottiny

    Esta generación en cuanto a calidad ha sido estupenda, de lo mejor. Lo que ha faltado, posiblemente, es un juego que marcase de forma absoluta a los jugadores. Vamos, un Street Fighter II, un Shenmue o un GTA 3 o Vice City.

    Lo que hace falta ahora es no avanzar tan rápidamente en mejorar los gráficos y centrarse más en hacer los juegos más immersivos.

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  2. Roberto Pastor

    Sólo puedo añadir: BRA-VO. Ah, y otra cosa, que el Alan Wake… pse… xD

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    • anchuela

      Suscribo. Bra-vo si, Alan Wake regu, Dead Space muy bien. Y ya. PD: Eres un jodido crack.

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    • VaciadoMortal

      UNFOLLOW por lo de Alan Wake a los dos. No pero en serio, soy capaz de salir desnudo a la calle y con unas bragas en la cabeza como anuncien Alan Wake 2 de salida con la nueva Xbox en el E3. Soy muy fan, joé!

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  3. Anxobc

    ¡Soy fan de lo escrito (pasado, presente y futuro) de VaciadoMortal desde YA!

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  4. De la Hoz

    Los errores del hoy son una reproducción de los errores del ayer, como también serán un ensayo para los errores del mañana, mientras que los aciertos son siempre fruto de un momento específico irrepetible.

    El problema radica en que cada generación hace suyos unos valores sin querer entender que el contexto (la época que nos toca vivir, con todo lo que ello implica a nivel social, tecnológico, cultural, político, etc…) es mutante.

    Pensamos que los que nos preceden saben menos que nosotros, y que los que vienen no sabrán tanto . Y como se nos escapa la vida, y ya nada nunca volverá a ser igual, reivindicaremos con uñas y dientes la perpetuación de un ideal subjetivo, tan valido o estéril (manipulado por emociones antes que por la razón) como el de esos que nos preceden y aquellos que vienen.

    Luego las etiquetas de hoy son una reproducción de algo que ya ocurría antes. Ser de esto o aquello, pertenecer a tal club, seguir una moda, adherirse a tendencias. Es todo tan falso o tan auténtico como uno esté dispuesto a admitir.

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  5. Narfm

    Le quiero mucho por lo que ha escrito, ¿lo sabe? Yo digo siempre muy fuerte que me gusta el pixelazo (aunque me he criado con el polígono) pero vamos, yo creo que jamás he disfrutado tanto jugando como lo hice con Gears of War 1 y 2.

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  6. salore78

    Magnífico texto. Totalmente de acuerdo con lo que escribes. Lo que nos pierde el poder disfrutar y saborear esta generación de grandes juegos es la ausencia del factor sorpresa (casi todo está inventado, digo casi), la falta de tiempo, la sobreinformación y la saturación del mercado.

    A mí me gusta más leer sobre videojuegos que no escribir sobre ellos y para nada me considero un experto en videojuegos (ni en cultura «videojueguil» ni en habilidad), pero mi ÚNICO artículo que he escrito en un blog, «Aquellos maravillosos años» (un Ope[h]n en Ze[h]n Games), hablaba de la misma temática que hoy expones un tú magno artículo.

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  7. Mith

    Ojo al comentario de De la Hoz.

    Sí, como todo lo vemos NOSOTROS y AHORA pues no es tan bueno. La música de antes era buena, el cine de antes era bueno.

    EN MIS TIEMPOS.

    Y NO.

    Me encantó leerte desde el primer artículo, VaciadoMortal. Enhorabuena 😉

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  8. d0dge

    Creo que voy a imprimir este post en papel bueno y ENMARCARLO

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  9. pepinilloguerrero

    A ver… no pretendo parecer un criticón del tres al cuarto de los que habla el autor, pero el artículo me parece ofensivo y demasiado provocador. Creo que, dándole un toque más moderado podría haber quedado mucho mejor, pero bueno, esto ya es cuestión de cada uno…

    Sobre el tema en sí, partimos desde la concepción de que los videojuegos han de ser valorados en su marco y contexto. Y es cierto, no puedes valorar el primer Zelda como si fuera el último, porque no es justo y debíamos entender que guardar la partida era más complicado entonces, que las capacidades del cartucho de NES no daban para tanto, etc. A partir de estas indicaciones tienes que construir una mentalidad retro (que recordarán aquellos que tocaron el juego en su época) que intente (porque es francamente imposible) recrear esa época y valorar sobre todo lo demás: pues este juego es realmente brillante y destacaba sobre todos los demás en su época. Es solo un ejemplo.

    Ahora, también creo que los juegos necesitan una re-evaluación con el tiempo para valorarlos en un contexto actual, con toda la evolución venida, y visualizar si han envejecido bien o no. El primer Dragon Quest, el primer RPG en consola supuso un antes y un después en la industria, pero hoy en día no se puede decir que sea un juego brillante: corto para lo que es el género, solo podías manejar 1 personaje en combates 1 contra 1, no tiene mucha miga ni secretos ni cosas especiales en general… Sería más difícil recomendárselo a la gente y que termine gustando al jugador, pero merece el reconocimiento igualmente. En eso estamos de acuerdo.

    Lo mejor siempre será no clasificar los juegos y simplemente jugarlos para divertirse. Luego, para valorar y opinar está cada uno con sus criterios y la gente con otros más.

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  10. VaciadoMortal

    Desde luego que mi intención primaria al escribir el artículo era la de ofender a cuanta mas gente mejor (es mi cometido aquí aparte de servir cafés a Mith y Anchuela). Que para algo pagamos un servicio jurídico y hace tiempo que no llegan demandas contra el blog.

    Por otro lado he de decir que concuerdo en el tema del contexto de los videojuegos. Pero es que yo no solo me limitaría a este ámbito, lo abriría a cualquier obra de autor. Es exactamente igual en el cine: a cada cual le puede gustar cualquier película pero lo que yo no compro es la dogmatización en forma de «cualquier tiempo pasado fue mejor y ahora solo hay Michael Bay y Crepúsculo». Pues no, oiga, actualmente se hace muy buen cine…y muy mal cine, de todo, COMO EN TODAS LAS ÉPOCAS. Ahora bien, en la inteligencia (o no) del espectador reside la responsabilidad a la hora de consumir según qué productos. Faltaba mas.

    Es lo que me escama del mundo del videojuego, esa mezcla de desprecio por: A) ser «cosas de críos» B) formar a los genocidas del futuo y C) «molaban mas antes, ahora son como películas».

    Concretamente el punto C me parece tan sumamente hipster, de postureo y, en definitiva, IMBÉCIL, que cargo contra ello con toda la bilis que mi organismo pueda generar. Es lo que hay, qué le vamos a hacer.

    Por otra parte agradecer a todo el mundo que ha leído el artículo, y especialmente a los que habeis comentado (y seguireis haciéndolo, ya que doy por hecho que esto es un «instant global classic» que perdurará por los siglos de los siglos), compartido y demás. Todas las opiniones son bienvenidas (y los insultos mas, así que no os corteis).

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    • De la Hoz

      «Concretamente el punto C me parece tan sumamente hipster, de postureo y, en definitiva, IMBÉCIL, que cargo contra ello con toda la bilis que mi organismo pueda generar. Es lo que hay, qué le vamos a hacer.»

      Cuidado con esto, que lo de señalar ciertas corrientes de pensamiento como hipster y postureo no te ayudan en absoluto a defender, precisamente, tu postura. No tiene nada que ver, entre otras cosas porque es cierto que la industria se ha volcado literalmente en pretender experiencias cinematográficas antes que aprovechar influencias para complementar narrativas. Y es lícito que mucha gente aparque ahí, dado que no tiene nada que ver con las experiencias que ellos demandan. Yo defiendo el hoy porque observo, más que nunca, que se ofrecen propuestas para casi todo tipo de gente. De eso se trata, no de contentar exclusivamente a un target en particular, ni de que un usuario específico de un estilo o género en particular tenga que contemplar su afición en conjunto, prestando atención a todas las variantes. Se la puede chuflar lo que el otro entienda como videojuego, pero de ahí a pensar que es un imbécil, mal vamos ¿no? Yo defiendo el videojuego de hoy, de ayer y de siempre. Puedo estar de acuerdo con parte de tu discurso, pero no de cómo lo planteas.

      Y desde luego no te voy a odiar por eso 😛

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      • VaciadoMortal

        Bueno, dejando al margen el tema de la vehemencia y la mala baba que pongo en mis palabras, a mí me parece razonable lo que expongo: cuando hablo de postureo hipster me estoy refiriendo a una tendencia cultural, no sólo en el videojuego sino en cualquier ámbito audiovisual. Partiendo de la base de que respeto los gustos de todo el mundo, lo que me molesta es el discurso de despreciar lo nuevo anteponiendo lo antiguo, en muchas ocasiones, sin siquiera tener constancia de lo que se habla y dando una opinión «cultureta» random y bienqueda. Porque uno puede quedar más culto citando antes a Bushnell o a Commodore, que a Bobby Kotick o a Epic Games (sin haber jugado ni al puto Pong siquiera). No sé, pero yo a eso lo llamo POSTUREO.

        En serio, todo me parece respetable, hasta el Kinect, pero que no me ninguneen el videojuego moderno con argumentos peregrinos y sumamente simplistas tales como «Assassin’s Creed es darle a un botón y nada mas». Primero porque demuestra que desconoce el juego y segundo porque me atrevería a apostar que esa persona lleva veinte años sin tocar un mando.

        Y creo que de alguna manera el fervor retro ha tenido algo que ver en esto. Joder, lo retro por definición, es hipster, los modernos se pirran por la música de los 80, la moda de los 80….y por supuesto el videojuego no se iba a quedar atrás. Queda bien, queda cool llevar camisetas modernitas con pixeles y frases tipo 1-up. Y por supuesto se complementa de perlas con el desprecio al videojuego actual tipo «Colofduti».

        Insisto, y joder, cuando llamo IMBÉCIL a un planteamiento, quiero que se me entienda (o tal vez no contextualizo mis artículos lo suficiente) , generalizo y me cago en la putísima, y así son un poco las reglas de mi juego. Más allá del lanzallamas misógino-pajero yo cargo contra la gente que habla sin saber, que es la mayor lacra de nuestro tiempo. A mi manera..

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  11. De la Hoz

    Lo que señalo, y tal vez no era tu intención (tal vez sí que haga falta contextualizar, tal vez yo lo perciba a mi manera), es que últimamente las críticas que denuncian ese postureo caen en la paradoja de generalizar y meter en el mismo saco garbanzos y habas.
    Irónicamente, puede llegar a convertirse en otra forma de postureo.

    Y ya aprovecho para decir que, como tantas otras expresiones de las que se acaba abusando hasta prácticamente carecer de significado, odio esa maldita palabreja.

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