Indiefence

Indiefence es una web dedicada a la aventura gráfica independiente. Lejos del mundanal ruido se encuentran aquí distintas secciones teñidas de rigor, un rigor que se plasma periódicamente en su cuenta de Twitter cuando debate con otros usuarios sobre la inclusión de algunos títulos de Telltale en el género.

Las categorías de Indiefence describen el proyecto.

Su sección Qué se cuece informa de las novedades que el autor, Miguel R. Vervenza, considera interesantes, y en ella se nota la implicación en aquello de lo que habla: si se mencionan juegos nuevos se prueban sus demos, se presta atención al devenir de los proyectos según las fechas; la sección no es un trasvase de las notas de prensa que el autor pueda recibir sino un filtro de éstas a través de una concesión de tiempo y dedicación. Guste o no guste lo que Indiefence tenga que decir su independencia argumental se percibe nítida.

La terminología: la verb coin que popularizara The Curse of Monkey Island, el pixel-hunting como técnica de disuasión de búsqueda de objetos desde el desarrollo. En los análisis se reflexiona sobre la calidad de los puzles; si tienen sentido dentro del contexto narrativo o si dependen demasiado de él. En la categoría Divulgación se encuentran esta historia de la evolución de la interfaz, esta crítica a algunos de los puzles de New York Crimes crítica que mereció respuesta de uno de sus guionistas en los comentarios—, esta exposición de la calidad de uno de los puzles más famosos de la saga Monkey Island o un texto mayor dedicado al puzle al que ya le dedicaremos por aquí la extensión de palabras que merece.

En Indiefence subyace la idea de lucha: no, la interfaz point & click no tiene por qué identificarse sólo con la aventura gráfica; no, que un título esté desarrollado bajo el motor SCUMM no significa que tenga que usar un sistema verbal en su interfaz; no, no es necesario acudir a la edad dorada de las aventuras gráficas y a LucasArts cuando se habla del género. Indiefence combate los tópicos y por eso le dedica palabras a Thimbleweed Park bajo un tono sarcástico que el lector habitual reconoce como un compendio de todo aquello que el autor rechaza. En este texto de opinión el autor expone parte de los peligros a los que se enfrenta la labor crítica actual: la impostura de la crítica cultural, el desprecio por la labor de diseño de puzles en favor del campo narrativo, la prostitución de términos para lograr conquistas económicas, el desdén de los medios generalistas; y, a la vez, se expone esperanza en la labor de la crítica independiente y en unos tiempos de desarrollo —los actuales— mejor equipados que nunca.

Aceptar Indiefence es aceptar la crítica rigurosa pero apasionada de quien no quiere para su objeto de estudio nada más que progreso, de quien prioriza el crecimiento del videojuego como producto maduro a través del conocimiento y para ello entiende que debe alejarse de adornos e hipocresías, de búsqueda de éxitos y concesiones a la vanidad. No es, comparado con otros medios, poca cosa. Y por ello resulta imprescindible.

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