Dame cultura o muere

El título de mi artículo mensual es una broma velada recordando un anterior artículo en el que hablaba sobre la censura. Uno de los argumentos que he llegado a oír usado contra la industria del videojuego por quien la critica sin conocerla es que «no aporta nada positivo» hacia quien la disfruta. Si en otros artículos despreciaba las críticas que recibía el videojuego, comentando de pasada los benignos efectos psicológicos y hasta psicomotrices que el invídiduo recibía debido a su uso, hoy quiero profundizar en un detalle no menos importante: la cultura.

Recuerdo en mis años mozos empecé a darle duro a un tipo de estrategia más vital y enérgica que mi amado Civilization, probando el  rompedor Age of Empires II. Frente a su primera parte, que causó furor, el dos motivó una auténtica revolución no sólo por su renovado aspecto gráfico, conservando no obstante la esencia de la primera parte, sino también por el alto contenido histórico que el juego contenía.

Y es que, curiosamente, la primera asignatura que suspendí en el colegio fue Historia. Y curiosamente, pese a que no recuerdo mucho de la Historia que haya aprendido en el colegio, sí recuerdo bastante de las cosas que aprendí gracias a Age of Empires.

Por ejemplo, fue el primer sitio en el que escuché el término «fuego griego«, referido a una poderosa arma que consistía en una mezcla de petróleo (o mejor dicho, una variante menos «procesada») y creo recordar que salfumán, de tal forma que al dispararse contra los barcos éstos comenzaban a arder sin remedio, pues incluso sobre el agua el fuego griego seguía llameante, sin apagarse, tal era su efervescente composición. Si habéis visto el penúltimo episodio de la segunda temporada de Juego de Tronos sabréis a qué me refiero.

Juego de Tronos: La Batalla del Aguasnegras – Game of Thrones: Battle of the Blackwater

Age of Empires

Un brulote incendiando otros barcos.

También fue el Age of Empires el que me acercó al conocimiento del Imperio Bizantino. Recuerdo además que era la única civilización (creo, puede que hubiera otra más) que permitía el uso de torres con cañones incorporados, siendo letales en la defensa contra los temibles elefantes persas, o por ejemplo recuerdo también la palabra catafracta, que servía para definir a aquellas cabalgaduras acorazadas, temprana visión medieval del concepto de «tanque», realmente duras y resistentes en el combate.

Catafracta

Las temibles catafractas.

No fue en Historia donde aprendí que los Hititas, una civilización anterior a la época griega, sufrió precisamente su declive y posterior desaparición por culpa de los griegos, sufriendo invasiones coloniales terribles.

Antes mencionaba el Civilization, y fue el juego que me hizo entender por primera vez la magnitud de las grandes obras que el ser humano era capaz de crear, como por ejemplo con las Maravillas:

Civilization II: Maravilla del mundo "Programa Apollo"

Civilization II: Maravilla del mundo "Capilla de Johann Sebastian Bach"

Civilization II: Maravilla del mundo "Facultad de Isaac Newton"

Civilization II: Maravilla de mundo "El Coloso"

Fue el Shogun Total War el que me enseñó que el Japón de los samuráis y el honor vio mermada su integridad y su estilo de vida con la llegada de comerciantes portugueses y holandeses, dispuestos a mostrar a los catetos locales las bondades de la pólvora a cambio de la posterior instalación de iglesias, creando un interesante cisma entre las familias japonesas al dividirlas en dos bandos morales: los que no aceptaban la intromisión religiosa de los extranjeros y los que sí lo hacían a cambio de una definitiva ventaja militar.

Shogun Total War

La introducción de la pólvora en Japón divide el Imperio del Sol Naciente al proponer, a cambio del comercio de armas, la aceptación de iglesias.

Bioshock, sobre el que algún día escribiré un artículo como se merece, deslumbró al mundo por, entre otras cosas, su cuidadísima estética submarina. Y profundizando, aprendo más sobre arte que en todas las clases parecidas que en mi educación adolescente haya tenido, descubriendo que la tendencia artística preponderante en Bioshock se hace llamar Art Déco, que surge en una época de revolución tecnológica, con el lanzamiento de los famosos zepelines, usando para ello muchas curvas para enfatizar el aspecto aerodinámico de las grandes estructuras diseñadas, en oposición al Art Nature más naturista y orgánico.

Bioshock Art Déco

El estilo Art Déco de Bioshock

God of War ofrece una lección magistral sobre todo el Olimpo, presentándolo con sus deidades más conocidas.

Assassin´s Creed II y Brotherhood ofrecen un precioso espectáculo sobre la Italia del Renacimiento, con la Venecia que, tras alegres festivales de máscaras, oculta un terreno pantanoso, o esa Roma llena de ruinas, con los guardias cubiertos de armaduras que aún emulaban las de las legiones de antaño. Y es que a cada monumento que transites, surge un nuevo documento de texto que te detalla de forma sucinta pero eficiente dónde estás. Pura Historia. De la buena. De la que se queda.

Assassin's Creed 2 – Venecia (City tour view) PC

Red Dead Redemption ofrece un precioso prisma desde el que observar el contraste de la más pura y americana época western frente a la llegada del ferrocarril y de la tecnología.

Red Dead Redemption – Gameplay Series: Life in the West – Español

Fue Battlefield el que me hizo reconocer en los combates entre insurgentes sirios el característico cargador cuadrado de la M60, tan popular en la guerra de Vietnam que ahora los turistas que visiten la tierra del Vietcong pueden probar cómo era la experiencia por un módico precio:

M60 in Vietnam….

Fue el Guitar Hero el que me descubrió algunas canciones que nunca hubiera descubierto de no ser por ellos:

Guitar Hero 3 – Through The Fire and Flames 100% Expert (FC) – Dragonforce (HD)

La adaptación de Blade Runner lograba sumergirnos con exquisito acierto en el épico mundo cyberpunk de Philip Roth:

Blade Runner GamePC Intro Español

Juegos como Monkey Island o Simon the Sorcerer, por citar algunos ejemplos de los muchos que hubo, nos hizo cambiar la manera de pensar con respecto a la influencia del humor en nuestras vidas, al estilo de Terry Pratchet en la narrativa moderna.

Monkey Island 3: los piojos del capitán Rottingham

¿Cuánta madera roería un roedor, si los roedores royeran robles?

Simon The Sorcerer 2 – La Partida de Rol (Primera parte)

Ecco the dolphin te introducía en las arcanas leyes del mar, con los sonidos acuáticos meciéndote entre la aventura y los peligros.

Ecco the Dolphin (HQ) – Stage 1: Start

Podría seguir y no pararía nunca. El mundo subliminal que de cada uno destiñe nos atrapa y secuestra, taladrando nuestra mente y haciendo cada vez más grande el hueco que a los videojuegos tenemos reservado en el corazón, ese hueco ornamentado con heroicidades y construido sobre todos los múltiples pensamientos que horas y horas de diversión han generado.

No me jodas, los videojuegos son cultura.

Guillermo G.M.

Fundador de Deus Ex Machina. Ha escrito en Desarrolloweb.com, Sphera Sports, Mondo Píxel, OchoQuince Magazine, Jot Down, Fuera de Series, El Butano Popular o Indieorama. Ha dado ponencias centradas en la historia del desarrollo independiente y en el indie fomenta la conciencia social.

  1. Felpudito

    yo tambien con el AoE aprendi mucho de las civilizaciones antiguas y feu asi que me dio por investigar mas sobre estas, buen articulo-

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  2. anchuela

    El cine, la televisión… son medios perfectos para lo didáctico por su espectacular basada, sobre todo, en lo visual. Los videjuegos amplifican esta capacidad por su interactividad y también por su reiteración (gustosa, todo sea dicho). En el artículo no se indica, pero tampoco se niega y por eso pregunto: ¿Son los videojuegos cultura de por si? Yo estoy mas por el no que por el si. Lo mismo tenemos debate para rato.

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  3. Mith

    Lo mismo tenemos debate, sí, porque para mí claramente el videojuego es cultura 😛

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  4. RetroMaquinitas

    Sin tampoco querer entrar en un debate sanguinario, tengo tan claro que los videojuegos pueden ser un factor clave en el desarrollo del aprendizaje especialmente en niños y adolescentes que tu artículo, a base de experiencia personal, no hace más que ejemplificarlo de forma entretenida 🙂

    Estoy contigo Mith, desde mi visión son cultura. Y para explicarlo es tan simple como usar una de sus definiciones (aunque la cultura sea algo tan difícil de limitar o de definir como el arte, con fronteras extremadamente difusas). Cito textualmente del libro «Cultura: Una reseña crítica de conceptos y definiciones» de Kroeber y Kluckhohn, definiéndola como «Los conjuntos de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social, incluyendo los medios materiales (tecnologías) que usan sus miembros para comunicarse entre sí y resolver sus necesidades de todo tipo». A mí me queda bastante claro que los incluiría dentro de la misma.

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