La esclavitud de lo social

Sé lo que estáis pensando en este momento: «¿pero este tío qué dice? El título es una contradicción en sí mismo». Puede que no falte razón a lo que pensáis, pero me he dado cuenta hace poco de una realidad que me ha estado rodeando y he descubierto tarde, ya que ese tipo de juegos nunca los he tocado. No me gusta utilizar las palabras casual y hardcore para referirme a juegos y/o jugadores, pero en este texto voy a tener que usarlas para intentar exponer mi «descubrimiento» (seguro que la mitad de los que lean el texto ya lo sabían) e intentar explicar qué me parece esto.

Los primeros indicios que capté en este tema vienen de hace muchos años desde el Facebook. Pero como yo siempre he sido un asqueroso y cabrón insufrible, rechazaba todos los eventos y todas las solicitudes de juegos, y nunca pude comprobar cómo funcionaban, o cómo iba el tema. Pero según he podido ir viendo con el paso de los años y encajando esas piezas, algunos de los juegos tienen un tiempo en el que tienes que volver a entrar y así poder hacer la siguiente acción, esa que te dará otro tiempo para que a las X horas vuelvas a entrar… y así sucesivamente.

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Con la de cuidados que necesita, es casi como tener una granja de verdad.

Con la nueva generación de teléfonos que introdujeron los smarthphones, me empecé a mosquear. Muchas veces estaba con mis amigos, y sacaban su teléfono para abrir una aplicación, hacer unos cuantos toques en la pantalla, y salir de nuevo. Más tarde me enteré de que la mayoría jugaban a juegos del Facebook (o hermanos gemelos para versiones Android) y para aprovechar más el tiempo de cuando por ejemplo plantabas cosas o mandabas construir un edificio, lo hacían con el móvil. Pero mi sorpresa e idea de hacer este texto ha sido mucho más reciente, específicamente con el lanzamiento de Animal Crossing New Leaf (Nintendo, 2013) para 3DS.

Estaba el otro día con unos amigos que habíamos quedado para vernos, tomar algo y de paso darle un rato al Monster Hunter de la 3DS. Para mi sorpresa, uno de ellos ya empezó diciendo «pero yo a las 18:30 me tengo que salir un momento, que he quedado con uno de mis vecinos del Animal Crossing…». Esto ya me sonaba raro, pero lo más extraño y gracioso fue que estábamos cazando tranquilamente, y se nos echó el tiempo encima. El acto de mi amigo fue salirse de la partida en marcha, cambiar el juego, y meterse al Animal Crossing. Pero para su desgracia, llegaba un minuto tarde, y su vecino se había enfadado y le había regañado, y en ese momento se puso de mal humor.

Se vende directamente como "Una segunda vida".

AC se vende directamente como «Una segunda vida».

Ahora pongamos el ejemplo contrario. Y para eso pongamos un juego que está en boca de todos desde esta generación, ya sea para hablar bien o para hablar mal: Call of Duty. La gente que quiere jugar a Call of Duty, entra, se une a una partida, y a repartir tiros por doquier. Así de sencillo y simple. Así se puede pasar solo diez minutos, o cinco horas, que cuando se canse, se saldrá de la partida, y no tendrá ninguna notificación ni ningún temporizador que le indique a qué hora tiene que volver a jugar, o a qué hora tiene que entrar para que su soldado no se muera de hambre y pierda monedas o similares. O podríamos poner el ejemplo de mi compañero Mith y su Battlefield 3.

Esos juegos que son llamados hardcore aunque seguramente a lo largo de los meses sean juegos a los que juegues muchas más horas, son juegos que te dejan mucha más libertad y no te «obligan» a entrar a una hora concreta o un número de veces para conseguir tal objetivo. Se avanza premiando al jugador con su habilidad. En cambio en los juegos casual me he dado cuenta de que no se premia al jugador por su habilidad, sino por su continua atención o por los amigos que tengas que te manden ciertos objetos necesarios para continuar.

Su primo Alfredo no le ha mandado madera suficiente.

Su primo Alfredo no le ha mandado madera suficiente.

Cuando se juega a un videojuego, creo que se juega por diferentes motivos: diversión, una buena historia, algo realmente sorprendente y revolucionario…. ¿Los que se dedican a jugar tanto a los juegos «sociales» por qué lo hacen? Lo único que se me ocurre ahora es que lo hacen para ser superiores a los otros jugadores teniendo más edificios, más vacas o más dinero acumulado que los demás. Es exactamente lo que hacen muchos hardcores comparando sus logros o trofeos: medir quién la tiene más grande.

Ahora me pregunto, ¿es eso divertido? Sé que la puntuación ha vivido junto a los videojuegos siempre, y en Tetris por ejemplo, superar la puntuación de los demás era el único objetivo que tenia el juego… pero como digo, en Tetris se superaba la puntuación por la habilidad del jugador, no por el número de clicks, la de tiempo libre que se tiene para entrar, o la suerte que tienes en la ruleta de un juego.

TGM 3 Tetris Arika !!! Invisible Tetris

Con esto no quiero regañar u ofender a nadie sobre los tipos de juegos que juega, pero creo que el número de estos juegos me está empezando a alarmar totalmente, ya que es verdad también que los que juegan a algún título de este tipo terminan no solo jugando uno, sino varios diferentes pero todos iguales. Podría también meterme en lo adictivos que llegan a ser estos juegos, que luego tienen cosas especiales que solo se consiguen con dinero real, y que encima mucha gente lo terminará pagando o no tendrían tanto éxito estos juegos, pero eso ya casi daría para otra opinión más.

Jugad a lo que queráis, jugad cuando queráis y jugad el tiempo que queráis, pero nunca seáis esclavos de un videojuego.

  1. Narfm

    Creo que la última frase refleja a la perfección el objetivo de los videojuegos: entretener. Nada más allá de eso.

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  2. Wogker

    Para mi el juego mas «casual» al que he jugado y que causó verdaderos estragos en mi vida, a todos los niveles, fue Travian y sus tiempos para volver, muy adictivo. Vuestro buscador dice «not search results» aunque supongo lo conocereis. Felicidades por la web, aquí teneis a un nuevo habitual.

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