Artículo Especial sobre la Lista de la Revista Time (2/2)

Proseguimos en esta segunda parte del artículo especial sobre la revista Time.

Fernando García (Lee)

Solo con escuchar que alguien hace una lista de los mejores videojuegos de la historia da mucho miedo. Este tema tiene polémica asegurada, ya que es muy difícil que todas las personas hayan jugado a todos los juegos y luego, claro está, los gustos de cada jugador. Nunca toda la gente estará de acuerdo en cómo es esa lista. ¡si todavía hay debates sobre el mejor juego de la historia!

Para empezar, ver que la lista es de la revista TIME  para mí ya le quita credibilidad. Después de verla hay que admitir que hay juegos que están bien ya que supusieron algo en la industria, pero la lista tiene grandes fallos. Que un juego sea muy vendido o muy jugado no quiere decir que sea un juego histórico. Hay modas, y ahora estamos viviendo una reciente con los Call of Duty. World of Warcraft es el mismo caso: podrá enganchar mucho al jugador, pero como juego de rol es… ¿cuántos jugadores de WoW se han pasado Baldur’s Gate?

La lista es muy genérica, ya que muchas veces se nombra el título general de la saga, y no qué entrega. Reconozcamos que todas las sagas han tenido sus momentos buenos y malos. Así que ver en la lista “The Legend of Zelda” o “Castlevania” deja mucho que desear. En el caso de Zelda, los primeros títulos de la saga han servido de inspiración para cientos de juegos que han venido después, pero ahora es una saga perdida y no tiene rumbo fijo. En el caso de Castlevania tiene muy buenos títulos como el IV, alguno de DS o los Lord of Shadow de ahora, pero todo fan de la saga sabe qué títulos olvidar por lo malos que fueron.

Pero bueno, vamos al tema. Lo primero que canta en la lista son las aventuras gráficas clásicas que faltan: Monkey Island o Indiana Jones por nombrar un par. Si avanzamos un poco más en el tiempo se ven juegos como Civilization pero creo que faltan otros como Age of Empires. Pasando a juegos más actuales es curioso no ver a Devil May Cry o un juego por el estilo, ya que es relativamente un genero nuevo el Hack’n’Slash. Es curioso ver algún juego indie en la lista como Cave Story (juego que me encanta) pero no le pondría en ella, casi pondría más al adictivo Bit.Trip Runner.

En definitiva sabemos como funcionan estas listas, hoy en día hay mucho marketing en todos los sectores (cine, libros, música, videojuegos…) y normalmente no representan siempre la calidad, sino lo famoso que es algo. Personalmente no me gusta la lista, y creo que hacer una lista de los 100 mejores es exagerado. Sería más correcta hacerla de 20 o 30 juegos simplemente. Creo que la revista TIME se tendría que dedicar a dar solo el premio a la persona mas influyente del año, y aun así, sigue siendo de risa.

Francisco Pérez (Cloudy)

Bueno, es mi turno. Me voy a limitar a comentar alguna ausencia de la lista que bajo mi punto de vista es obligatoria al estar hablando de los 100 mejores juegos de la historia, así como la presencia de algún que otro juego que es bastante sorprendente. Pero en listas de este tipo ya se sabe, la subjetividad está a la orden del día y es muy difícil elaborar una lista en la que esté de acuerdo todo el mundo. Por mi parte, empecé a jugar a juegos a mitad de los años 90, y aunque he probado alguno de los juegos que aparecen de décadas anteriores, me parece que no tengo datos suficientes como para hablar con propiedad de ninguno de ellos. Entrando en los 90, lo primero que puedo apreciar es que no tienen en cuenta secuelas que podrían estar perfectamente en esta lista. Por ejemplo, está el primer Resident Evil pero no el segundo, o la séptima entrega de Final Fantasy (como ya comenté en mi artículo, aparece siempre que se habla de los mejores de la historia) pero no la octava. Tanto FF8 como RE2 son juegos que perfectamente podrían estar ahí, pero parece que han optado por incluir una entrega de cada saga. Otro dato a comentar es la falta de plataformas, cuando por aquella época los había y muy buenos. Veo Super Mario 64, obviamente no podía faltar, pero no está ninguno de los Crash Bandicoot, que creo que debería ser obligatorio. La presencia de Final Fantasy Tactics es algo que también me choca bastante, ya que es un gran RPG táctico pero los hay bastante mejores. Ya entrando en los 2000, sorprende que no esté un juego que ha sido MUCHO para esta generación como es Uncharted. Que, sin embargo, sí incluyan títulos como Angry Birds o Wii Sports me hace pensar que es una lista que también tiene en cuenta la repercusión social que ha causado el juego. Al parecer, es una lista que intenta ser objetiva buscando el basarse en la repercusión social, en ventas, e intentando no repetir entregas de la misma saga para evitar posibles fanatismos. Esto es algo que conviene destacar, pero aún así se deja juegos igualmente importantes, por lo que no podemos llamarla ni mucho menos «la lista definitiva».

Iván Carlo Alcañiz (Chanchi)

De 1970 y 1980 no controlo mucho, pues nací en el 1991 y empecé a jugar «en serio» sobre el 2000, por lo que mi rango de acción es limitado.

1970 es adecuado, ¿quién no ha jugado alguna vez a Pong, Breakout, Asteroids o Space Invaders en una máquina recreativa? Por mucho que hayas nacido después de 1970, si no has jugado alguna vez a estos juegos (solo o con amigos, ahí no me meto) no mereces llamarte «Gamer» (Yo no me considero Gamer y los he jugado)

Referente a 1980, Pac-Man, Super Mario y Pitfall, me parecen más que adecuados, ya he dicho que no controlo mucho, la verdad, desde mi ignorancia, quitaría a Galaga de la lista, más bien por que considero que no hay mucha evolución desde Space Invaders de 1970, la mecánica de juego es la misma. Por lo demás y aparte de los 3 dichos arriba, Tetris, ¿quién no ha jugado al Tetris en su vida?, si ha creado tal precedente que se vende hasta en las máquinas de «9999 in 1» de todo a 1€, y cómo no meter en esa lista a Castlevania, Legend of Zelda, Metroid y Mega Man si han sido los precedentes de toda su saga (con millones de seguidores a lo largo del mundo).

Llegamos a 1990, y el primero que nos encontramos es el «Solitario», a ver… no digo que no se meta en una lista de juegos de 1990, pero en una lista de los ¿100 mejores juegos? Venga hombre, vale que nos hayamos pasado las horas muertas jugando a esto, pero de ahí a…. bueno, en fin, siguiente. De aquí conozco bastantes Sonic The Hedgehog, Street Fighter II, Mortal Kombat (menudos piques en casa de mi primo) pero algunos solo de pasada como Tomb Raider, Super Mario 64, Metal Gear Solid y Grim Fandango, ya bien por que los caté posteriormente al 2000 o por que solo he oído hablar de ellos (como es el caso de Grim Fandango, al que llevo queriendo jugar la vida, pero no tengo tiempo).

Bueno, aquí ya parece que controlo algo, década 2000, nada mas empezar la lista, me encuentro con cosas que no me gustan, para empezar Deus Ex, no me malinterpretéis, Deus Ex me gusta y mucho, lo que no me gusta es que no lo he podido jugar (está junto con Grim Fandango en pendientes), seguimos, Los Sims… ¿Lo dices en serio? «Los Sims», al igual que el Solitario, no me parece un mal juego, pero de ahí a meterlo en «los mejores juegos», lo siento pero no. Para mí «Los Sims» no se merecen ese grado. También nos encontramos con Counter-Strike (ay madre mía qué tiempos, y qué piques en clase, y yo con doble pipa…) qué decir del Counter no hace falta un juego con graficazos para divertirte en lan, aunque si te gustan los gráficos siempre puedes descargarte algún mod, que hay a montones (PDTA: ¿De verdad nadie se ha fijado en que la URL está mal?, Al parecer iban a meter el Super Smash Bros Melee, pero se han decantado por el Counter-Strike).

Guitar Hero… me encanta Guitar Hero, pero, yo no lo metería aquí, revolucionó el control con una guitarra con botones, y ya, no más, para pasar un rato divertido «feel like a Rockstar» pero ya no más, por ende Rock Band tampoco lo metería (eso sí, los piques entre amigos delicatessen de la buena eh). World Of Warcraft… (os doy permiso para ir afilando las hachas) no lo metería aquí tampoco, vale que tenga millones de seguidores, vale que se puedan comprar cosas y vale que algunas cuentas valgan lo suyo, en tiempo y en moneda, pero no. Porque considero simplemente que lo que me ofrece WoW, me lo ofrecen otras alternativas como Cabal Online o League Of Legends, nada más, así que para mí, este debería estar fuera. Espera… he visto algo y no me lo creo… ¡Portal!, ay que se me salta una lagrimilla, ¿Como no se podría meter este juego en la lista? Si ha revolucionado las físicas de los videojuegos. Y por fin, llegamos a Angry Birds, si, me gusta, es más, mi anterior entrada trata sobre ellos, pero no lo metería como uno de los mejores juegos, comprendo y entiendo que ha sido una revolución por su forma de usar el control táctil por la nueva moda de jugar en los smartphones y tablets, pero de ahí no pasa, es un juego para echar un rato en el bus.

Y de 2010 me callo, que de ahí no controlo.

Supongo que más que a juegos, se referirán también a sagas, pues de Deus Ex, me ha faltado Deus Ex:Human Revolution, de Guitar Hero, destacaría el Guitar Hero III:Legends Of Rock, de Portal, metería los dos Portal y Portal 2. Echo muy en falta Assassin´s Creed y Mirror’s Edge, sobre todo Mirror’s Edge, Assassin’s Creed, simplemente porque me gusta la saga por su historia, la idea del «Animus» me atrae bastante, pero Mirror’s Edge… vale que no fuera un exitazo de ventas en su momento, pero ¿de verdad nadie entiende su mecánica de juego? Entre tanto shooter suelto y tanto Assassin’s, un juego en el que eres un «Runner», simplemente alguien que lleva mensajes de un sitio a otro de la ciudad y que bebe directamente de un deporte «artístico» como es el «Parkour«, un deporte que significa «El arte del desplazamiento» algo que también se hace presente en Assassin’s Creed, pero de otra forma distinta. En Mirror’s Edge es mas «real», mas verdadero. Si jugáis, entenderéis mi opinión perfectamente.

Guillermo G.M. (Mith)

Pong

Una de las maneras de argumentar que un juego ha sido grande es decir que, por su extrema simplicidad, es un juego rejugable así pasen mil años. Y ciertamente un excelente ejemplo de ese tipo de argumentación lo representa el Pong. ¿Podrá ser un juego más sencillo? Dos barritas, cada uno en un extremo, golpean con tesón una bolita con el ánimo de que el otro no llegue con la necesaria velocidad a poder de devolver el golpe. Una especie de tenis. El juego procura habilidad (según con qué parte de la barra impactes en la bola ésta tomará una dirección u otra) resistencia física (continuo vaivén de golpes, es decir, de movimientos de teclado, ratón o mando) y mental (la continua tensión de tener que mover la barra de forma precisa para no tragarte tú el golpe).

En la encuesta que prepara la revista Time hay un 96% de participantes que se muestra a favor de su inclusión en la lista. Y es que pese a sus gráficos, de estilo minimalista (poco hay que contar en esta historia) el juego, debido a su sencillez, no requiere especial aprendizaje ni habilidades. Cualquiera en cualquier momento puede disponer de una versión parecida del juego y entretenerse jugando un rato. Y esa es la esencia de la idea de juego, ¿no? Entretenerse. Por ello, me parece obvia y acertada su inclusión en la lista.

 

Pacman

Pac-Man

 

Pac-Man es un juego que, como muchos de los más famosos juegos antiguos, suele tener claros los conceptos, habitualmente sencillos, para dar pie a una idea cada vez distinta. En este caso el concepto sencillo es éste: debes comer las bolas del escenario, pero te persiguen. Comiendo bolas más grandes, se cambian las tornas. Y ese es el concepto básico y apetitoso de Pac-Man, la venganza. Sí, tu intentas recorrer el mapeado comiendo las bolas chicas, con los fantasmas cada vez aprisionándote más y más, montando su trampa. Pero mira tú por dónde, que llegas a una bola grande, ¡y ahora la cosa cambia! Los perseguidores se convierten en perseguidos, y los fantasmas son engullidos para viajar a su «repositorio espiritual» donde necesitarán cierto reposo antes de volverse de nuevo corpóreos. Ese concepto, el de la rapidísima transición de estados, la velocidad con la que la amenaza que te persigue se convierte ahora en perseguido, es el concepto rey de Pac-Man. Todos en nuestra vida hemos saboreado la idea de la venganza, y en menor o mayor medida nos hemos vengado de alguien. Pac-Man se alimenta de esa idea, y te permite saborear esa sensación cuando quieras. De nuevo, los más grandes juegos de la Historia parecen coincidir, al menos en su temprana edad, con aquellos que triunfan debido a su simplicidad. Sólo un 1% de los votantes de Time no parecen pensar lo mismo.

 

Tetris

Tetris

 

Sólo un 2% de los votantes de Time parecen estar disconformes con su inclusión en la lista. Tetris es un juego que, de nuevo sencillamente, nos trae la idea del encaje de piezas. Debemos encajar las piezas, pudiéndolas girar, para que al aproximarse a las otras haya una desaparición de celdas, si es que éstas están próximas y pertenecen al mismo color. Por ello, jugaremos simultáneamente con dos ideas: la colocación física y la colocación por color.

La colocación física nos permite ir colocando las piezas más o menos geométricamente ordenadas. Sabemos que si sobrepasamos una altura máxima, el juego acaba, por lo que uno de nuestros objetivos es huir de la idea de colocar todas las piezas en uno de los lados, favoreciendo el excesivo crecimiento de nuestra estructura, y por ello acelerando el fin. La colocación física nos ayuda a equilibrar la estructura, modelándola, poniendo las fichas más o menos en ambos lados, intentando lograr una homogeneidad simétrica que nos dará resistencia y tiempo antes de crecer demasiado.

La colocación por colores nos permite favorecer el que las piezas que se amontonen y coincidan en color desaparezcan. Por ello giraremos las piezas e intentaremos favorecer la próxima colocación de éstas.

En el escaso tiempo en el que la pieza aparece y comienza a descender debemos tener en cuenta ambas colocaciones. Debemos tener en cuenta dónde sería mejor colocarla si queremos favorecer la colocación física, y dónde si queremos favorecer la de colores. Y evidentemente, siendo ésta la chicha del juego, no coincidirán ambas posiciones prácticamente nunca. No sólo eso. Al irse amontonando las piezas una detrás de otra, acechando el techo asesino, disponemos de un «tiempo» limitado, por lo que no se trata sólo de pensar dónde estaría mejor esa pieza en el momento exacto de su aparición, sino dónde estaría mejor «en conjunto». ¿Qué pieza puede salir después que nos perjudique la estructura? Por ello, no sólo debemos pensar en la pieza que tenemos ahora, sino en la que pueda venir después.

Toda esta complejidad mental resume los escasos segundos que dedicamos a poner cada pieza. No obstante, de forma distinta al Pac-Man, donde en algún momento sabíamos que la suerte iba a estar de nuestro lado, aquí no podemos vencer. Se trata simple y llanamente de una lucha contra el tiempo. Nuestra motivación será comentar al vecino o amigo cuánto tiempo hemos durado, apretujándole el orgullo, para que éste se motive a superarnos.

 

Solitario

Solitario

 

El autor de este artículo en la revista Time se permite hacer la gracieta de que si nunca has usado Windows por haber usado Mac, nunca podrás haber disfrutado de la tranquilidad y el confort de este juego. Aquí comienzo a discrepar seriamente con la revista Time, ya que, efectivamente y como dice el autor, quién ha tenido Windows y quién no ha jugado al Solitario en extremos ambientes de aburrimiento. Volvemos al comienzo. ¿Un gran juego es aquel al que han jugado muchísimos jugadores al menos una vez en su vida? Difícil de decir. ¿No tendría acaso el mismo éxito cualquier otro juego que se hubiera incluido genéricamente en los Windows? ¿Acaso no se ha jugado mayoritariamente a Solitario simplemente por coincidir el que muchos jugadores hayan estado muy, muy aburridos y hayan compartido este sistema operativo? ¿Simplemente por ello debería incluirse en la lista? Y es que además el juego es casi estúpidamente aburrido, dependiendo prácticamente en su totalidad de que haya suerte en la distribución de las cartas, ya que quien conozca el funcionamiento del juego comprenderá la tediosa mecánica que lo maneja. Por ello, es solo el factor suerte el que te permitirá ganar o no. ¿Puede un juego ser tan aburrido como para plantearte la victoria solo si tienes suerte, y pese a ello, triunfar? Que el 35% de los votantes de la revista Time estén de acuerdo conmigo es llamativo. Solitario no me parece un gran juego, ni siquiera un buen juego. Es más, discuto siquiera que sea un juego, ya que niega la posibilidad de usar ninguna habilidad más que el contínuo clickeo de las cartas, dependiendo absolutamente de la suerte. Sí, es famoso. Sí, hemos jugado todos. Pero no ayudó a revolucionar nada, y su mera inclusión es un insulto para todos los restantes videojuegos que alguna vez se hayan creado.

civilization

Civilization

Teniendo un gran apoyo de los votantes, un 85%, la verdad es que hablar de este juego toca mi fibra sensible, ya que debo reconocer, aquí y ahora, cierta adicción.

– Buenas. Me llamo Mith.

– ¡Hola, Mith!

– Llevo cuatro meses sin tocar el Civilization II.

Aplausos.

Y lo cierto es que la continuación de este juego me abrumó por completo, logrando que siguiera jugando durante años y años y años, disfrutando como un tonto de las partidas de este juego de estrategia por turnos. Me sé de memoria el escenario de la Segunda Guerra Mundial, y es más, me sé de memoria los movimientos precisos que, con tanques, debo realizar en el primer turno de los nazis para ocupar Francia prácticamente en su totalidad, preparando el territorio para la dura invasión de Gran Bretaña, obscenamente protegida con mucho potencial marítimo y aéreo. Tendría que esperar, acabando con los partisanos y con los españoles, apaciguando al oso ruso, para acceder a los cohetes SAM para comenzar a ametrallar la defensa británica, expectante al descubrimiento de la Energía Nuclear para arrasar a ese cabrón de Churchill. Y todo eso manteniendo la tregua con los rusos, que en realidad siempre quisieron pillarme por el flanco derecho y arrasar con sus siberianos tanques, y forzando la investigación para que Churchill no me insertara por mi ario culo los mismos misiles nucleares que, con esperanza, esperaba meter yo en el suyo.

Sid Meier revoluciona el mundo de la estrategia por turnos creando el Civilization, uno de los mejores juegos/sagas de estrategia de la Historia, añadiendo componentes como la política, siendo posible cambiar de sistema de gobierno por actualización o por conveniencia, ya que por ejemplo no era muy cómodo tener una Democracia cuando entrabas en guerra, ya que los ciudadanos, ahítos de libertad, se permitían indicarte que ese no era el camino del progreso, haciéndose necesaria una urgente transición hacia el comunismo, que arreglaba esos asuntillos menores de la rebeldía y la libertad de prensa con sobrada eficacia, aportando además veteranía en asuntos de espionaje.

Aún recuerdo, a mis 14 años, hacerle preguntas a mi padre sobre la diferencia entre República y Democracia.

El juego además permite a las distintas civilizaciones poseer distintos caracteres, siendo por ejemplo los Babilonios extremadamente pacíficos, y siendo los Vikingos extremadamente agresivos. A menudo dichas personalidades destrozaban sus propias civilizaciones, siendo por ejemplo los Babilonios fácilmente conquistables debido a su ingenuidad, e igualmente los Vikingos debido a sus aceleradas ansias de conquista. No. A quien había que temer era a los Chinos, como en esa partida en la que, siendo aliados, por error destruí una unidad suya en un ataque nuclear, rompiendo en el siguiente turno nuestra alianza ellos, y aplicándome un serio correctivo basado en helicópteros. Al turno siguiente, sufrido el castigo, la alianza se recomponía, pues los Chinos se mostraban orgullosos de su superior poderío, y no necesitaban, en su ataque hacia mí, mostrar más que claramente enseñarme lo rápido que a mis ciudades podían llegar, caso de que accidentalmente otro misil nuclear derribara la más inútil de sus unidades.

Eso era miedo.

Y ese, como muchos otros conceptos del juego, permitía que efectivamente cada partida fuera un mundo, una nueva experiencia, permitiendo una brutal rejugabilidad, añadiendo además muchísimos conocimientos sobre historia, política, o sobre en general el Ser Humano.

Juego Básico en la historia de la estrategia por turnos, su inclusión en la lista me llena de alborozo, y mucho me alegro de que no haya sido uno de esos juegos cuya ausencia me haya visto obligado a comentar.

Sonic

Sonic

Los grandes duelos de la Historia. Ahora vivimos el de Messi y el de Cristiano Ronaldo. Podrían sacarse muchos ejemplos. Y en los 90, Sonic y Mario, distintos y parecidos, luchaban por la supremacía.

Nintendo y Sega se disputaban el trono con estos juegos, y voy a hablar de Sonic ya que en su momento me decanté por Sega y su Megadrive.

Sonic tenía una cosa que Mario no. Su velocidad. El espigado y erizado erizo corría y corría a través de los escenarios, siendo capaz de agacharse en carrera para convertirse en una bola azul que surcaba aún más veloz los distintos suelos, acabando con los enemigos que en medio hubiera.

Unos escenarios fantásticos, enfocados en un argumento de origen naturista (el maquiavélico Robotnik contaminándolo todo y secuestrando animales para convertirlos en maléficas criaturas) permiten a Sonic mostrarnos la capacidad que tiene ya un juego para movernos de un punto a otro con saltos vertiginosos y movimientos angulosos.

Sería ya en su segunda parte cuando se añadiría la opción de «coger carrerilla», y en el tres cuando aparecería Knuckles.

Actualmente prostituido, Sonic y Sega ocuparon en su momento estelares lugares en el entretenimiento de los bits, y fomentaron la inclusión de la Megadrive como una de las mejores consolas de todos los tiempos. Por ello, me parece acertada, correcta y necesaria su inclusión en la lista.

Street Fighter II

Street Fighter II

Street Fighter populariza los juegos de pelea con acertado equilibrio de personajes más o menos fáciles de manejar con otros más complicados pero a la vez satisfactorios. Los personajes, cada uno con sus historias, combaten en sus escenarios con sus mayoritariamente muy atractivas melodías luchando por hacerse un lugar en nuestras preferencias. Y es que es difícil elegir. Tenemos a Ryu, paradigma del honor japonés, y Ken, su versión americana y juerguista, con sus ya mainstream Hadouken. Tenemos a Guile, vengativo  teniente de las fuerzas aéreas en busca de venganza por la muerte de su amigo a manos de Bison. Tenemos a Chun-li con sus larguísimas piernas. Tenemos los estirables miembros de Dhalsim, capaz de generar fuego. Tenemos a Zangief, con sus complicadas maniobras de presa, o a Vega, con sus españoles saltos y vericuetos acrobáticos en busca de la puñalada que le haga sonreír bajo su máscara. Tenemos a Sagat con su temible parche, y a Bison, malo de malos.

Todos los personajes se hacen carismáticos y presentan sus propias atrayentes historias, en un juego que destaca por sus cuidadas ilustraciones y que consigue crear en el gamer la necesidad de aprenderse la teoría de la técnica más compleja de Zangief para poder restregársela en la cara al vecino, logrando la consecuente mueca de superioridad.

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Final Fantasy VII

Final Fantasy VII

Mucho cariño ha generado este juego en muchísimos jugadores. Y es que la enorme banda sonora combinada con la agridulce y naturista historia que se nos cuenta logra atraernos a la búsqueda de Sephirot, ese personaje que Cloud por motivos no del todo claros persigue. El personaje de Aeris se nos clava en el corazoncito desde el mismo comienzo del juego (desde que la vemos en la intro) y los acompañantes como Barret o Tifa logran convertirse en nuestros amigos y compañeros de aventura y travesuras.

La trama, que pese a acudir a los maniqueísmos rehuye la simplicidad, nos mete de lleno en la lucha contra los gobernantes contaminantes poniéndonos en la piel de un grupo terrorista que busca un mundo más limpio.

Aún hoy, pese a sus gráficos poligonales, el juego sigue despertando mi aprecio, sobretodo al escuchar esas preciosas melodías que, al surcar los aires del mundo que el juego nos plantea, nos invaden los oídos.

Un juego que popularizó el RPG oriental en occidente, creando una nueva tendencia aún vigente. Por todo ello, veo necesaria su inclusión en la lista.

Grim Fandango

Grim Fandango

Un 58% de votos en contra tiene Grim Fandango. ¿Demasiado? La verdad es que Grim Fandango es un pedazo de juego, una correcta modernización de las aventuras gráficas, excelente crisol de cultura mexicana mezclado con todo lo que tiene que ver con la muerte. Y es que «Manny» Calavera, el protagonista, es un agente de muertes, que debe adjudicar a la gente distintos servicios de recompensa por la vida que haya tenido.

Sí, sus diálogos funcionan, su estilo 3D (de los que empezaron con el 3D en la aventura gráfica) también. Entonces, ¿por qué tanta opinión en contra? Y es que hay que tener en cuenta la hiriente ausencia de Monkey Island en la lista, auténtico vademécum de todo un género explotado como es el de las aventuras gráficas. Y es que es tan grande el mundo generado por Ron Gilbert en Monkey Island que hay un montón de seguidores esperando siempre otra continuación de Guybrush Threepwood. Puedes probar a escribir en cualquier sitio que Ron Gilbert está pensando en hacer un nuevo Monkey Island, y podrás pronto sentir la ola de indignación de sus seguidores insultándote por mentir, sabedores de que su creador, el querido Ron, está ya en pensando en otras cosas, como en The Cave.

Es curioso, pues, este caso, ya que Grim Fandango es un buen juego, un gran juego, pero no es probablemente uno de los mayores referentes de la aventura gráfica, y es especialmente dolorosa su comparación con Monkey Island, que sí, indiscutiblemente, debería estar en esta lista. Lo siento, «Manny», pero Guybrush tiene más derecho que tú.

Starcraft

Starcraft

Tras el éxito de Warcraft, Blizzard decide rizar el rizo y crear Starcraft, con ideas parecidas, pero en el espacio. Y es que Blizzard es un auténtico mago a la hora de crear mundos, como con su aclamado World of Warcraft.

Starcraft causa furor, logra numerosos premios y hacerse un hueco enorme en el mundo de los cibercafés y del juego multijugador en general. ¿Por qué?

La clave es la división de tres razas. El modo campaña se divide en tres, cada una de ellas con diez misiones, a través de las cuales, y con una cuidadísima trama (con nada que envidiar de las series de HBO) vamos explorando cada una de las razas, con sus unidades, edificios y tecnologías características. El fondo de la historia, terriblemente atrayente, yace como poso en todos los combates multijugador que hagamos, resultándonos fácil sumergirnos en el furor de los Terran contra los asesinos Zerg, en la mente letalmente pacificadora de los Protoss o en la mentalidad grupal del Enjambre Zerg. En segundo lugar la propia caracterización de las razas, que es sencillamente brutal, como en pocos juegos he visto.

Y es que cada raza no tiene nada, absolutamente nada que ver con las restantes. Para empezar podemos observar los edificios, todos por supuesto diferentes entre sí. Los Terran son capaces de moverlos a otros sitios, favoreciendo tácticas rápidas de movimiento, y pueden además repararlos si sufren daño. Los Zerg generan larvas que a su vez pueden transformarse en edificios (brutal concepto, ¿eh?) pero sólo si donde quieres construir hay «baba generadora» Zerg, generada a través de los propios edificios. Es decir, la «baba» va recorriendo el suelo, y extendiéndose, amplificando poco a poco el terreno en el que se puede construir. Por último los Protoss, normalmente más caros en cuanto a costes, recubren sus futuristas estructuras con escudos de energía, que pueden regenerarse después de ser dañados (ojo, solo el escudo, que no la estructura).

Analizando lo distintas que son las estructuras entre las razas, es fácil imaginar la profunda diversidad que entre ellas hay en el juego, y adentrándonos en las unidades nos damos cuenta de que efectivamente los Terran serán más proclives a la profundidad táctica del movimiento (con ayuda de los silos nucleares) o a la defensa (con combinaciones de torretas de misiles y búnkeres), los Zerg serán más proclives al sencillo asalto por la fuerza en plan acometida salvaje (de hecho el término rush tiene como uno de sus significados «precipitar», y es el popular nombre de una táctica de Starcraft en multijugador, consistente en, mayor pero no únicamente, lanzar rápidamente dos zerlings al comienzo de la partida esperando ser suficientes para acabar con la escasa estructura defensiva del otro jugador), y los Protoss, en general más caros y poderosos, permitirán moverse ampliamente entre la defensa y el ataque, si logran superar el inicial obstáculo del coste.

Perfectamente equilibrados, los jugadores de Starcraft eligen sistemas distintos de ataque, según sus preferencias por las distintas características de cada raza. Los jugadores, así, son libres para elegir un completo estilo de juego, uno de los máximos objetivos que todos los videojuegos ansían tener. Starcraft logra arrasar por ello en el mundo del videojuego multijugador convirtiéndose en un referente durante muchos años. Por todo lo comentado parece justa su inclusión.

The Sims

The Sims

¿Existe algo más estúpido que jugar a un simulador de la vida real? Porque esa es la premisa de The Sims, permitiéndote llevar el control de un familia y de recrear sus vidas, trabajos, amores…Puedes dar fiestas, matar a los personajes (con el conocido truco de quitar la puerta de la habitación), fomentar o perjudicar las relaciones sociales…Es fácil opinar que, en vez de simular la vida, ¡lo suyo es que salgas a la calle, maldito nerd , y vivas la vida real!

The Sims logra atraer a mucha gente para que gasten horas y horas de su vida simulando una vida que en la realidad están perdiendo, causando furor el concepto y haciendo que muchos analistas se preocupen y debatan sobre la verdadera utilidad del videojuego. Si en principio el videojuego busca entretener y distraerte de la vida…¿sigue teniendo sentido que juegues a simular una vida en la que los personajes, a veces, buscan entretenerse y distraerse de la vida? ¿Dónde acaba la vida? ¿Dónde empieza la simulación?

Un debate reflexivo interesante que propició el éxito de The Sims, y aunque personalmente es un juego que me parece tan útil y entretenido como pasarte los días conectado en Facebook, entiendo, aunque no comparto, su inclusión en la lista.

Grand Theft Auto III

Grand Theft Auto III

Grand Theft Auto III lleva a la cima el concepto de sandbox (caja de arena), ese estilo de juego en el que, con mucha libertad, puedes moverse sobre un terreno muy grande, teniendo en general muchas acciones (misiones, descubrimientos) a realizar.

Este juego ayuda a popularizar y (des)mitificar el concepto de violencia en los videojuegos. Es el Pulp Fiction de los videojuegos. Unos buenos gráficos, una buena historia, y esa perenne sensación de transgresora libertad hacen de GTA III un referente en el mundo de los videojuegos, y logran la consagración de Rockstar, que después llevaría el sandbox al límite con el San Andreas, crearía un precioso capítulo western con Red Dead Redemption (que en mi opinión se merecería otro sitio en esta lista) o contemplaría la turbia década de las mafias de los años 40 y 50 en Los Ángeles, al más puro estilo James Ellroy, con L.A. Noire.

El sandbox es ya un género propio, y gracias a GTA, cuyas siguientes versiones son carne de hype y admiración por parte de aquellos que más disfrutan hacer lo que les apetezca en un mundo creado exclusivamente para satisfacer al jugador (y con Hot Coffee más aún).

Counter Strike

Counter Strike

Stacraft es al multijugador de estrategia lo que Counter Strike al multijugador shooter . Creado inicialmente como Mod del Half-Life, pronto su sencillez crea todo un mundo de clanes sedientos de headshots popularizando la división entre buenos y malos. Los cibercafés, de nuevo, se llenan de chicos agitando sus AK-47 en busca de su próxima víctima, creándose torneos y competiciones. Su fluidez permite jugar de forma rápida y efectiva con unos gráficos bastante logrados para el tiempo de carga que requiere, logrando que para la mayoría de la gente sea fácil y rápido entretenerse unas horas pegando tiros.

Este fenómeno viviría un posterior reboot con la llegada de Team Fortress, un Mod del Half-Life 2 que parece seguir el mismo camino de popularidad, convirtiéndose el acto de pegar unos cuantos tiros por entretenimiento en un placer sencillo y rápido que compartir con tus mejores amigos online.

World of Warcraft

World of Warcraft

Blizzard, no contento con Warcraft y Starcraft, decide dar el salto. ¿Y si hacemos una experiencia multijugador? Nace World of Warcraft, que divide a los jugadores en Horda y Alianza y permite movernos en un mundo gigantesco, donde se hace realmente necesaria, a diferencia de otros juegos, tener una montura para reducir los tiempos de viaje. Fantasía medieval, sí, pero también puedes crear un clan, dedicarte al PvP para ser el rey y optar a las mejores armas, o también puedes dedicarte a ir haciendo las misiones e ir explorando el mundo. Puedes dedicarte a la herrería, y especializarte consecutivamente en armas y en hachas, para ir luego en raids en busca de los materiales necesarios (Hierro Negro) para crear esa arma especial que luego podrás vender a precio de oro en la subasta.

World of Warcraft es la mayor y más enriquecedora experiencia de interacción entre usuarios, pudiendo un día irte con tus amigos a farmear o a pescar, o irte con ellos de raid al fin de mundo disfrutando con las diferencias que las razas y las clases han aportado a vuestros personajes.

World of Warcraft es droga dura, muchacho. Te absorberá y te chupará el alma. Y lo que quieras. Está ahí para tu goce y disfrute, y hará todo lo que le pidas.

Personalmente, tras jugar un año y medio, lo dejé reconociendo interiormente que, dado mi carácter perfeccionista, sólo podría disfrutarlo realmente si tuviera otra vida entera que dedicarle.

Brutalmente adictivo al general un irresistible lazo entre el juego habitual y la red social, es una poderosísima herramienta a la altura de las mejores nunca creadas, un Facebook y un Señor de los Anillos mezclados de la mejor forma posible.

Ten cuidado al probarlo, que engancha.

Guitar Hero

Guitar Hero

Hasta la llegada de Guitar Hero pocos videojuegos nos habían aproximado a la música, dada la complejidad que requería la propia simulación de la ejecución de las notas musicales. Guitar Hero nos otorga un dispositivo con forma, obviamente, de guitarra, y nos pone un repertorio de rock/hard rock/metal muy atractivo.

El éxito de Guitar Hero es la asombrosa emulación de ser realmente un Héroe de la Guitarra, y es que, según va ascendiendo el aprendizaje, comienzas a nutrirte de la belleza sincronizada de tu digitación con respecto al juego en el modo fácil, vas empezando a entender de qué va el juego en el modo normal, y comienzan a ponerse esos pelillos de punta cuando, en el modo difícil, logras hacer un solo de guitarra especialmente complicado prácticamente perfecto.

Guitar Hero, alimentando la sensación de que cualquier «pringao» sin dotes para la música puede sin embargo sentirse como sí las tuvieras, logra convertirse en un fenómenos de masas y popularizar y llegar a la gente canciones bastante olvidadas, o en algunas casos ni siquiera conocidas.

Crece el fenómeno y se deriva en Rock Band, que incluye micrófono, bajo, batería…se crea la sensación de pertenecer a la banda. Y el éxito nace de la esencia del videojuego, que es el entretenimiento en la simulación de algo que, aparentemente, no vas a vivir en la vida real. Muchos de los jugadores de Guitar Hero nunca llegarán a tocar un solo de guitarra, no ya tocar delante de multitudes en conciertos, y sin embargo este juego logra recrear exitosamente dichas sensaciones.

Shadow of the Colossus

Shadow of the Colossus

Shadow of the Colossus es uno de juegos de culto cuyos admiradores guardamos con cariño entre nuestros bienes más preciados. Cosechando buenísimas críticas, lo cierto es que su posterior «renderizado» no mejoró demasiado el estilo paisajístico, que la verdad es que se ha quedado bastante anticuado, perjudicando la rejugabilidad por parte de jugadores más jóvenes. Solo ello explica, digo yo, el fuerte 40% en contra que recibe en la web de la revista Time.

Y es que el juego, de corte minimalista y preciosista, propone una extremada sencillez como argumentación, al consistir el juego en la localización y ejecución de 16 titanes, uno detrás de otro, saboreando la recompensa del esfuerzo realizado en la localización y posterior acuchillamiento de los puntos vitales de cada gigante.

Y poco más. Sí, es precioso, reflexivo, paisajístico, y pese a resistir mal el paso del tiempo, su historia y final nos dejó a los que lo recordamos con un estupendo sabor de boca.

Oblivion

Oblivion

La cuarta parte de The Elder Scroll profundizaba y actualizaba la saga, que propone un freeworld a lo grande. Un juego de rol precioso en el que poder hacer prácticamente lo que quieras, participando en la trama argumental básica o bien en misiones secundarias, o bien investigando, o bien cazando, o haciendo las misiones de gremio, etc…

El juego es uno de esos que pones cuando simplemente quieres disfrutar de un paseo por un lago, o de la caza de un oso. Fantasía medieval, espadas y bastones mágicos, tiene sin embargo una más reciente versión, que es Skyrim, por lo cual extraña que sea Oblivion y no Skyrim (mejorada en muchos aspectos versión de la saga) la que esté en la lista.

En cualquier caso, cualquier juego de esta saga merecería un sitio en la lista, tal es la grandiosidad de los proyectos que genera. Por la misma razón se echa terriblemente en falta algún Fallout, concretamente el 3, semejante a Skyrim pero en versión futurística y apocalíptictica.

Wii Sports

Wii Sports

El que un juego como Wii Sports se incluya en esta lista solo se explica por el proyecto particular que es Wii con respecto a Xbox o Play Station. Y es que mientras que estas dos últimas combaten, digamos, en el mismo terreno, Wii decide apostar por otro tipo de jugadores, menos experimentados, menos exigentes, más familiares. Así, como vemos en la imagen, no parece que el minijuego de golf que contiene el Wii Sports vaya a ser demasiado exigente (y no lo es). Wii es una consola para casual gamers, como dicen algunos críticos. Es decir, para esos jugadores que solo quieren jugar un rato sin exigir conocimientos ni especial dedicación. Y lo cierto es que Wii ha tenido cierto éxito, y dentro de este juego, dentro esta vertiente, quizá Wii Sports sea un buen exponente.

Si bien es cierto que, en mi opinión, ni esta vertiente merece tanta dedicación, ni este juego, por lo tanto, su presencia en la lista.

Bioshock

Bioshock

Otra de mis debilidades, no puedo evitar ser parcial con respecto a esta terrorífica y preciosa distopía submarina. El art decó ilumina los escenarios plagados de splicers zumbados y Big Daddies temibles entre los cuales tendremos que movernos buscando la verdad de Rapture, la ciudad submarina que nunca duerme.

Un día le dedicaré el artículo especial que se merece. No puedo añadir más que estoy, obviamente, conforme con la decisión de incluirlo en la lista, y especialmente feliz dado el alto porcentaje de votantes que están de acuerdo conmigo.

Bioshock es una maravilla que debiera jugarse por todos los que aprecien el género shooter, pues la mezcla visual del juego resulta aterradoramente atrayente.

Angry Birds

Angry Birds

Si Wii Sports es el juego que populariza Wii, y con ello una tendencia nueva, Angry Birds ensalza el valor del juego en el smartphone. Y es que Angry Birds, cuya inclusión en la lista ha sido tremendamente impopular, refleja perfectamente el concepto de juego extremadamente sencillo, agradablemente visual, perfectamente programado, y referente de una nueva tendencia. Angry Birds populariza la idea de que el smartphone puede usarse para jugar, y esa idea es importantísima hoy en día, pues en breve habrá más visitas a las web desde los smartphones que desde los PC´s, y el mundo del videojuego se va a ver salpicado en consecuencia. Cuando continúe la historia de los videojuegos en los smartphones, éstos seguirán el hueco abierto por Angry Birds.

Con este ejemplo recordamos lo que decíamos al comienzo de la definición de Gran Juego. ¿Me parece mejor juego Angry Birds que el Pong, el Tetris, el Bioshock, etc? No. ¿Me parece más grande? Debatible. Bioshock me gusta más, por ejemplo, como juego. Mucho más ambicioso, precioso, con una calidad indiscutible. Pero, ¿se ha convertido Bioshock siquiera en una nueva tendencia, ha ayudado a popularizar el shooter hasta niveles desconocidos? No. Angry Birds, en cambio, pese a ser peor juego, él solo recibe toda el canal de juegos de los smartphone y lo realza, ensanchándolo y popularizándolo hasta extremos casi enfermizos.

En mi opinión Angry Birds sí merece estar en la lista, mientras ésta se titule Grandes Juegos (dentro de grande es donde sitúo la característica de la repercusión y canalizador de tendencia) y no Mejores.

Batman Arkham City

Batman Arkham City

El estupendo Batman Arkham City es la continuación del aclamado Batman Arkham City, y si bien expande aún más los límites del juego, creando de hecho un sandbox sobre Batman terriblemente atractivo para sus seguidores, me resulta inexplicable su presencia en esta lista.

Es un buen juego, un muy buen juego, pero dado que este juego no ha desarrollado tendencias, no ha sido masivamente jugado, etc, parece más bien como si el autor de la lista, ya cansado, y con la misión de incluir un juego de la década de los 2010, incluyera éste por no tener más ganas de pensar.

Como digo, este es un muy buen juego, pero, ¿realmente supera a God of War III, sacado en Marzo del 2010? Lo dudo horrores. Y eso que los votantes no parecen pensar como yo.

Conclusiones.

Dolorosas ausencias, como Monkey Island, God of War y un larguísimo etc. Polémico, como se esperaba por otra parte. Quisiéramos incidir, para terminar, en los juegos que han tenido más votos positivos y negativos de la lista, según los propios votantes de la revista Time:
Pac-Man, Super Mario Bros y Pong han sido los tres más populares. Rez, Hunt the Wumpus y Myth: the fallen lords son los tres juegos menos votados a la hora de ser apoyados en su inclusión en la lista.
En cuanto a los juegos más criticados por su inclusión, empezamos al revés. Super Mario Bros, Tetris y Pac-Man están entre los tres menos rechazados, lo cual es síntoma, de nuevo, de su terrible éxito. ¿Deberíamos clasificar a Mario Bros y Pac-Man como los mejores juegos de la historia, al haber formado parte del podio de los juegos más votados para ser aceptados y menos votados para ser rechazados?
Para acabar, los tres juegos más criticados por su inclusión son Hunt the Wumpus, Adventure y Mass Effect 3. Parece que Hunt the Wumpus se gana el premio a Rechazo Masivo.
Esperamos que haya disfrutado el artículo, y que haya aprendido algo. O por lo menos, que le den ganas de rejugar a esa vieja gloria que va acumulando, lentamente, polvo durante años en su estantería.
  1. Sergio

    Bueno, lo primero felicitar a todos por este macro-artículo de dos partes. Ha quedado claro que todo el equipo de esta web sois unas enciclopedias de juegos andantes ^^ Yo no entraré a valorar si este o aquel juego merece o no estar en la lista, no doy para tanto, pero me ha llamado la atención, tanto en la lista de Times como en vuestras opiniones, la ausencia total de exponentes de un subgénero de los beat’em up que marcó mi infancia, y que por aquel entonces era el rey en las salas recreativas. Me refiero a los juegos estilo «yo contra el barrio», como Golden Axe (<3), Las Tortugas Ninja, Los Simpsons, Final Fight, Streets of Rage… He aquí mi pequeño tributo a estos juegos que tantas monedas de 25 pesetas nos tragaron.

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  2. Mith

    Toda la razón del mundo tienes. Los Golden Axe me gustaron, las Tortugas Ninja también, y los Streets of Rage me encantaban, y me los jugaba una y otra vez. Recuerdo al negro que aparecía en el uno (cuyo sobrino, con patines, aparecía en el tres). Recuerdo al personaje de Shiva, el ninja que salía como guardaespaldas de Mr.X y con el que podías jugar en el tres tras la matarle en la primera fase aplicando un truco. Recuerdo al forzudo de Max, que salía en el dos, puro músculo (me encantaba la llave de coger por detrás al rival y romperle el espinazo).

    Ciertamente estos títulos brillan por su ausencia, y creo que quedan fagocitados por el simple hecho de ser, en su mayoría, carne de juego de bar.

    Toda la razón, alguno de estos juegos debíerase haber incluido por algún sitio.

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  3. anchuela

    Hola sergio, no puedo estar mas de acuerdo contigo. El brawler – término correcto para este género – fue uno de los géneros que movió esta industria. Golden Axe quizá fue su mayor exponente a finales de los 80, pero antes tuvimos joyas como Renegade o Target Renegade, el mejor beat ém up de la puñetera historia. Las recreativas se nutrieron de juegazos que luego pasaron a sistemas domésticos, y en este ámbito CAPCOM tenia las de ganar: Final Fight, Knights of the Round, The Punisher, Cadillacs and dinosaurs, Captain Commando… (Ay Captain Commando!). De generaciones posteriores yo me quedaría con Guardian Heroes de la grandiosa Treasure (lo teneis en XBLA), con algunos de los lanzados por SNK en Neo-Geo y con The Warriors, de Rockstar. ¿Sabeis que los mejores juegos de Rockstar no son los GTA? Este es AMOR puro por el brawler, por la película en la que se basa todo este género. Y eso es bien.

    Un apunte mas: Que en la lista no aparezca ni un shoot ´em up (R-Type, Gradius o Ikaruga) deja definitivamente a las claras que los de Time no saben ni como han confeccionado la lista.

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  4. Sergio

    Lo dicho, unos cracks de los videojuegos 😛 Al hablar del renegade me he acordado del Green Beret y las tardes de entretenimiento en mi Commodore 64, que aún guardo con cariño 😀 Gracias por vuestras respuestas, y seguid adelante fieras!!

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