Llega al bar donde hemos organizado el encuentro con la misma camiseta que enseña en su avatar de Twitter, como si quisiera ayudarnos a reconocerle. No hacerlo sería algo imposible para cualquiera que haya comprado una revista de videojuegos en los últimos años. Vamos a pasar la tarde hablando con Bruno Sol, uno de los referentes de la prensa del videojuego española, que lleva más de 20 años sorprendiendo y divirtiendo con sus textos a lectores de casi tres décadas distintas. Esta tarde Deus Ex Machina (y un servidor, Ricardo Suárez (Anchuela)) tiene el placer de entrevistar a Némesis, una leyenda del sector.

Bruno Sol hoy

Los últimos meses han sido muy movidos. ¿Qué ha pasado en Grupo Zeta?

En navidades supimos que la revista Playstation Oficial cerraba. Tengo entendido que Sony quiere focalizar su estrategia en la web a nivel internacional, y para ello tiene que dejar de lado el papel. Una cosa ha llevado a la otra, y todo se ha precipitado. Ya no era rentable mantener a ciertas personas en plantilla para hacer sólo una publicación, Games TM. Sin embargo, esta última sigue, aunque desde el número 10 no estaremos ni Marcos “The Elf” García ni yo. El resto de colaboradores (Javi Sánchez, John Tones, Bruno Louviers…) seguirán ya que son freelance y la nueva dirección cuenta con ellos. La idea que tienen es seguir con el planteamiento que había hasta ahora. Espero que les vaya muy bien porque allí dejo buenos amigos, a quienes deseo lo mejor. También porque quedan tan pocas revistas de papel en el kiosco, y no me gustaría que desapareciera otra más.

Aunque sabíais que os ibais no he podido encontrar en la revista ni una mala palabra para la editorial…
En las revistas de papel es difícil que te dejen despedirte. Cuando cerró Mega Sega nos pasó eso mismo. No podíamos decir adiós, ni hacer mención a que ya no saldrían más números; todo tenía que hacerse como si el mes que viene la publicación fuera a estar en el kiosco. Pero como teníamos 21 años y nos daba igual todo, los que aún conserven ese último número de la revista comprobarán que alguna cosa sí que colamos… Cuando Xtreme cerró ocurrió igual. En PlayStation Oficial sí que pudimos hacer un número especial, porque entre otras cosas teníamos una relación muy buena con Sony España y era una revista que creamos desde cero, y con la que llevábamos 12 años. En el fondo sabíamos que esto era inevitable desde que vimos que cerraba Nintendo Power en EEUU. Si desaparecía el buque insignia de Nintendo desde hace muchos años mal futuro nos esperaba a los demás…

¿Ha cambiado mucho el panorama del periodismo de videojuegos desde el 90 hasta hoy?

El otro día leí un articulo que se quejaba de que la gente de las revistas de antes no prestábamos atención a los creadores, que no les dábamos importancia, que no ligábamos qué hacía cada uno… pero quien dice esto es gente de otra generación, la que ha crecido con Internet. Lo de ahora es un nuevo periodismo. Nos dedicamos a lo mismo, pero somos distintos. Yo vengo de una época donde no podías mandar un email a Konami España para que te dieran información, una época donde al acabarte un juego no se incluían los nombres reales de los que habían participado en el juego en los créditos finales, sino sus apodos…

Personalmente me parece mal que piensen que no teníamos respeto a nada más que no fueran los juegos que jugábamos. Había mucho desconocimiento y menos acceso a la información, pero todos sabíamos quién había hecho Pitfall, Karateka o Ant Attack. Ahora todo el mundo sabe de todo. La Wikipedia todo lo sabe. ¿Quién narices lo sabia en aquella época?

¿Crees que el papel tiene futuro o lo digital se impone?

Antes tenías que ir a una revista para descubrir que Novotrade eran los que habían hecho Ecco the Dolphin y luego fueron los que hicieron los Contra para la primera PlayStation. Ahora lo busco en Internet y apañado. Antes me compraba una revista porque publicaban una guía que evitaría que me quedara atascado, pero ahora tengo un vídeo en Youtube que me lo enseña aún mejor. Contra eso no se puede competir, por eso las revistas han perdido relevancia. Su futuro será hacer cosas mas especializadas. La aparición de Internet nos facilitó el trabajo, pero con el paso de los años nos ha mandado al garete a las revistas. Ahora es difícil saber si lo que ha escrito un tipo sobre un juego lo ha hecho después de tirarse 40 horas con el pad en la mano o sólo ha invertido dos buscando información y viendo vídeos en Internet. Las cosas cambian y eso tampoco tiene que darnos miedo, porque no es necesariamente algo peor.

Una vez me gané la bronca de varios compañeros de profesión porque dije que era genial que la gente escribiera en su casa. Hay blogs y webs acojonantes, y otros que son terribles. Como revista tendremos que valorar qué armas tenemos para competir con ellos, saber en qué son mejores que nosotros y también dónde no, para atacar por ahí. No hay que tener miedo a la competencia. No me disgusta que haya webs que lo critiquen todo solo por que sí. Si tienen razón está bien que el descontento salga por algún lado. Hay que entender que el que hace una web o un blog desde su casa normalmente lo hace por afición, así que tiene mucha más libertad. Como hay 800.000 webs es difícil montar una que te dé dinero, así que es bastante complicado convertir tu afición en un trabajo.

En el kiosco sobrevivirán aquellas revistas con artículos muy profundos sobre juegos y Hobby Consolas, porque se dirige a un público muy concreto y fiel. El papel no morirá nunca. Se tendrá que reinventar o convertirse en un articulo de lujo, pero sobrevivirá. Yo, por si acaso, seguiré suscrito a la Retro Gamer inglesa, y eso que me cuesta una pasta. No me imagino un mundo sin revistas de videojuegos en papel. Por mucho que las webs intenten imitar el formato de una revista, aun no he encontrado a nadie que sea capaz de negarme la evidencia: es mucho más agradable leer una revista que un tocho de texto con dos imágenes en una tablet.

¿Y cómo ves tú a la industria del videojuego actual?

La cosa está mal porque nadie compra nada y no sé cómo va a acabar esto. Se imponen nuevas modas, como los juegos para móviles, que están muy bien pero los controles son una mierda. Compré la recopilación de Raiden, una saga de shooters que me encantaba, pero el control es un infierno. Se ve de lujo, pero no hay quien juegue. No creo que los juegos para móviles y tablets sean capaces de destronar a los juegos de sobremesa. Son otro mercado.

Tenemos a la gente de PC loca con Steam, diciendo que es el futuro, y más ahora con la consola que van a sacar, pero que nadie se olvide que hay que tener un buen cacharro para jugar a las últimas novedades. Yo no juego porque mi PC tiene 7 años y no está para muchos trotes. Eso sí, es difícil resistirse a las rebajas locas de Steam.

El modelo actual, el tradicional, el de vender juegos a 70 euros tiene muy difícil la supervivencia. Tendrán que hacer lo que siempre se ha hablado y nunca se ha hecho, que es bajar el precio y potenciar aun más los contenidos añadidos de pago para que los compre el que quiera. Que pague por el online el que lo vaya a jugar; no me hagas pagar por algo que no voy a tocar.

Némesis el redactor

¿Cómo se convierte Bruno Sol en Némesis?

Quise empezar a trabajar al empezar la carrera en Hobby Press (en MicroMania pusieron un anuncio en el buscaban redactores para lo que acabaría siendo Hobby Consolas), pero mis padres no me dejaron porque querían que acabara los estudios. Mi intención era hacer Imagen y Sonido, Periodismo o Publicidad, pero saque un 1 en las matemáticas de selectividad y mi media se fue al infierno: no tuve más remedio que hacer Geografía e Historia. Mi tutor me dijo que si aprobaba el primer año de esa carrera podría saltar a Periodismo en el segundo, que era la idea, pero en la primera clase a la que fui observé con asombro cómo mis compañeros hablaban en latín sobre Julio Cesar, y mi latín era de nivel Astérix… Estaba claro que aquello no era lo mío, así que lo dejé.

Mandé una carta a Hobby Press en 1992. Era un currículum que a día de hoy daría vergüenza ajena porque llevaba dibujitos y un análisis de James Pond 2: Robocod que titulé “Mitad policía, mitad bacalao; todo diversión”. Me aceptaron y empecé en el negocio con 19 años. Ahora le digo hasta luego con 40 recién cumplidos.

¿Cómo fueron tus comienzos en la industria?

Llevé la sección Teléfono Rojo en Hobby Consolas durante un tiempo, así que encarné a Yen durante una temporada. También me hice cargo de la sección de trucos, una de las que más gustaban a los lectores. Se usaban libros publicados en el extranjero con los 200 mejores trucos para juegos de Genesis (la MD americana) o NES, que aquí no se conocían. Pero lo más divertido era recibir cartas de chavales que hoy seguro tendrán bigotazo y cuatro hijos que te decían: “Hola, soy Pedrito y quería contaros que si en el Megaman de GameBoy le das a izquierda, arriba, A, B, pasa no se qué…”. Yo me llevaba cartas a casa para leerlas y elegir las mejores, y lo cierto es que me lo pasaba muy bien.

También escribía análisis de juegos. Lo primero que publicaron fue un análisis de Little Nemo de NES, que fue el texto de prueba que hice para entrar en Hobby Press. Hoy lo leo y me da mucha vergüenza.

¿Cómo elegiste tu apodo, Némesis?

En aquella época no había Twitter, pero se ve que los de Hobby Press eran unos adelantados a su tiempo y querían que todo el mundo tuviera un nick.

Había que tener un apodo por narices, pero por lo menos te dejaban que lo eligieras tú mismo. Elegí Némesis por varios motivos, pero el principal no es por el videojuego – que yo conocía como Gradius – sino por una joyería que había cerca de la casa de mis padres en Moratalaz, la joyería Némesis. El nombre sonaba bien y luego investigando me enteré de que representaba la muerte para los griegos, todo muy molón.
La joyería sigue allí, a la venta desde hace muchos años. No la consiguen vender. Cuando la veo pienso que acerté en ponerme ese apodo, porque me ha perseguido hasta hoy.  Imagínate que me lo tomo a broma de aquella y elijo, yo qué sé…¡Perroflauta!. Me estaría arrepintiendo.

¿Hace falta ser periodista para trabajar en esto?

Debo decir que no, porque yo no soy periodista. Respeto mucho a la gente que ha estudiado periodismo, porque, sin ir más lejos, mi novia es periodista. Pero con qué cara le voy a decir yo a alguien que para trabajar en esto hay que estudiar cinco años. Otra cosa es que a un periodista se le de mejor que a mi, eso no sorprendería. Yo no voy en plan estrella porque siempre digo que a mí me cuesta mucho escribir y que hay gente que escribe mucho mejor que yo. Pero también hay periodistas de videojuegos que están totalmente idealizados, que se creen unos gurús en la materia y que luego son unos tuercebotas de agarrarse. Piensa en el tipo que le dio como nota un 3 a God Hand. Me gustaría echármelo a la cara para decirle: “Has hecho mal tu trabajo y encima te vanaglorias de ello”. La cámara que tenía God Hand era muy mala, las paredes desaparecían, el control era malo… pero había gorilas travestidos y enanos vestidos de Power Rangers, podías diseñar tus propios combos, y la dificultad era tan aleatoria que podía salirte un demonio de esos azules que te jodían vivo a las primeras de cambio, sin venir a cuento. Eso es precioso. Los de Clover Studio hicieron lo que les salió de los huevos porque sabían que el estudio tenía los días contados, y ellos mismos han reconocido en entrevistas posteriores que aquello se les fue de las manos, que se pasaron. Soy consciente de que cualquiera podría sentarse delante de mí y señalarme todo lo malo que tiene el juego, darme en la cara con ello y tener razón, pero es que hay juegos que tienen algo especial que aún con sus defectos, con sus problemas, se les puede llegar a adorar. Y yo adoro God Hand.

Y sin embargo, otro buen juego como es Dark Souls a mí me agobia por lo difícil que es. No es mi juego ideal, pero nunca diría que es una mierda solo porque no me guste. O no lo digo o pido que lo analice otro al que sí le guste, que tendrá mejor criterio. Así es como creo que se deben hacer las cosas, seas periodista o no.

¿Saber inglés es realmente necesario?

Diría que es imprescindible manejarse, pero tampoco hay que ser bilingüe. Yo lo aprendí con las revistas inglesas y americanas que devoraba de chaval, así que te imaginarás que manejo un inglés muy «apache». Quizá en mis inicios no fuera tan importante, pero ahora es mejor dominarlo bien.

Entonces, ¿tener mucho amor por este medio puede servir para encontrar trabajo?

Hay gente que no ha escrito una sola línea y que sabe de videojuegos más que todos nosotros juntos, de eso estoy seguro. El otro día me hablaron de un tipo que trabaja en una de las mayores cadenas de videojuegos de este país que es uno de los mayores coleccionistas de la península. Al parecer se ha tirado media vida comprando y jugando juegos. Imagínate tú la casa de ese tipo, y también lo que debe saber. Imagínate que le diera por escribir desde su casa. Yo le seguiría con devoción. Antiguamente alguien así podría haber trabajado en esto. Hoy ya sería más difícil.

¿Cómo se hace tu trabajo? ¿Cómo es tu día a día?

Lo cierto es que cambia mucho si te enfrentas a una preview o una review. En el primer caso, como tienes que hacer una valoración o reseña sobre un juego que no ha salido, tienes que tirar del material que tienes disponible: lo que te han enseñado en la oficina de la distribuidora que lo saca, información en Internet, impresiones personales si se trata de una segunda parte y ya has jugado a la primera…

Por eso luego pasa lo que pasa, que a veces te enseñan algo que te gusta mucho pero luego el resultado final es mucho peor. Pasa más de lo que nos pensamos. El año pasado lo sufrí con la última entrega de un shooter muy conocido: la desarrolladora nos decía que a la hora de tirar una puerta abajo los enemigos reaccionarían de manera distinta, dependiendo de la forma en la que reventases la puerta. Al final daba exactamente igual usar una patada, un tomahawk o explosivos, porque todos se quedaban como los ciervos cuando les dan las largas desde un coche. Es comprensible que la gente se queje, pero tienen que entender con qué trabajamos para hacer estas previas. Nosotros también nos sentimos engañados a veces.

Si es una review es distinto, porque el juego ya está terminado y usas el producto final o una versión de test, que es prácticamente lo mismo. Le dedicas al juego en cuestión todo el tiempo que crees necesario para poder escribir sobre él. Normalmente juegas en la redacción, pero puedes hacer horas extra en casa, sobre todo si son juegos largos.

¿Hay que acabarse un juego para poder escribir sobre él?

Si puedes sí, es recomendable, pero hay veces que no hace falta, o que no es posible por cuestión de tiempo. No es necesario acabarse la liga de un FIFA para saber cómo es, con un buen número de partidos te basta. Si hablamos de un RPG a lo mejor tienes que jugar un mínimo de 30 horas o así. Depende de cada persona y del tiempo que necesite invertir para inspirarse y poder escribir. Luego hay casos como el de Binary Domain, un juego que todo el mundo criticó porque es muy repetitivo al principio, pero luego se convierte en un juego increíble. ¡Sale un robot francés con foulard al cuello! Es un juego maravilloso, pero hay que invertir algo de tiempo en descubrir todo lo positivo que tiene, como ese sistema de reconocimiento de voz. Es verdad que fallaba mucho, pero era una idea cojonuda. Claro, que también te puede pasar que le metas 45 horas a un juego y al acabarlo pienses: ¿pero qué mierda he jugado? 45 horas de tu vida pérdidas para nada, pero qué le vamos a hacer, así es este trabajo.

¿Cómo nace una revista oficial?

Habitualmente la idea parte del fabricante de la consola, que se plantea tener una cabecera en el kiosco y para ello contacta con varias editoriales del país. Es como un proceso de selección; la que más se ajusta a la idea que tienen es la que hará la revista, o la que ofrezca más pasta. Porque ojo, que nadie se confunda con esto: la empresa no paga a la editorial, ocurre justo al revés: Zeta pagaba por llevar la cabecera con el logo de PlayStation en la revista. Se entiende que a la editorial le interesa, porque es una marca conocida y es un buen reclamo para la venta, así que todos se ponen de acuerdo. Pero no es el fabricante el que paga a la editorial. Por eso nos reventaba que mucha gente pensara que estábamos a sueldo de Sony.

Ay, Dios, que se nos cae un mito, el de los maletines… ¿Existen, verdad?

Maletines, dice… ¿Qué maletines va a haber? ¿Cuánto dinero se cree la gente que ganamos en este sector? Si yo hubiera trincado un par de maletines de esos de los que tanto hablan ahora que estoy en el paro no me preocuparía por nada. Si existen, yo no los he visto. Lo que sí que he visto es a las distribuidoras, a los third parties, pasarlas canutas para sacar adelante cualquier proyecto por pequeño que sea, como un stand publicitario de cartón para poner en una tienda de videojuegos. Si tuvieran tanto dinero como se sospecha iban a estar por ahí regalándolo. Lo emplearían en cosas mejores, eso seguro.

Bueno, vale… maletines no, pero todo el mundo sabe que os pagan con publicidad… que estáis comprados, vaya…

En la revista nos tiramos muchos años poniéndole buena nota a los Assasin’s Creed porque sabíamos que eran buenos juegos y eso que Ubisoft no invirtió ni un duro en publicidad en la revista durante aquellos años. Así que ni maletines, ni esos Doritos que están tan de moda ahora. Nada.

Entonces no me digas más, os pagan con regalos y apañado.

Con ponys, específicamente… Nadie se vende por la promo de un juego. Es una cuestión de lógica. Si engañas a tu lector y le vendes algo que es una morralla, jamás volverá a confiar de ti. Y en cuanto a las consolas, me las he tenido que comprar todas, como cualquier hijo de vecino. Las de Sony, las de Microsoft, y las de Nintendo. Y las de Sega, con dos excepciones: Dreamcast y el Mega CD PAL. El japonés tuvimos que comprárnoslo en la redacción, en el Corte Inglés, para más señas. Si, El Corte Inglés llegó a vender la versión japonesa. Era una época muy loca.

Esto… bueno, tenéis los viajes…vais a todos lados por la patilla.

Lo cachondo del asunto es oír o leer a la gente diciendo que como eres una revista oficial y todo te lo paga Sony, no vas a ser objetivo con lo que juegues y lo que escribas. Tócate los cojones. Para que la gente se haga una idea os contaré algo: a mí Sony nunca me ha llevado a un E3, ni a mí ni a ninguno de mis compañeros de la revista oficial PlayStation. Las veces que hemos ido ha sido a cuenta de Zeta. Ibas allí y te encontrabas con webs y blogs y no nos creían cuando les contábamos que íbamos por nuestra cuenta aún siendo la revista oficial. Eso sí, sí nos han enviado a presentaciones por todo el planeta, al igual que hacen hoy en día con revistas, blogs y webs.

Pero lo cierto es que los viajes a eventos son un coñazo si vas tú solo. Imagínate ir a Los Ángeles, aterrizar, ver un juego, hacer noche y regresar al día siguiente. Una paliza. Viajes de esos hay muchos.

Para ir al E3 sólo se ofrecía voluntario el que era nuevo en la revista; los que ya habíamos ido no queríamos ir ni a tiros. A mí me ha tocado ir muchas veces por narices y no me ha apetecido nada, la verdad. Es lo más parecido al infierno. Empiezas  a las 09:00 horas y acabas a las 18:00, yendo de un lado para otro en slots de media hora, sin que te dé tiempo a comer, ni a probar la mitad de los juegos. La mayoría de veces asistes a presentaciones donde juega un tipo de la compañía y tú miras, nada más, y luego tenías que escribir 50 páginas (sumando PlayStation y SuperJuegos) sobre lo que has visto allí. No me habré comido yo barritas Chocapic allí haciendo cola, ante la falta de tiempo para ir a comer otra cosa. Desde que existe Internet es todavía peor, porque el que presencia las conferencias en streaming desde casa lo ve mejor que tú. Luego vuelves a Madrid y te preguntan por cosas que ellos han visto desde la pantalla del ordenador y que tú allí ni has olido. Y por último, que el viaje sea más llevadero o no también depende de dónde tengas el hotel. Como esté alejado del recinto de la feria estás muerto. Hay gente que reserva plaza en los hoteles desde enero, y eso que la feria tiene lugar  en Junio. Y por supuesto, hablo desde la perspectiva de un medio de papel. Los medios online aún lo tienen más crudo, porque tienen la obligación de ir subiendo toda la información esa misma tarde.

Pero es verdad que he sido afortunado en esto de viajar por trabajo, porque he visitado sitios que jamás habría podido visitar por mi cuenta. Lo mejor es que he tenido la suerte de ir a Japón varias veces. Allí disfruté mucho comprando juegos a mansalva. La última vez que viajé allí, concretamente a Osaka, un colega alemán me sopló que en una tienda de Osaka estaban liquidando consolas Famicom, con su caja original, por 9 euros al cambio. Me quedé con las ganas de comprarla, pero no me entraba en la maleta y era la noche antes de partir de vuelta a España. Era eso o tirar toda mi ropa a un cubo de basura para dejar espacio y traérmela. Creo que me equivoqué no haciéndolo.

¿Cómo se organiza el trabajo en una revista?

Normalmente cada redactor está especializado en un género o temática. Cuando estaba en Superjuegos llegué a comentar bastantes juegos de lucha, hasta que llegó Lázaro Fernández “Doc” que era un crack del combo y empezó a hacerlos él. Ahora no llego a entender cómo pude yo hacer las reviews de todos aquellos juegos de Neo Geo, como Fatal Fury 3 o World Heroes Jet.

Durante una temporada también me volvían locos los juegos de fútbol, pero tuve que dejarlos en el 2006 porque me afectaba en el trabajo y en mi vida personal. Me pasaba todo el santo día jugando a Pro Evolution Soccer con mi compañero de piso, hasta las tantas de la mañana. Jugaba en el trabajo por obligación y en casa por afición, era como una droga dura. Ahora no podría hacer una crítica de juego de fútbol, porque ya no los toco desde hace años. Pienso que es mejor que un juego de rol japonés lo haga alguien a quien le gusta, porque ¿qué voy a decir yo de un Final Fantasy que no sea que los personajes visten de manera estrambótica, que cada vez son más engorrosos, y que las escenas FMV me aburren un huevo? Los míos son los de acción y los shooters, ahí sí que me siento cómodo, jugando y escribiendo. Si le das un Dinasty Warriors a alguien que no le gusta, se pone a escribir sobre él y lo destroza, pero si se lo das a alguien que se lo compraría porque le divierte hará un mejor análisis. Eso es seguro.

¿Cómo defines tu estilo al escribir?

De la calle. Como ya he dicho no soy periodista, así que he ido creando mi propio estilo, si es que lo tengo. Siempre me acuerdo de cuando mi hermano trabajaba en una fotomecánica y sus compañeros compraban las revistas donde yo escribía y le decían que les gustaban mis textos porque escribía como ellos hablaban. Creo que es el mejor piropo que me han dicho nunca a nivel profesional. Yo no uso tecnicismos, ni entradillas rimbombantes, ni referencias oscuras a gurús del sector. A veces pienso que lo mismo me he quedado anticuado, porque sigo pensado que estoy escribiendo para un tío como yo. A mí no me van las cosas raras, a mí me gusta decirle al lector lo que está bien en un juego y lo que está mal, para que esté informado y juzgue. Una vez, escribiendo sobre Out Run, puse de referencia una novela de Richard Matheson titulada «Más allá de los sueños». A grosso modo, en ella se cuenta que el cielo es distinto para cada uno, que tiene la forma que uno desea. Yo dije que mi cielo sería una partida eterna de Out Run con Magical Sound Shower sonando a todo trapo. Me pareció tan pedante que estuve a punto de tirar el texto a la papelera del Mac unas cuantas veces.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?

Todo. Es el mejor trabajo del mundo. Muchas veces pienso que algo bueno debí hacer en otra vida para tener un trabajo como el mío en ésta. Siempre me he divertido trabajando. No me he quejado ni en los cierres mensuales, esos que te hacen acabar a las 8 de la mañana. Hasta en esos momentos me lo he pasado bien. Hay una cosa que me gusta mucho hacer y que quizá sorprenda un poco, que es hacer las capturas de los juegos. Diría que me gusta tanto como escribir. Me encantaría dedicarme a ello profesionalmente si existiera ese puesto, te lo juro. En los años 90 hicimos bastantes salvajadas con las pantallas, porque enseñábamos cosas que el lector no debería ver si luego iba a jugar en su casa. Se hacían a lo loco, sin pensar. A veces hasta se ponían fotos de las imágenes del final, algo increíble. A mi me gusta enseñarle al lector cómo es el juego, pero sin destripárselo. Sacar la pantalla perfecta es un arte, como si hicieras una fotografía. Para mí es muy divertido.

Pero algo malo tendrá que tener.

Claro que sí, está claro que no es un trabajo para todo el mundo, ni siquiera para muchas personas que disfrutan al jugar a videojuegos. He conocido a gente que no pudo aguantar estar todo el día jugando, tenerlos que acabar cuando no les estaba gustando, escribir sobre ellos y no saber qué decir…Muchos saltaron al marketing para hacer otras cosas relacionadas con la industria, pero sin tener que dedicarse a escribir. Para este trabajo te tiene que gustar mucho jugar, pero no todo el que juega mucho encaja en él.

Una cosa que a la gente no le gustaba nada hacer, y yo me incluyo, era hacer guías de juegos. Por ejemplo, era un problema que te tocara hacer la guía de un juego que era una mierda, teniéndolo que exprimir a fondo, en una época en la que ni siquiera podías recurrir a Internet. Recuerdo que me tocó hacer la del Dragon’s Lair de Mega CD, pasándome el juego mil veces con el método del ensayo – error, o la del Enemy Zero de Saturn, que era un juego muy difícil, sobre todo al final. Las pasé muy putas.

Hay otro aspecto de las guías que también es muy puñetero, cuando tienes que editar la guía que se ha escrito otro: ya te has leído todo lo que pasa en el juego, así que ya no tienes motivo para jugarlo, porque sabes todo lo que te vas a encontrar y lo que hay que hacer. Si te toca de un juego que te gustaba, que estabas esperando con ganas, te han jodido.  Y luego está el tema de los cierres. Siempre vas muy pillado de tiempo porque los juegos nunca llegan a tiempo para tener margen y poder hacer tu trabajo con calma.

¿Cuál es el mejor evento o presentación en el que has estado?

El mejor en el que he estado y el que más recuerdo no me llevó a desplazarme muy lejos, la verdad. Fue un viaje a Málaga, a la presentación del juego Scarface de Vivendi Universal, en una época donde había dinero a espuertas. En un principio querían presentarlo en Miami, para recrear el ambiente hortera de la película, pero los de la oficina de España les dijeron a gente de la central de Vivendi Universal que tenían una idea mejor. Reservaron un hotel entero en Marbella y lo decoraron como la mansión de Tony Montana. Invitaron a prensa y gente de tiendas de todo el planeta. Más de 300 personas. Montaron una fiesta como no te puedes imaginar. Al día siguiente fuimos a un club de playa privado y por la tarde pasó un helicóptero con un maniquí colgado, como en la película. ¿Cuánto les costaría hacer aquella chorrada? La prensa de otros países me preguntaba si en España los eventos siempre eran así. Yo les decía que sí, pobrecillos…

Un momento agradable en tu experiencia profesional.

El día que me cogieron en Hobby Press, porque supe que podría dedicarme a esto profesionalmente. Era mi sueño. También recuerdo mi entrada en Zeta, cuando me llamaron para hacer una nueva revista de Mega Drive y acepté el trabajo. Luego la revista no salió, pero yo acabé haciendo Mega Sega.

Y uno que te gustaría olvidar.

El mayor disgusto de mi vida fue que la portada de Mega Sega que se dedicó a Snatcher no llevara la portada original de la versión de PC Engine Super CD ROM. El director de arte de la revista quería que se incluyera la PAL, la de la portada del juego que salió en España, que era mucho más fea. La otra era una obra de arte. Conseguí que Konami me mandara el artwork de la portada que yo quería que se pusiera, pero ni con esas les convencí.

¿Cuál es la anécdota que la gente más te recuerda?

En el E3 siempre le preguntaba a Hideo Kojima sobre cuándo iba a hacer el remake de Snatcher y Policenauts para alguna consola actual. Le hice la pregunta dos años seguidos, y en el tercero me dijo: “Tú eres el español pesado que me pregunta siempre lo mismo…” Y se partía de la risa. Eso sí, no hizo el juego. Se hablaba de que lo iba a hacer con Suda51 pero aquello quedó en nada. A mí me encantaba Policenauts. Lo tenía en japonés y jugué sin entender nada hasta que no pude avanzar más. En una escena podías tocarle el pecho a una azafata de vuelo, pero si te pasabas tocándoselo te daba una bofetada y no podías seguir con el juego.

Ahora que cierras esta etapa en Zeta, ¿te planteas hacer otra cosa distinta profesionalmente?

No sé si podría, viendo el panorama actual. Antes había más posibilidades de saltar a una distribuidora. Recuerdo que a un compañero mío le llamaron de una de estas empresas para hacer una presentación de un juego a la red de comerciales, para que conocieran bien el producto y supieran como venderlo. Les gustó tanto cómo lo hizo que le empezaron a llamar para hacer más presentaciones, hasta que le ofrecieron un puesto. Y ahora el tío es un titán del marketing. Yo no sé si podría hacerlo. Algunos dicen que es pasarse al lado oscuro del negocio, pero es cierto que es un trabajo muy duro aunque sigues trabajando en el mundo de los videojuegos, pero sin irte a tu casa a deshoras y sin tener cierres.

Cuando me han preguntado a qué querría dedicarme si no hubiera trabajado en una revista de videojuego yo decía que trabajar en un matadero. Tal y como está la cosa, lo mismo acabo ahí al final. Lo que tengo claro es que el futuro está en trabajar con cosas que la gente necesite usar todos los días, y una revista no lo es. Así que lo mismo acabo haciendo una FP para ejercer de panadero. No es coña.

¿Qué es lo último que has escrito?

Ha sido para el número 10 de Games TM. Fue la review de Metal Gear Rising: Revengeance. La dejé para el final, porque es una saga que me gusta mucho. Mi jefe me reclamaba el texto, se extrañaba que tardara tanto en escribirlo. Lo retrasé intencionadamente porque quería que fuera mi último trabajo en Zeta. Soy un sentimental.

¿Qué le recomendarías a alguien que quisiera trabajar en esto?

¡Que se busque otro trabajo! ¡No, es broma! Que le eche ganas porque se puede, pero que sepa que no es fácil. No soy el mejor para dar consejos porque yo entré a trabajar en esta industria cuando ni siquiera se buscaba a gente para trabajar. Era la época dorada, porque había pocas cabeceras de juegos en España y todas podían convivir en paz.  Había ingresos publicitarios a espuertas y las revistas se vendían como churros y eso hacía que mucha gente pudiera trabajar en esto.

Ibas a una editorial, decías que sabías jugar y te metían para dentro en cuanto veían que era verdad y que eras capaz de escribir sin cometer muchas faltas de ortografía. Todo se complicó cuando la gente empezó a darse cuenta de que este negocio movía mucho dinero. Imagínate ahora una publicación como Mega Sega, que era menor, en comparación a otras cabeceras. Échale un vistazo a las páginas de publicidad que incluía. Ya la querrían las revistas de ahora. Las recuerdo hasta de cuatro páginas, algo que no volverás a ver en tu vida. Ahora consigues una de esas y te hacen gerente de la editorial. Todo el mundo quería su porción de la tarta, empezaron a salir muchas revistas, y todo se desmadró. Se pagaban verdaderos dinerales a personas que escribían una review cada tres semanas. Hoy en día, matándote a escribir, ganas 15 veces menos.

Bruno el jugador

Hablemos de juegos. Los que te siguen por Twitter saben por tus fotos que tu casa es un museo.

No sé cuantos videojuegos tendré en casa, ni los que debo tener por ahí repartidos, prestados. Lo cierto es que tengo muchas cosas que están ahí por estar. Por ejemplo, tengo muchos juegos de la primera Playstation, y la mayoría son una castaña. Muchos son morralla japonesa que no voy a jugar en la vida, que tenía que jugar obligatoriamente cuando llevaba la sección Manga Zone en Superjuegos. Ahí sacábamos juegos de Shin Chan, y de otros mangas, mucho antes de que se conocieran en España

Tengo muchas marcianadas, como los juegos con licencia de Nintendo que salieron para el CD-i de Phillips. Me los regaló mi compañero de piso, The Scope, cuando se mudó. Se compró un CD-i cuando acababa de salir, creo que debió ser el único de España. Eso sí, estaba tan flipado con el cacharro que contactó con Phillips para poder hablar de sus juegos en la revista. Fue la única del país que llego a analizarlos. No se lo esperaban. Hasta nos llegaron a meter publicidad y todo.

Te gustan más las consolas.

Como coleccionista, es difícil resistirse a acumular consolas, aunque tengas pocos juegos para ellas. De hecho, tengo una 3DO y sólo tengo el FIFA y alguna que otra rareza japonesa para ella. También tengo una NEC PC-FX que le compré a un amigo, bastante bonita de diseño pero con un catálogo de juegos horroroso, plagado de morcillas FMV (de esas tengo bastantes). Una SuperGrafx con cuatro de los cinco juegos que sólo llegaron a distribuirse para ella. También un Famicom Disk que nunca he podido enchufar. Me gustan las consolas antiguas, las que yo llamo de diseño soviético: cuadradas, plasticosas y duras, como la Wii que ha salido en Canadá. Es lo más bonito del mundo porque parece del año 88, aunque le hayan capado bastantes cosas.

¿Usas mucho tu colección o no dejas que ni la toque el polvo?

Estos días he querido sacar consolas viejas y jugar con ellas, pero no soy capaz de encontrar la mitad de los cables que hacen falta, así que la mitad de las veces me canso y lo dejo. No soy capaz de encontrar la fuente de alimentación de la SuperGrafx, llevo varios días buscándola. Y luego tienes que enchufar el aparato en una televisión de las antiguas, porque en las nuevas se ve todo como el culo. Si lo piensas, al final es mucho más fácil jugar con un emulador, así que es lo que hago la mitad de las veces que quiero jugar a un juego antiguo. Hay que tener mucho espacio para tenerlo todo bien expuesto y a mano. No es mi caso. Cuando me da la vena de poner una consola antigua y empiezo a sacar cables, aquello parece un trastero.

¿Venderías tu colección? ¿Cuánto crees que vale?

Hay pocas cosas en mi colección que me daría pena vender. Me refiero a las que he comprado o conseguido yo. Nunca me desprendería de lo que me ha regalado mi familia, ni novia o mis amigos. Pero lo cierto es que miro ese millón de cosas que todos tenemos en casa y pienso: “¿Para qué coño me lo compraría?”. Te pongo un ejemplo, las ediciones americanas de los Lunar de Working Design. Eran ediciones muy bonitas, con una tirada muy corta. Yo los llamaba los juegos del paro, porque ya en el año 1995 pensaba que debía reservarlos para el momento en que me quedara sin trabajo; sería ahí cuando tendría tiempo para jugar con ellos, o si me veía muy apretado, pudiera venderlos. De lo que no me desprendería nunca sería de mi copia de Double Dragon de Megadrive. Tampoco creo que valga mucho lo que guardo en casa, habría que ir mirando poco a poco en eBay y esperar a que suene la campana.

¿Dónde compras los juegos?

Como todo el mundo, en la tienda o por Internet, que es más cómodo. Antes me gustaba mucho ir por las tiendas de barrio, las de electrónica y así, para ver qué encontrabas. Era como ir al Rastro. Había unos decomisos cerca de mi casa. Allí podías encontrar cosas muy raras y de dudosa legalidad, como el Street Fighter II de NES. Una vez compré una Atari Lynx II por 5.000 pesetas, pero sin caja, porque decían que se les había inundado el almacén y se había mojado la caja. Creo que es la única vez que he comprado algo con la certeza de que era robado…

La última vez que fui, hace ya unos años, tenían unas Game & Watch de Nintendo y quise comprar una. La señora que atendía me pregunto “¿Tu no serás uno de esos cabrones de Chollo Games (una tienda de compra-venta de videojuegos mítica en Madrid)? Me han contado que van por las tiendas de barrio comprando estas maquinitas y luego las venden a por un precio cuatro veces mayor..”. Avispada, la señora.

¿Cual es la que consola que más ilusión te ha hecho conseguir?

La Vectrex, sin duda. La que tengo fue un regalo de mi novia hace unas navidades. Lloré como un niño al abrir la caja. Llevaba detrás de ella desde los 9 años. Me la iban a regalar en mi primera comunión, pero justo una semana antes se dejó de vender. Y desde entonces he soñado con tener una. Ahora ya la tengo. Por fin.

¿Y el juego que destaca en tu colección?

Quizá Strider de Turbo Duo. Suelo comprar todo lo que se me pone a tiro de Strider, es uno de mis juegos favoritos. NEC iba a hacer una versión para Super Grafx, pero el proyecto se canceló y pasó a Turbo Duo. El juego quedó como el culo, es malísimo, pero es bastante raro. Si me hubieras preguntado hace unos años te habría dicho cualquier juego que tuviera firmado por su autor, como por ejemplo alguno que Kojima me dedicó, pero no creo que ahora tengan mucho valor, mas allá del sentimental.

¿Cual es la mayor mierda que has comprado?

Pagué en su día 15.000 pesetas por una edición de Policenauts de 3DO que sólo traía el disco piloto. Yo no lo sabía, el de la tienda me engañó. Con ese disco sólo podías jugar los veinte primeros minutos de juego. Luego el juego me pedía que metiera un disco que ya no tenía…ni tengo.

¿Por qué pagarías una fortuna?

Por un cabinet original de Out Run, el hidráulico. Creo que me moriré sin tenerlo. Pero tengo un plan alternativo: encontrar unos recreativos donde aun lo tengan, darle 30 euros al dueño y que me deje jugar toda la noche, hasta que me canse. Jugaría con el pijama puesto. Me da pena que ya no haya salones recreativos, porque me encantaría poder llevar a mis sobrinos a jugar allí. Se quedarían embobados al verlo, estoy seguro. Eso mola más que cualquier juego con graficazos.

¿Te gusta regalar juegos?

He sido muy descuidado y entre una cosa y otra me he cargado buena parte de mi colección dejando juegos que no me han devuelto. No los puedo reclamar porque no se ni a quien se los dejé en su día.

Cuando tengo que hacer un regalo, no me gusta mucho acercarme a una tienda y comprar un videojuego. Salvo quizás juegos antiguos. Tampoco tengo muchas oportunidades, porque mi hermano y mis sobrinos prefieren que se los preste y que les regale otras cosas.

¿Una saga que hayas coleccionado?

Ninguna en especial, pero es cierto que he comprado muchas versiones de las distintas entregas de Metal Gear. Compre una edición en EE.UU que incluía los tres primeros de PlayStation solo porque el primer juego venía en una caja de PS2. Son NTSC y aquí no se pueden poner, así que en la estantería los tengo. También he intentado comprar todas las entregas que he podido de los Ghosts ‘N Goblins de Capcom. Y lo mismo con Strider y Out Run.

¿Has pirateado alguna vez alguna consola?

Tengo la YES, esa NES clónica que me compré en un Continente hace 20 años. Tiene salida de cascos, traga cartuchos americanos y funciona como el primer día. Y tiene toda la pinta de que me va a durar otros 20 años.

La PSP la tenía pirateada medio sector porque sacaron una herramienta para capturar pantallas que era mejor que los kits que Sony nos pasaba. Era muy fácil de usar, apretando la tecla de la nota musical de la consola. Y además las capturas se veían mucho mejor.

También tenía una Dreamcast pirateada para jugar también a juegos japoneses y porque un amigo me pasó un emulador de SCUMM donde podía jugar a todas las aventuras gráficas de LucasArts usando el teclado y el ratón de la consola. El disco traía el juego Zak McKracken and the Alien Mindbenders, que es mi favorito. Era una versión del juego que se veía a 256 colores. Sólo se había editado en Japón.

Némesis, ese hombre

¿Tienes otra afición que no sean los videjuegos?

El cine, sin duda. Tengo una muy buena colección de películas en DVD, no sé ni las que tengo, pero hubo un época en la que coleccionaba películas de manera enfermiza. En el 98 conseguí, a través de un amigo, un reproductor de los primeros que salieron, que podía convertirse en region free. Cuando en España solo había  30 películas editadas, yo me compraba 15 o 20 en cada viaje que hacía a Canadá o EE.UU. Compraba películas antiguas que aquí no salían, porque las distribuidoras se centraban en las novedades. Costaban como unos 8 euros al cambio, una locura.

¿Alguna que dejaste con el paso del tiempo?

Ver partidos de fútbol, me gustaba mucho. Soy del Real Madrid. Llegue a estar incluso abonado un año. Acabé harto de volver a casa amargado y de discutir en el curro con gente de otros equipos. Desde hace unos años ni lo veo. Pero puedo decir con orgullo que estuve en la final de la Champions del 2000, cuando el Real Madrid ganó la octava en París.

¿Tu plato favorito?

El gazpacho. Me sale muy bien, la verdad, pero mejor le salía a mi madre. El mayor drama que ha sufrido este país es la aparición del gazpacho de tetra brik. Mi madre dejó de hacerlo en cuanto lo vio en el supermercado. Yo cocino poco, pero siempre hago las mismas cosas, así que a la fuerza han acabado saliéndome bien.

¿Una bebida?

Nada especial, cerveza y coca-cola. No me gusta el vino. Fue el mayor disgusto que le pudimos dar a mi padre, que era un verdadero enólogo.

¿Un proyecto profesional pendiente?

Montar un blog por mi cuenta. Aunque con la maña que tengo lo mismo lo hago y parece un blog del año 90, con fondos cutrongo y GIFs animados de aquellos… Tampoco pude colaborar en blogs de amigos porque tenía exclusividad con Zeta. Ahora por desgracia ya no.

¿Un tipo al que admirar?

Ahora que ya no es mi jefe, puedo decirlo sin que suene a peloteo. Marcos “The Elf “García es el tipo al que más admiro en este país. No he visto a nadie que se haya dejado la piel como él trabajando, nunca. Los responsables en las revistas dirigen y poco más, pero a Marcos le he visto hacer de todo, desde revisar la revista entera buscando dobles espacios en los textos a escribir artículos que te hacían caerte de espaldas. Y siempre con las mismas ganas que en su primer día. Aparte, es un tío que tiene verdadero amor por este mundo. Se pasa el día comprando juegos, es un coleccionista de los buenos. Le conozco hace 21 años y para mí es como un hermano. Lo único que le reprochaba es que cada vez escribía menos, una pena porque era, y es, muy bueno.

Fuera del país debo elegir a Julian Rignall. Es quien inventó el periodismo de videojuegos que todos conocemos. Su historia es muy curiosa. Le cogieron en Zzap!64 por tener el récord de puntuación en Defender, y le pidieron que comentara juegos para ellos. De ahí saltó a CVG y después hizo Mean Machines, una revista que adoro. Su estilo irreverente, enfocando las cosas con humor, tratando al lector como si no fuera un memo me encantaba, y es el germen de las revistas que todos conocemos. Julian es el que montó IGN con quince personas, y fíjate a lo que ha llegado ahora la web. A él le debemos casi todo lo que representa la prensa de videojuegos a día de hoy.

Mean Machines es tu revista favorita de videojuegos, pero ¿qué otra qué no hable de videojuegos te gusta?

Me gustaba mucho Premiere, la americana, pero la cerraron. Las pasaba canutas para encontrarla en Madrid, pero siempre que salía de viaje la compraba, aunque la mitad de las cosas que publicaban luego las sacaba Fotogramas…

¿Una web de videojuegos?

Me gustan muchas. IGN España me gusta bastante, aunque la gente se meta con ellos. Me gustaba la americana aun a pesar de los asnos que tenían allí criticando los videojuegos, así que desde que existe la española, que está a cargo de gente que conozco muy bien, la americana ni la visito. Vandal es estupenda, al igual que 3DJuegos, aunque la sigo menos, lo reconozco.

GamesAjare son cojonudos, me parto con ellos porque son muy cabrones, pero dicen muchas verdades. Lo cierto es que esto es una pregunta trampa, porque no querría dejar ninguna fuera. Tengo amigos en muchas de ellas y los admiro a todos.

¿Y una web que no sea de juegos?

Cracked.com, que es una web que hace rankings de memeces, de curiosidades históricas y cosas así muy locas. Te digo algún ejemplo: las diez batallas más estúpidas de la II guerra mundial, los ocho actores que siempre hacen lo mismo en los carteles de sus películas, los diez anuncios de videojuegos más estúpidos, los cinco episodios infantiles más terroríficos de la historia de la tele… chuminadas reales pero muy divertidas. Tienen aplicación propia en iOS y la miro todos los días.

[¿Usas las redes sociales?

Para el negocio de las revistas han sido bastante dañinas, ya que han devorado todo lo que estaba relacionado con noticias, que era una buena fuente de ingresos. La inmediatez manda y ahí lo tienen todo ganado frente al papel, al igual que los blogs y las webs. A mí me gusta Twitter porque te sirve para estar en contacto con tus lectores y que te cuenten qué les gusta y qué no de tu trabajo. Mi caso es curioso porque yo no tuve cuenta en Twitter hasta 2009, cuando empezamos a mirarlo con Xtreme, que tenía su cuenta.

Creo que los smartphones lo revolucionaron todo. Y sí, es verdad que hay mucho troleo, pero no distinto al que había en los foros de El Otro Lado cuando éramos más jóvenes y nos metíamos allí…

¿La última película que has visto?

La Jungla 5. Joder qué mala es.

¿La película que más veces has visto?

Pues creo que sería Despedida de soltero. Cuando tenía 17 años y salía con los amigos de juerga no sé cómo, pero siempre acabábamos la noche viéndola. Esa y las de La guerra de las galaxias deben ser las que más veces he visto, sí. Y mucha peli clásica, de John Ford, los Hermanos Marx, Billly Wilder, Van Damme…

¿Una serie de televisión?

American horror story me gusta bastante. No he visto aún la segunda temporada, pero tengo muchas ganas. La que no soporto es The Wire. Todo el mundo me dice que la vea, que es muy buena, que hay que darle una oportunidad. Yo ya le he dado dos, y no hay forma. Es un coñazo.

¿Cómics?

Si, me gustan mucho. Hace poco me regalaron el tercer tomo Omnibus de X-Men. Un maravilloso leñazo de 600 páginas.

¿Que música llevas en el móvil?

No me gusta mucho ir con música por la calle. Me he quedado viejo y eso se nota en mi tracklist. Mis gustos son muy normales: Metallica, Iron Maiden…pero lo que más suelo oír son cosas raras que me hacen gracia, como la versión de Common people de Pulp cantada por William Shatner. Esto lo vi una vez en Cracked.com y me la bajé. Es mejor que la original, te lo aseguro. O la versión heavy de Rasputín de Boney M, a cargo de Turisas, que ponían en un bar al que yo iba mucho antes… Oía mucho a Pet Shop Boys en los cierres. Era un hilo musical estupendo, porque me dejaba la mente libre para ponerme a escribir a toda pastilla. También me gusta mucho oír a la banda que tiene SEGA, la Sega band SST, que hacía versiones de la música de sus juegos. Tienen una versión en directo de After Burner que es tremenda.

¿Una banda sonora de videojuego?

Fácil, la de Out Run. Es la mejor de todos los tiempos. Son 4 temas, puede parecer pachangueo y todo lo que tú quieras, pero la pones y te alegra el día. Por eso es la mejor banda sonora de la historia. No se podrá comparar con las de Final Fantasy, pero ¿quién quiere oír la música de Final Fantasy de camino al metro?

¿Juegas en tu tablet o móvil?

En el iPad tengo mucho emulador. Aunque no hay dios que juegue. El control es una mierda. Hasta que no se haga más popular el iCade y similares y los desarrolladores puedan trabajar con él, no habrá forma de jugar en condiciones. Hay juegos muy buenos como Jetpack o Super Hexagon, fáciles de manejar y divertidos. Ahí está la clave.

¿Un lugar que recuerdes con especial cariño?

El salón recreativo que había en Gran Vía, pero no los Picadilly, que era el que todo el mundo conocía porque tenía una pista de coches de coque en la planta de abajo, no. A mí me gustaban unos que estaban un poco más arriba, porque tenían varias plantas y en la segunda había un cabinet original de Strider. Era una maravilla de sitio. Con rarezas como el Xexex de Konami.

¿El videojuego es arte?

Esto es una industria, eso es lo primero que hay que saber. Pero sí, claro que los productos pueden ser artísticos, cómo no. Lo que me saca un poco de mis casillas es esta moda sesuda que dice que los juegos deben tratar de temas de existencialidad, hacerte pensar, ser reflexivos…Para mí eso no es un juego; yo quiero pegar tiros y matar. A mí el rollo de Journey me parece muy bien, seguro que lo juego y hasta me gusta, pero qué quieres que te diga. Si tengo 20 minutos prefiero jugar a Double Dragon, es una cuestión de gustos.

Odin Sphere es bonito a morir; Shadow of the Colussus también, pero me da pena matar a los bichos para resucitar a la pedorra narcoléptica por el que bebe los vientos el protagonista. Flower me gustó pero no por lo artístico, sino porque era muy entretenido. El rollo este de transmitir emociones y tal, está bien, pero no va conmigo. A mi me gustan las chorradas, las locuras, que los juegos no se tomen en serio. Por eso me gusta gente como Suda51 o los de Platinum Games, que se toman todo a cachondeo. Si no existieran compañías como estas no sé qué juegos compraría hoy en día. Sería carne de recopilatorio.

Una última pregunta, confiando pillarte desprevenido. ¿Quién era Super Golfo?

Confesaré que yo empecé la sección de los gambazos en Mega Sega, y me encargué durante un tiempo del Super Golfo, pero luego le pasé los trastos a otro compañero, que es cuando las cosas empezaron a ponerse chungas. Su identidad nunca se sabrá, ya que las lió tan gordas en sus páginas que se ganó muchas enemistades con otros medios del momento. Yo, sin ir más lejos, me gané la antipatía de mucha gente de Hobby Press y eso que yo ya no escribía la sección. Me iré a la tumba con ese secreto.

No todos los días se tiene la oportunidad de intercambiar impresiones con uno de los mejores testigos del nacimiento, esplendor y delicada situación de la prensa del videojuego, así que le agradecemos enormemente a Bruno su tiempo y amabilidad. No nos despedimos de él sin pedirle una última cosa: que nos dedique el último número de GamesTM en el que ha participado. Desde Deus Ex Machina le deseamos lo mejor en sus nuevos proyectos para que siga divirtiéndonos y enseñándonos como ha hecho hasta ahora, durante al menos otros 20 años más. ¡Gracias, Maestro!