Deconstrucción en treinta segundos

Deconstrucción. Un término que, muy probablemente, nos traerá a la mente la imagen de Ferran Adriá y su tortilla de patatas en una copa. En realidad, el término “deconstrucción” se acuñó mucho antes de que el chef catalán empezara a usarlo. Jaques Derrida, un filósofo francés nacido en Argelia en 1930, lo popularizó a finales de los 60. Derrida, polémico como pocos por sus radicales puntos de vista, escribió una cantidad importante de obras tan lúcidas y controvertidas como complejas en su lectura. Tan es así que es básicamente imposible explicar en términos sencillos qué es la deconstrucción.

Tortilla líquida

Tortilla líquida

Para empezar, deberíamos entender que no se trata de un método en sí mismo, sino que se parece más bien al concepto de postura, a una especie de óptica distinta con la que observar aquellas cosas que ya conocemos. Además, por más que se construya como opuesto a la construcción, en ningún caso es sinónimo de destrucción. Si hablásemos de deconstruir un texto nos estaríamos refiriendo a interrogar ese texto hasta obtener sus componentes más elementales, los que nos dan una visión de los elementos que lo componen. El objetivo de esa deconstrucción es la demostración de que la construcción de un concepto a lo largo del tiempo está tan influido y modificado por los procesos históricos y acumulaciones metafóricas que lo que parece claro y evidente dista de serlo. Derrida propone, básicamente, una lectura minuciosa de los textos literarios y filosóficos para llevarlos al extremo, dándoles una significación diferente de lo que parecían estar diciendo.

Para los interesados en el tema hay una corriente arquitectónica nacida a finales de los 80 basada en este concepto, el deconstructivismo. La imprevisibilidad y caos controlado que caracteriza a este movimiento tiene una de sus máximas expresiones en el Guggenheim de Bilbao (Frank Gehry).

Guggenheim (Bilbao)

Guggenheim (Bilbao)

Adrià, no obstante, le atribuyó un significado que se distancia del original. De hecho, el concepto de Adrià era más bien romántico; El Bulli llevaba tiempo trabajando en, literalmente, desmontar recetas y preparaciones tradicionales con nuevas técnicas de preparación. Su propia definición demuestra que utiliza el término de forma mucho más literal:

La deconstrucción consiste en utilizar y respetar armonías ya concebidas y conocidas, transformando la textura de los ingredientes, así como su forma y temperatura, manteniendo cada ingrediente, para incluso incrementar la intensidad de su sabor.

La consecuencia de esta deconstrucción es un comensal que no reconoce el plato de forma visual pero sí lo hace de forma gustativa. Con este fin, la deconstrucción se basa fuertemente en la llamada gastronomía molecular que, mediante técnicas modernas, permite dar texturas, temperaturas y colores distintos a los ingredientes tradicionales – mientras se consigue potenciar el sabor original.

Half-Minute Hero (Marvelous Entertainment, 2009) es exactamente eso. Incluso más.

Ingredientes

  • Un héroe.
  • Un mundo que salvar.
  • Una bella diosa.
  • Un malo muy malo. 100g de secuaces.
  • 50g de puzles.
  • Dos tazas de combates.
  • Una cucharada sopera de personajes no jugables.
  • Una pizca (generosa) de humor.
  • 65ml de canciones épicas.
  • Una ración de créditos.
  • Opcionalmente podemos añadir unas cuantas misiones frescas (pero no son cruciales).
  • También hay posibilidad de secuelas. Para aprovechar bien la receta.
  • Estrés. Mucho estrés. El tiempo es la clave de todo esto.

PSP – Half Minute Hero Intro

Consideraciones previas

Al principio, solo había el tiempo. Y en ese punto temprano, dos dioses chocaron. La Diosa del Tiempo, señora del Tiempo, y el Señor Definitivo del Mal, destructor de mundos. Su batalla duró eones pero terminó finalmente. Debilitado, el Señor Definitivo del Mal fue sellado. Rubí, la fuente del poder de la Diosa del Tiempo también fue hecho añicos. Y ahora… los humanos nacieron en este mundo y florecieron. La Diosa apareció muchas veces para salvarlos. Y el primer año en que bajó fue llamado el primer año de la Era de la Diosa. Muchas estatuas fueron levantadas para alabarla. Pero en las sombras de esa luminosa era, el odio del Señor Definitivo del Mal creó seres que traerían el caos.

Esta es la historia de un jovenzuelo, que en la Era de la Diosa 100 se convertiría en el Héroe, el verdadero caballero contra el Mal.

 

Preparación

Si queremos que todo siga igual, es preciso que todo cambie, para que pueda quedar tal cual.

Para preparar esta delicia llamada Hero 30, nos hará falta un héroe. Es el ingrediente más importante y le podemos poner el nombre que queramos. Tenemos Cloud, por ejemplo. Squall, Link, Simon, Paco… todos nos valen mientras sea un nombre con una cierta épica detrás. Incluso nuestro nombre de pila, en una de esas costumbres tan nuestras. Lo cogemos y lo dejamos reposando a un lado.

Mientras tanto, en otro recipiente, ponemos al malo maloso y el Mundo. Recordad el punto clave: tenemos 30 segundos para realizar las siguientes operaciones o se nos estropeará el producto final. Y es que el malo maloso es muy pillín como ingrediente. En 30 segundos nos puede soltar uno de sus hechizos que destruyen el mundo, dejando la masa resultante inservible. El mismo cuidado debemos tener con los secuaces, aunque su efecto sea algo más débil.

Rápidamente, añadimos a la Diosa del Tiempo a la mezcla, junto al Héroe que teníamos en reposo. Ojo; la Diosa del Tiempo es un elemento caro que requiere mantenimiento. A cambio, químicamente ayuda al Héroe alterando el flujo del tiempo, con lo que nos dará algo más de 30 segundos para amansar a la fiera. Incluso proporciona un efecto de velocidad en el desarrollo del Héroe, aunque con algunos efectos secundarios que no son excesivamente perjudiciales para la salud.

Too dramatic

Too dramatic

Al estilo visual de Dragon Quest o Final Fantasy es momento de añadir algunos puzles – que sean más bien cortos y al dente – y los combates, que se mezclarán en un abrir y cerrar de ojos. El efecto es espectacular, os advierto. Eso sí, usar combates desnatados (eliminando los aspectos menos relevantes de los mismos) nos dará una masa ligera a este punto, fácil de mezclar y lista para añadirle algunos personajes adicionales al recipiente. Es como el chocolate – no podrían faltar aunque no sean extremamente necesarios.

Llegado este punto solo hace falta mezclar hasta llegar al nivel de esponjosidad requerido, sin grumos. La tarea suele requerir dos elementos para su realización, así que no deberíamos olvidarlos: una pizca de humor (del bueno, no nos valen los chistes de @narfm) y una buena música para acompañarnos mientras mezclamos. Así como las vacas dan mejor leche con Mozart, Hero 30 no sería lo mismo sin una banda sonora delicatesen.

Cuando la mezcla sea homogénea, ya solo nos quedará cerrarlo con unos créditos a la altura, rapiditos. Ah, y ahora es el momento de separar la masa en pedacitos más pequeños, individuales, si queremos congelarla para usarla más tarde. En función del tiempo de reposo nos quedará un nivel más fácil o difícil, pero no podemos hacer más de 30 divisiones o el equilibrio se destruirá.

Lo ponemos 30 segundos en el horno. Eso nos da el tiempo exacto para disfrutar de un buen chiste, de la forma más tradicional.

APM? Chiste buenisimo de Karlos Arguiñano

Cuando nos parezca que está suficientemente hecho, le clavamos un palillo. Si sale limpio debería haber quedado más o menos una cosa así:

Half-Minute Hero -PSP- Quest 1 ~ Hero's Departure ~ [Hero]

Y con fundamento. Una delicia. Con un poco de práctica obtendréis una obra maestra y especial.

Acompañamientos

Tenemos dos opciones que nos darán resultados distintos. Uno de los personajes no jugables de la mezcla anterior es un Señor Maligno reconvertido. Podemos conseguir un Evil Lord 30 en el lugar de un Hero 30 si nos centramos alrededor de una estrategia. Una estrategia en tiempo real. Podemos usar tres tipos de criaturas para derrotar a los secuaces en 30 segundos, aunque también ayuda tener una Diosa del Tiempo a mano. El resultado no es tan excelso como un Hero 30 pero es resultón; si vuestros compañeros de trabajo o familiares ya se han cansado del primer pastel, siempre podéis optar a sorprenderlos con esta nueva estrategia.

Half Minute Hero (Evil Lord 30 Classic) – Part 2 – Lol Statue!

 La otra intercambia los papeles tradicionales y pone a una princesa bipolar al mando, con una ballesta que lanza flechas como dinero en las rebajas. Es seguramente la opción más floja, la verdad, donde reina cierto descontrol y locura colectiva. No es la opción que más recomiendo pero sí es cierto que hace falta llegar a dominarla antes de acceder a las formas finales de nuestra masa. Así que manos a la obra.

PSP Playthrough: Half Minute Hero ~Princess 30: Part 1~

Una vez dominadas ambas técnicas anteriores tendremos la opción de usarlas de forma combinada para generar otro escenario: el del caballero que protege a la sacerdotisa. Es cierto que no hemos presentado a los personajes, pero son de otra época; nos hará falta dejar macerar la masa unas 400 Eras de la Diosa para conseguir que aparezcan. Aquí lo importante es dejar actuar el ingrediente principal, la sacerdotisa. Requiere 30 segundos para hacer efecto en la mezcla, así que con el caballero deberemos evitar que el resto de ingredientes participantes molesten a la misma. El resultado es también bastante loco, pero una vez tengamos esta última forma conseguiremos abrir unas sugerencias de presentación que harán las delicias de los más exigentes.

Set completo

Set completo

Sugerencias de presentación

Una vez tengamos Hero 30 (y el resto de versiones) podremos servirlo en dos formatos distintos: en frío y en caliente. La versión fría se llama Hero 300 y consiste en una única misión final que entrelaza el resto de recetas en un épico contraste de sabores, melodías y giros brillantes. No os podrá dejar indiferentes.

Finalmente (y solo para los más exquisitos), la versión en caliente: Hero 3. En tres segundos. Cualquier dirección errónea o mala decisión nos hará perder unas décimas de segundo que nos condenarán al fracaso absoluto. El tiempo es oro – nunca mejor dicho – pero el resultado de esta receta definitiva es la belleza divina para nuestras papilas gustativas. Algunas malas lenguas dicen que conseguir terminar la ejecución hace que suenen trompetas angelicales en nuestros oídos; quizás es algo que valga la pena comprobar por nosotros mismos.

Reconstrucción

Y es que Half-Minute Hero es esencialmente eso: la deconstrucción del RPG. Mi primer recuerdo de Ferran Adriá es el de un charlatán que en la televisión autonómica catalana (en TV3) aparecía con los siguientes elementos: una bolsa de patatas chips, un par de huevos y una sartén. Ese hombre, con esos pelos que se trae, abrió la bolsa, cogió los huevos, los rompió y los metió dentro de la bolsa. Cerró con el puño, agitó la bolsa y sacó una masa que arrojó a la sartén. El resultado, una tortilla de patata. En ese momento me pareció lo más absurdo de la historia (y aún pienso que lo sigue siendo) pero en perspectiva el mensaje era el de cuestionar lo establecido. La deconstrucción de Ferran Adrià de la tortilla de patata que veíamos en la copa al inicio del artículo (la tortilla líquida) no es más que el refinamiento de esa idea.

Pizza digital al socarrat de disc dur d'11 Gb

Los chefs de Half-Minute Hero, Marvelous Entertainment, consiguen exactamente lo mismo. Sus patatas chips hechas migas son partes de nuestras vidas. Final Fantasy, Dragon Quest y decenas de otros RPG encuentran entre esos trozos sus elementos más básicos. El huevo que lo une todo es una idea fresca, distinta, única. Una vuelta de tuerca a la concepción más tradicional del género. Concentrar esas partes más tediosas en treinta segundos de cocción con idéntico resultado: salvar al mundo. Treinta segundos que engrandecen al juego al lado de obras maestras que requieren decenas o centenares de horas para darnos los mismos sabores. No parece lo mismo a simple vista, pero solo con degustarlo descubriremos que la tortilla es igual pero la presentación es tan especial y la excelencia que emana de este Hero 30 un elemento tan destacable por su ausencia en los tiempos que corren que Half-Minute Hero se merece un lugar destacado en el Olimpo de los RPG.

Bon appétit!

Marçal Mora

Ingeniero Industrial e Informático, apasionado de las maquinitas por vocación. Volvió a nacer cuando le regalaron una NES. Le gustaría ser Mega Man. Cree en los videojuegos como herramienta de aprendizaje. Le gusta escribir casi tanto como divulgar en Retromaquinitas.com.

  1. elXuxo

    Bravo bravissimo! Que gran articulo para un juego que encuentro extremadamente divertido, fantabuloso y vertiginoso!
    Lo desconocia pero sin duda va a tocar jugar unas cuantas partidillas, creo que es más complicado de lo parece!
    Muy muy buena entrada!

    Felicitats!

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