Con frecuencia aparecen títulos pequeños, inocuos, que se instalan en nuestras vidas como las insustanciales charlas sobre el clima con los vecinos en el ascensor o los sobrecitos de ketchup que nos sobran en los establecimientos de comida rápida y acabamos guardando en el frigorífico; su insustancialidad argamasa nuestra realidad.
Neko Atsume nos permite gestionar un emplazamiento en el que podemos preparar un comedero para gatos y diversos entretenimientos para estos. Los gatos acabarán apareciendo, comiendo y jugando con lo que les dejemos, y nos dejarán recompensas en forma de pescaditos de plata y oro, cosa que nos gustará porque si estamos habituados a los gatos sabremos lo mucho que puede costar bajarles de su orgullosa independencia; los gatos no aparecerán nada más colocar comida y juguetes, sino que tendremos que salir del programa y volver en Algún Momento Compatible con la Misteriosa Agenda de los Gatos para poder verlos: los gatos no te necesitan para nada. Con estos recursos podremos comprar comidas nuevas —«¡Alimentas mejor a tu gato que a tu familia!» se hará realidad, porque ¿cuándo vamos a comprarle sashimi a alguien?— y juguetes nuevos, que a su vez atraerán a gatos de distintos colores y estilos. Podemos sacar fotos y compartirlas por las redes sociales —seguro que has visto alguna— y también completar albums. Hay también mementos, eventos en los que los gatitos nos darán objetos especiales como pins, cepillos o mitones. Ante todo higiene y elegancia. Neko Atsume no es un Tamagotchi y no tendremos que preocuparnos de poner vacunas ni atender necesidades vitales: poner comida, disponer entretenimiento y aparecer de vez en cuando para ver disfrutar a los gatos. Y tienen nombres y son distintos: el blanquito Snowball, Pepper con un ojo amarillo y otro color aguamarina, el glotón Tubbs; los hay comunes y los hay difíciles de atraer. Neko Atsume se traduce al inglés debido al éxito internacional porque es un juego creado en Japón que recoge la peculiar atención que reciben allí los gatos: tienen cafeterías.

Neko Atsume es de esos títulos que se echan de menos cuando empacha el sandbox industrial, cuando empacha el indie prometedor de pocas horas. Títulos como Neko Atsume se consumen de vez en cuando para satisfacer la inocuidad de los actos sencillos.