Las tres visual novels más destacadas del NaNoRenO 2016

Inspirado por el NaNoWriMo, el proyecto que anima a escritores de todo el mundo a escribir una novela completa durante el mes de noviembre, nacía, en 2015, el NaNoRenO, una maratoniana jam de seis semanas de duración que pretendía hacer lo propio con las visual novels y otro tipo de juegos con fuerte carga narrativa.

La segunda edición, la que ha tenido lugar este año, ha conseguido casi doblar el número de juegos que veían la luz y finalizaba el pasado 8 de abril con 78 entradas que pretendían mostrar todo el potencial narrativo de los desarrolladores independientes.

Los he probado todos. Bueno, vale, casi todos. Todos los juegos que estuvieran en inglés, que no dieran error al instalarlos y que pudiera usar en Windows. 73 visual novels en total. Tengo que decir que la cantidad no se ha traducido en calidad y, una vez más, se hacen patentes los clichés y la falta de originalidad que parecen ir siempre unidos al género. Entre tanto otome sin pretensión (prácticamente idénticos) y comedias románticas al estilo shojo, destaco, por razones muy diferentes, estas tres pequeñas producciones.

One Night Stand

El comienzo de One Night Stand te sitúa en una posición incómoda que, por sus posibilidades, ha comenzado a ser recurrente en las comedias románticas hollywoodienses. Así, el juego abre cuando nos despertamos una mañana en la habitación de la chica con la que —presumiblemente, porque no recordamos nada— nos hemos acostado la noche anterior. El juego pone a nuestra disposición una serie de acciones a realizar (o no) antes de que la chica que duerme a tu lado se despierte y de ellas dependerá nuestra posterior conversación con la muchacha.

Son muchos los factores que convierten a One Night Stand, de lejos, en el juego más interesante del NaNoRenO 2016. Para empezar y porque destaca a simple vista, sus animaciones rotoscópicas que lo sitúan a un nivel artístico completamente alejado, por original, de todas las demás entradas. Para continuar, el hecho de que no use su situación inicial para hacer comedia o para dar un halo de modernidad a la típica historia de romance, y para acabar, porque el juego se centra en reflejar, con todo el realismo posible, lo incómodo y violento que es despertarte e intentar reconectar con una persona, a la que en realidad no conoces, justo después de compartir momentos de mucha intimidad.

En cuanto a narrativa, One Night Stand pone a disposición del jugador varios finales posibles con la virtud de que todos ellos parecen naturales y, al igual que podría pasarnos en la vida real, nos dejan con la melancólica sensación de «¿y qué hubiera pasado si hubiera dicho…?».

One Night Stand es un intento de procesar y reflejar la realidad. Costumbrismo que despierta conscientemente los recuerdos de situaciones similares en el jugador para introducirlo en la historia y ponerlo en tensión. Propuesta tan interesante como refrescante.

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Who am I?

El comienzo de Who am I? no podía dejarme más fría. Se trata de otro thriller que se inicia con el protagonista despertándose sin memoria en una extraña y misteriosa habitación: ¿no es este uno de los tropos más extendidos en los videojuegos?

Me enfrenté con desgana a este relato de ciencia ficción distópica pero debo confesar que al final me ganó. No es sólo su historia —que pretende hacernos reflexionar sobre la justicia y la humanidad— sino su ambición, lo que lo hace diferente.

Junto con The Photographer, Who am I? es uno de los juegos más largos que ha dado el NaNoRenO este año, pero, a diferencia del primero, es su densa trama (y no sus imágenes), condensada en 7 capítulos y narrada mediante diálogos, lo que se lleva todo el interés. Who am I? destaca porque ha priorizado la escritura a todos los demás elementos y el resultado (dejando a un lado la desastrosa música) es un producto estimulante en el que, al igual que en un novela tradicional, el jugador tiene que poner imaginación de su parte.

Sin adelantar nada de la trama, puedo decir que el guionista ha intentado hacer todo lo más redondo posible y ha sacado partido de los defectos (como la falta de un artista que haga ilustraciones) de una forma bastante ingeniosa.

Sería bastante interesante ver cómo habría sido Who am I? de ser realizado fuera de una jam; con más tiempo para trabajar los diálogos (que en ocasiones, sobre todo en las partes cómicas o cuando el autor hace su incursión, parecen más propias de un fanfiction de mala calidad) para poder hacerlos más sutiles y menos literales. Aún así, se nota que los autores conocen el género y que tenían una historia completa y bien pensada que contar.

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Temperance

Parece que muchas veces olvidamos que aunque los videojuegos sean un medio joven sus usuarios no tienen por qué serlo. Es agradable ver que poco a poco los desarrolladores crecen y se animan a usar experiencias más maduras y situaciones adultas en sus historias. Ese es el caso de Temperance.

En Temperance somos Morgan, el padre o madre de una chiquilla de 3 años a la que debemos cuidar en solitario mientras nuestra pareja está fuera de casa durante varios días seguidos. El juego nos introduce en su rutina: en la mala noche de la niña —y por extensión del progenitor— seguida del desayuno, el aseo y la preparación para abandonar la casa a hacer las tareas. Es aquí, precisamente a la hora de irnos, cuando Tempe sufre una de sus habituales y agotadoras rabietas que, día sí y día también, afectan a la niña hasta el punto de hacer imposible el llevarla a la guardería.temperance

En el transcurso del juego, que abarca todo un día, nos enfrentamos a varios tipos de escenas: desde reflexiones sobre la manera en la que te cambian la vida los hijos, a rabietas de la niña intercaladas con observaciones más tiernas y amorosas. Temperance es una reflexión que, desde mi punto de vista (de persona sin hijos), muestra una visión bastante equilibrada entre las bondades y sacrificios de la paternidad/maternidad.

A pesar de que visualmente es bastante pobre y la música no es más que una excusa para evitar el silencio, Temperance sobresale por su sensible y honesta escritura.

Ya que el NaNoRenO va de narrativa, he intentado destacar juegos que brillan por su historia, mensaje o calidad literaria. Es por eso que me dejo en el tintero obras visualmente potentes o con un diseño cuidado que podrían, perfectamente, tener su espacio en otras listas. Entre ellas hay que nombrar la demo Astromantica, de la dibujante y diseñadora brasileña Karen García (bitmoo/missmoo) o Starlit Flowers que es, sin lugar a dudas, el juego mas cute y visualmente cuidado de toda la jam (en serio, miradlo, ¡es precioso! como un cuento infantil). ¿Has probado alguno de los juego del NaNaRenO?, ¿tienes algún favorito? Puedes encontrarlos todos aquí.

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Marta Triviño

A pesar de ser de letras optó por estudiar ciencias para que su biografía contara con algunos buenos giros dramáticos. Ha vivido en Suecia, trabajado en una granja y escrito guiones para el programa de radio 'El Color del Cine' de la emisora malagueña Onda Azul. En este momento colabora asiduamente en 'Canino' y en 'Objetivo:Cine'.

  1. moisesjbc

    Hace tiempo cuando leí el artículo me guardé «One Night Stand» en mi lista de pendientes y estuvo cogiendo polvo hasta hoy. Sólo quería pasarme a agradecer la recomendación después de disfrutarlo 😉

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