Prensa del videojuego: La crítica a la crítica

Intentaré no faltar el respeto a nadie en las próximas líneas (cosa que me costará, y mucho). Estoy cabreado, bastante, lo suficiente como para dedicar todo este texto al tema. ¿Con quién? Gentes de redes sociales, gentes de foros, gentes sin educación. Y sin respeto al trabajo de los demás, tampoco. Más en concreto, hablo de la crítica, y no de la crítica al videojuego, sino la crítica a la crítica. Es decir, a la prensa del videojuego. Por supuesto, no me refiero a la crítica constructiva (que siempre debe haberla, debe existir para la mejora de servicios/productos) sino al descrédito y el minusvalorar el trabajo ajeno.

Quizá este periodismo no madura porque no le dejan, porque no se deja fermentar y se intenta destruir, desde frentes bien distintos. Por un lado, aquellos que desdeñan cualquier cosa que no proceda del pequeño blog, del proyecto incipiente de cabecera independiente. Los que dicen que todos los grandes nombres (que seguramente, años antes, habrán leído) que llevan más de una década en el sector no son más que vendidos de las distribuidoras, personas que dicen lo que el maletín les indica. Por supuesto, presunción de inocencia y tal. El trabajo que realizan distintos blogs que no ven un solo euro, por esa misma razón, es de agradecer en la mayoría de casos, y en otros tantos, por la calidad de los textos, motivo de vítores y aplausos digitales, pero el trabajo realizado por ALGUNOS de estos medios no debe ser detonante del desprecio al trabajo realizado por profesionales.

Por otro lado, el propio lector de esos medios (mal llamados generalistas, pues aún dista mucho la prensa videojueguil de ser para todo el público) hace el mismo «trabajo» que los anteriores nombrados, incluso insultando y faltando el respeto de diversas formas, porque el juego en el que acaba de gastarse 60 euros no tiene «la nota merecida» o porque el análisis no trata tal tema o aquella cuestión. El colmo es el usuario que pone verde al redactor de turno por la crítica de una exclusividad que, por casualidades de la vida, no es para su consola. Aun así, sigue leyendo día tras día las cabeceras de los artículos publicados en el medio para compartir sus opinión de desdén hacia el redactor o el medio en Twitter, y si es muy valiente, incluso en el foro.

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Aun así, ninguno de esos dos casos es el que más me escama, el que hace que me lamente por el estado de la prensa del sector en nuestro país. La crítica entre distintas revistas, portales web y blogs. Ahí es donde radica el problema, la falta de seriedad y, por encima de todo, de colaboración. En un mundo lógico y colaboracionista no existiría el descrédito de un medio a otro, sino el apoyo entre ellos, ayudándose a crecer mutuamente. No existirían esas puñaladas por la espalda que vemos entre compañeros, quizá no tanto en sus textos, pero sí en sus vídeos o podcasts.

Y a mí, en muchas ocasiones, se me quitan las ganas de leer la prensa. Me vaya a una revista u otra, a una u otra web, a uno u otro blog, tarde o temprano encuentro esas tensiones, más propias de niños o adolescentes que de adultos que han conseguido alcanzar su sueño de trabajar en lo que más quieren. Y no hablemos ya de leer foros, pues al igual que se me quitaron las ganas en su día de jugar online por la actitud ofensiva de muchos jugadores, de un tiempo a esta parte la misma situación ocurre con los foros de debate, que realmente no son más que una trinchera donde defender la opinión personal a base de insultos y mencionar la madre ajena. En algún momento de mi corta vida, mi padre me dijo algo así como «no hagas lo que no te gustaría que te hicieran»; estar un buen puñado de días trabajándome un análisis y que alguien venga a decirme que no tengo ni idea del juego, que soy un vendido y demás acusaciones con falta de pruebas, personalmente no me haría mucha gracia (de hecho, le desearía chinchetas en el escroto). Quizá haya que presuponer la inocencia en lugar de la culpabilidad.

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Eso sí, algo de culpa quizá tengan los redactores, jefes de sección, analistas, críticos, columnistas y otros tantos. Hay que dejarse de noticias insustanciales, de declaraciones de Pachter, de soldados que no pueden jugar con su consola, de análisis de 350 palabras, de análisis de 11 páginas, de comparativas insulsas entre consolas, de rumores, de booth babes, de especulaciones; y apostar por los reportajes trabajados, por las retrospectivas, por los monográficos, por las críticas descriptivas de todos los valores del producto, por los debates, por las entrevistas con chicha (en lugar de entrevistas que tan solo intentan vendernos un producto), incluso si me apuras, por las impresiones previas con algo de especulación, pero bien trabajadas; la redacción de noticias citando fuentes, que rara vez se hace si la información proviene de un medio nacional; el debate organizado entre personalidades de los medios y hasta charlas de formación para aspirantes a entrar en el mundillo. Hay mil y una formas de lavar la cara de la prensa del sector de cara a los lectores y al mundo. Y el consumidor debe aprender a valorar todo ese trabajo, debe pedir ese trabajo, y debe pagar por ese trabajo. De no ser así, no se ofrecerá ese trabajo, y se harán oídos sordos cuando tan solo un puñado de personas pidamos contenido de mayor calidad.

Sueño con leer este texto dentro de diez o quince años, y pensar en cómo ha cambiado todo: en cómo se valora la información más trabajada por encima de la inmediata y fugaz, de cómo han surgido nuevas cabeceras con estos valores por bandera, de cómo han crecido las actuales revistas o portales web que han hecho las cosas bien. En definitiva, de ver que realmente existe el periodismo centrado en videojuegos, y de que el mundo lo vea como una rama más, al igual que el cine, la música, el deporte, la economía… Y para ello, por supuesto, hace falta la crítica y la sugerencia, pero de forma respetuosa y constructiva. Menos insultar al prójimo, y más ofrecer alternativas.

  1. De la Hoz

    Se da una paradoja, y es que cuanto más se especializa la crítica de videojuegos en tener como única referencia su propia idiosincrasia más sectaria e inútil se vuelve. Hace años leí a John Tones en la recordada y añorada Xtreme sobre lo poco que traslucía en muchos redactores cualquier afición que no fuera exclusivamente los videojuegos. No digo que haya que meter con calzador cualquier referencia a otros medios o embellecer a capón un texto con recursos literarios si no lo necesita, pero sí que aprecio al periodista que además de jugar dedica su tiempo de ocio a otras cosas y demuestra inteligencia suficiente como para currarse asociaciones de ideas que otros no pueden intuir por falta de bagaje.
    En gran medida eso también sucede con el lector medio, cuya soberbia le impide ver en ese tipo de prensa una oportunidad de educarse y relativizar su odio pajero.
    Es la maldita obsesión por demostrar que se es UN GAMER. Por reafirmarse en su nicho antes que compartir.

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    • Narfm

      La verdad es que nunca había pensado sobre eso que comenta, pero totalmente de acuerdo. Y el problema de hoy día es que se dice mucho el «ser un gamer», que suele traducirse en «juego a CoD y hago vídeos en Youtube».

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  2. De la Hoz

    Los problemas son varios. De entrada, jugar a CoD y subir videos a youtube no tiene nada de malo por sí mismo. Otra cuestión es que desde la prensa y redes mongoloides se fomente nuestra tendencia natural a recluirnos en grupos afines, llevándolo a un extremo que por otra parte también se da en la fauna pajera cinéfila o tebéil a lo largo y ancho del globo (por supuesto, también en sectores más reflexivos donde es tendencia mirar por encima del hombro si se te ocurre confesar que lo flipas con EL PRO). La especialización no me parece mal porque cada uno decide gastar el tiempo en lo que le da la gana. Bien distinto es que seamos tan influenciables como para dejarnos someter y seducir por el marketing, creando la falsa sensación de que LO NUESTRO (tanto da el nicho al que pertenezcas) es LO AUTÉNTICO.
    Pero sobre todo me refiero a que en demasiadas ocasiones se habla antes de industria que de productos. De fenómenos, nichos, impacto y ADN antes que de obras.
    Por supuesto que valoro un tipo de análisis estructural sobre el videojuego como ente, pero debería ser algo complementario. En realidad eso es lo que tu mismo denuncias en el artículo.
    Y es una puta encrucijada; ¿quien educa realmente a quien?

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  3. Víctor

    Comprendo la crítica vertida en este artículo, pero discrepo. Justificaré mi postura:

    La prensa de videojuegos en España no existe. Un periodista busca y utiliza fuentes primarias o cercanas, no saca la mayor parte de sus noticias de otros medios. En este país no hay industria, por el momento; por ello resulta casi imposible hablar de videojuegos de primera mano. Los recursos económicos de las grandes webs o revistas de videojuegos son cómicamente minúsculos en comparación a sus equivalentes en otros países. Literalmente no hay dinero para tener reporteros que escarben noticias en el lugar en el que se producen: Japón, EE.UU., Francia, Inglaterra, Alemania. La falta de información, incluso se hace patente en nuestra propia casa: los medios extranjeros saben más de estudios como Mercury Steam que nosotros mismos.

    Los medios de videojuegos son, en sí, entretenimiento. Vemos contenidos insustanciales, chicas en bikini y chorradas similares porque su función es la de entretener, sin más pretensión. Para poder ser un medio de prensa, primero hay que constituirse como tal.

    En cuanto a las críticas; la mayor parte de contenidos que se desarrollan en las página web o revistas de este tipo son artículos de opinión. Ningún análisis es objetivo. De hecho, los análisis están escritos desde el punto de vista de un usuario hacia otro usuario. No hay nada académico en esto. Nadie nos habla en profundidad de la soltura en la programación, de los entresijos del diseño del juego, ni de cosas similares desde un punto de vista técnico. Por decirlo de otro modo; nadie habla objetivamente de cómo está hecho el juego, sino de cómo entretiene. Por esa regla de tres, ¿quién es el redactor de turno para decir que tal juego es una obra maestra o una auténtica basura? Él, pese que probablemente cuenta con un buen nivel de escritura, tiene un criterio igual de válido que el lector que está leyendo el artículo. Nadie puede decirle a un jugador que ese juego que le ha encantado es una puta basura. No hay un criterio absoluto para hablar de videojuegos, como tampoco lo hay a la hora de criticar música, cine o arte.

    Por otro lado, está el tema de las críticas. Se supone que los redactores de los medios escriben para centenares de personas. Cuando desarrollas una actividad como esta, debes estar preparado para las críticas. Es literalmente imposible caerle bien a todo el mundo y jamás coincidirás con el criterio de absolutamente todos tus lectores/oyentes. La gente que se queja o que critica, lo único que quiere es que se valoré su opinión; demostrar que tras lo que haya escrito o dicho el redactor, hay más puntos de vista. Estoy de acuerdo en que existe el fanatismo pero, ¿qué importa eso? La opinión de todo el mundo es válida. No somos autómatas; somos personas y, en este caso, opinamos de productos -no lo olvidemos-.

    Existen muchísimos medios con líneas editoriales totalmente opuestas. Los hay consoleros, peceros, nintenderos… Existen tantos porque hay lectores de todo tipo que desean leer opiniones afines para reforzar su criterio. Esto es algo muy humano y, aunque exista una «prensa del videojuego» profesional y cualificada, esto va a seguir existiendo.

    Creo que lo importante es tener claro qué somos: entretenimiento. Hacemos que la gente pase un rato divertido; ya sea riendo, compartiendo opiniones o, tal vez, criticando. Hay que tener los pies en la tierra y, sobre todo, respetar incluso al más crítico; pues esa persona merece también ser escuchada.

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    • Narfm

      En primer lugar, respecto a que no existe el periodismo de videojuegos en este país: estoy en parte de acuerdo, pues sí es verdad que la mayoría de noticias se extraen de medios extranjeros si no son notas de prensa y demás (que no es algo que no se haga en los demás tipos de periodismo, aunque en menos medida) pero también es cierto que el periodismo no son solo noticias, sino reportajes, artículos, debates y, en este caso, crítica.

      En cuestión al tema de la crítica, por supuesto que una crítica siempre va a ser subjetiva. Pero creo que la opinión subjetiva de alguien con mucha experiencia (el crítico) tiene más valor que la del lector, en la mayoría de casos, bastante menos experimentado. Respecto a la crítica al propio crítico, ya lo comento en el artículo: son bienvenidas tanto críticas positivas como negativas, pero siempre desde el respeto y proponiendo cambios o, al menos, informando de qué es lo que está mal; es la crítica basada en el insulto lo que me parece una falta de respeto tanto al trabajo como al trabajador.

      Los dos últimos párrafos, totalmente de acuerdo.

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      • Víctor

        ¿En qué se diferencia el crítico del jugador habitual? Ambos hablan del juego desde el punto de vista de n usuario. No he visto, hasta ahora, un crítico que fuera desarrollador. Mismo en el cine, los que hacen las críticas son periodistas que han visto bastantes películas, pero ara alguien que sepa cómo se hace, se llegan incluso a leer barbaridades.

        En mi opinión, un sueldo no te hace más capaz a la hora de analizar juegos. Tal vez sí en el lenguaje o las formas, pero tu criterio no será muy diferente al de un tipo que lleva toda la vida jugando. De heco, incluso tal vez sea peor en el caso del periodista, puesto que en gra número de situaciones son obligados a jugar títulos que ni siquiera les interesan. Por ejemplo, un tipo que analiza un Railroad Tycoon sin tener idea de juegos de gestión y sin disfrutar de los trenes. Luego el usuario amante de la gestión y los trenes ve que su juego favorito recibe un 6. A eso me refiero con respecto a la subjetividad. Es imposible ser objetivo al 100% porque en este mundo se valoran productos siempre desde un punto subjetivo. Lo que me divierte a mí tal vez aburra a miles.

        En definitiva, creo que el factor prensa en España debería explorar el periodismo de calle para crecer. Los contenidos de opinión siempre recibirán críticas, porque para eso existen. A mi modo de verlo, eso es lo mejor de escribir y lo que hace que te sientas vivo cada vez que lo haces.

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        • Narfm

          Totalmente de acuerdo. Respecto a lo de «mejor opinión», me refería en comparación con el chaval que quizá llega jugando tan solo un puñado de años. Por lógica, tiene menos experiencia que el redactor que lleva lustros machacando botones.

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  4. Mith

    Añadir que estoy de acuerdo con De la Hoz, y si tocara, con John Tones. Aprecio muchísimo al que es capaz de otorgarle al videojuego el matiz cultural que le corresponde, sobre todo si es capaz de relacionarlo con otras ramas culturales como el teatro, el cine o la lectura.

    Alguien que solo enfoca sus palabras desde el videojuego se pierde la oportunidad de enriquecer sus pensamientos y sus escritos con todo lo que hay ahí por conocer.

    Por citar un ejemplo, es distinto hablar de Hotline Miami si has visto Drive o Taxi Driver que si no lo has hecho, como es distinto hablar de Civilization si has leído libros de Historia a si no.

    La cultura enriquece también a la hora de hablar sobre videojuegos.

    En cuanto a la crítica en sí, yo cada vez estoy más harto de la infoxicación que recibimos diariamente. Con tanta información y tanta opinión es difícil luchar contra las ganas de acabar aceptando únicamente lo propio, tal es el vendaval que a uno se le suele venir encima, y creo que es el motivo por el que los medios acaban cerrándose a los demás, volviéndose fanáticos. Habiendo tanta información, necesitamos pensar que la nuestra es la mejor.

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  5. RetroMaquinitas

    Me gusta este debate, pero es algo sobre lo que se podría hablar largo y tendido. Se ha hablado de temas muy románticos – a mí también me gustaría que algún día fuéramos capaces de ponernos de acuerdo como especie para el bien común – pero la realidad es muy dura cuando juntamos personas y periodismo (o medios).

    La objetividad no existe. Y en un mundo cada vez más globalizado, lo que ocurre es que la comunicación está en manos de las grandes corporaciones. Los grandes presupuestos que manejan los títulos más promocionados no permiten margen de error, puesto que la cagada lleva a la bancarrota. Me gustaría que los medios usaran datos, los contrastaran y referenciaran, pero esto no ocurre y por esto no suelo tener en cuenta a los medios, empezando por lo absurdo que es puntuar una obra de arte. ¿Habéis pensado alguna vez en qué pasaría si alguien pusiese nota a los cuadros de una galería? Entonces, ¿por qué diablos puntuamos libros, películas o videojuegos?

    Por otro lado, lo que citas de las opiniones a base de insultos, de yo sé más que tu, y todo esto a base de nicho como dice el propio De La Hoz. ¿El problema de fondo? Que la ignorancia es atrevida. Además, como más conectados estamos, más alejados de la realidad, lo que provoca un afán de protagonismo, una falta de cariño. Así, más de uno quiere llamar la atención, cuál niño en un berrinche.

    Amigo narfm, siento decirte que creo que nunca veremos este escenario ideal en el que soñamos, que seguramente nos tendremos que quedar llorando en un rincón, pero no por eso debemos dejar de tenerlo como ideal.

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    • Narfm

      Quizá en lugar de quedarnos llorando en el rincón, debamos consumir contenido de calidad y nosotros, que desde esta web tenemos esa oportunidad, crearlo (que, de momento, se está haciendo). Además, yo creo que cuando el adolescente que lee «prensa videojueguil» madure, se convierta en adulto, probablemente pedirá ese contenido de mayor calidad que muchos demandamos hoy.

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  6. Pablo

    Estoy de acuerdo con todos, la verdad que desde hace mucho leer blog, paginas web o foros es siempre lo mismo.

    Antiguamente, si cuando no habia internet, si si habia un mundo sin internet 🙂 , esperabas en los kioskos la salida del numero de amarras para devorar que ponia en esos gloriosos numeros, pero ahora ………….. no hay ni esa pasion ni esas ganas, internet se lo cargo.

    Otro problema es la cantidad de informacion que hay en la red, web, blogs, podcast, foro, tantos medios contando lo mismo que para diferenciarte hay que hacer algo especial para conseguir seguidores.

    FELICIDADES por el articulo.

    pero el problemas tambien es la cantidad de

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