Big in Japan

Famicom en Game Tanteidan

Famicom en Game Tanteidan

17:50. 14 de agosto. Madrid. Cola para embarcar en el vuelo TK1860 de Turkish Airlines destino Estambul.

Ahí me encuentro. Entre caras desconocidas, salvo una, en una puerta cualquiera de un aeropuerto con nombre en transición. Por delante quince días en un país especial. El país que ve nacer el sol. Me voy con una inmejorable compañía, con Cristina. Siete meses hace que compré unos billetes que me llevarían a una de las mejores experiencias que he vivido. Quince días en Japón. Os podría contar el viaje entero – y lo haría encantado. Pero me centraré en lo que habéis venido a buscar. Videojuegos.

Ahora viene cuando os diría que no me voy a extender. Que voy a ir al grano y a lo que os interesa. No os engañaré. Voy a ser incapaz de resumir. Tengo la cabeza tan llena de cosas que decir, cosas que contar, que no sé ni si podré ordenar mis pensamientos. Espero que no os moleste que me extienda, que me justifique. Hablar abiertamente como intentaré hacer de precios, sitios mejores y peores, sensaciones, teorías y falacias es algo altamente subjetivo y cuya variabilidad en función del día, momento y persona es enorme. Mi intención es poneros en mi piel. En contaros lo que hice, lo que vi y lo que pensé. Y los motivos tras todas mis opiniones. Si no, esto no tendría sentido. Muchos de vosotros habréis estado en los mismos sitios que estuve. Diez años antes o quince días después. Puede ser que vuestra experiencia no tenga nada que ver con la mía. Me parecería absolutamente normal y espero que uséis los comentarios para contrastar opiniones, que no hay ni verdades absolutas ni mentiras sin parte de verdad.

Eso sí, los datos numéricos que voy a proporcionar son completamente verídicos. No voy a enseñar facturas, aunque los precios de algunos artículos aparecerán en las propias fotos. Pero no tengo motivo alguno para mentir en mis datos. Más de uno me preguntó durante estos días temas que no se suelen comentar, como el coste del viaje, pero que a más de uno le preocupan – obviamente. Intentaré ayudar en la medida de lo posible a realizar un presupuesto. Para referencia, en el momento de mi viaje el Yen estaba aproximadamente al siguiente tipo de cambio: 137¥ = 1€. Para simplicidad de la expresión, podéis aproximar a que 1000¥ ~= 7€.

El siguiente punto os lo podéis saltar si solo os interesa la información base de este artículo. Pero es interesante si queréis gozar de la información de un narrador omnisciente. Literatos, sigan leyendo. Pragmáticos, salten al punto llamado “costes base”.

Idioma.

En Japón hablan inglés. Falso. Es decir, no es común encontrar japoneses que dominen el inglés. Para un japonés es tan difícil aprender inglés como para nosotros aprender japonés. Así que pónganse en su piel y verán que tiene su lógica. Saber algo de japonés básico es muy recomendable, pero también os diré otra cosa: no creo haber estado en otro país cuyos habitantes sean tan amables – o al menos lo intenten ser. En ningún sitio tuve problemas para hacerme entender. Hay alguno que otro malhumorado (especialmente en algunas estaciones de metro y tren), pero os encontraréis una población tan disciplinada como hospitalaria. Al menos, con el turista medio. Además, en las ciudades, muchos carteles están tan en japonés como en inglés. A medida que nos alejamos de los centros urbanos, eso es menos común, pero en ningún caso un impedimento.

En mi caso, siempre me había querido poner con el japonés, pero también es cierto que durante la carrera – ingeniero que es el menda – llegué racionalmente a la conclusión de que el chino me sería profesionalmente más útil. Al menos, en potencial, que son muchos. Así que hice mis pinitos, e incluso viví un par de meses en el gigante asiático. De hecho, en Hong Kong, donde hablaban un mandarín (o mejor dicho, putonghua, que cambia eso del “idioma del que manda” por el “idioma del pueblo”) al nivel del mío – puesto que allí se es bilingüe en inglés y cantonés, y el cantonés y el putonghua son como agua y aceite. Sea como sea, años después, la perspectiva de este viaje se juntó a la pasión y las circunstancias llevaron a decidir que ese era el momento de ponerse a ello. Desde abril estuve aprendiendo japonés. Por mí mismo, creando mi propio sistema, mi PLE (Personal Learning Environment), como lo llaman en entornos educativos. Algún día contaré mi sistema, pero no es más que eso, una forma de organizarme. No es fácil, pero tampoco tan difícil. Quizás fuese la base del chino (útil con los kanji), la motivación (máxima) o el esfuerzo y la constancia (de 15 a 20 horas semanales), pero el caso es que llegué a destino con una comunicación decente al menos en las necesidades básicas. Necesidades que incluían, lógicamente, la capacidad de mantener conversaciones sencillas en un Book-Off o en una oficina de correos. Pero a eso llegaremos más tarde. No sé si nunca seré capaz de jugar un RPG en japonés y enterarme de algo. Pero al menos pude defenderme y recibir algún guiño local. Y yo, más feliz que unas pascuas. Aprender algo de japonés antes del viaje es útil. Pero no imprescindible.

Plan.

Siete meses de preparación dan para mucho. Aunque solo cuatro se dedicaran al japonés, los siete participaron de un modo u otro en la preparación. Creo que es clave si se pretende aprovechar, exprimir al máximo los quince días. Los pasos son sencillos: leer mucho y empezar como un juego. En el fondo todo viaje es un puzle cuyas piezas hay que encajar de la forma más óptima posible – con la información de la que se dispone, claro está. ¿Qué ciudades quiero ver? ¿Dónde me voy a alojar? ¿Cuántos días necesito para cada uno de los elementos? ¿Horarios? ¿Trenes? ¿Itinerarios? Viajar en verano a Japón tiene otro riesgo común a otros países cercanos, como los tifones. Realmente poco peligrosos, pero pueden hacerte perder uno o dos días preciosos, así que lo mejor es tener algunos planes con plan B o un itinerario modular – que podamos adaptar o intercambiar en caso de imprevisto. En mi caso, dicho documento tenía 40 páginas. Sin ser demasiado espesas – ahora os cuento porqué – pero 40 páginas con mapas, trenes y nombres. Y sin nada, o muy poco, relacionado con el tema que nos preocupa, que organicé en una lista aparte.

Por cierto, la Lonely Planet. He usado estas guías en varios destinos. Ninguna guía es tan inútil como la de Japón. Lamento ser tan visceral, pero menudo despropósito de guía. Reduce muchas cosas interesantes a simples párrafos que ni aparecen en el índice. No hay prácticamente itinerarios recomendados, y los que hay, son deplorables y mal aprovechados. Incluso hay información que no se ajusta a la realidad. No la recomendaría en absoluto. Muchas páginas, eso sí. Pero que no dicen nada. Si queréis cargar con un ladrillo, llevadla. En caso contrario, os lo podéis ahorrar. Haceros vuestra propia guía y lo disfrutaréis mil veces más. Y me callo que me indigno.

Videojuegos.

Para los videojuegos y maquinitas, otra lista separada. Podéis ir a lo loco. Claro que sí. Pero, en general, el hostión que uno se pega ante la primera estantería ordenada a la japonesa en un Book-Off es digno de enmarcar. Repasar las estanterías es imposible, al menos si no tenemos todo el día para dedicarle. Los lomos no son lo más práctico de leer del mundo – a no ser que seamos muy fluyentes con el hiragana, el katakana e incluso algún que otro kanji de regalo. Así que recomendaría tener una lista, a poder ser con las portadas impresas. A la desesperada, siempre podemos soltarle la lista a un amable dependiente y probar suerte. Y al menos mantendremos la cabeza sobre los hombros ante tanta tentación y elementos de despiste como llegaremos a ver. Ya os digo: lo querréis comprar todo. Pero no se puede. Tampoco está de más tener un presupuesto mental. Por si las moscas, que la vida sigue al volver de Japón.

 

Buscando...

Buscando…

Wi-Fi

Para una sociedad tan permanentemente conectada a la red como la japonesa, los puntos Wi-Fi son todavía escasos, al menos en acceso libre. Es cierto que hay una red a la que nos podemos unir al llegar a Narita como turistas y nos da acceso a multitud de hotspots, pero no es lo más conveniente. Os contaré lo que me salvó. Y lo que me permitió reducir mi guía a las 40 páginas antes mencionadas. Se llama Pocket Wi-Fi, y lo podéis contratar en sitios como este. Básicamente es un router portátil, que se conecta por 4G a la red (tiene una tarjeta SIM en su interior), y al que podemos conectar múltiples dispositivos vía Wi-Fi. Así, somos un punto de acceso andante. Internet 24 horas en el teléfono en Japón. ¿Llamar a España? No problem. ¿Buscar en Google Maps? Fácil y rápido. ¿Leer la historia del Kinkaku-ji en Japan Guide? Un segundo. ¿Comparar precios in situ con sitios como eBay? Clave. ¿Encontrar un ChoroQ y preguntarle a Anchuela si lo quiere con una foto por Whatsapp? Bienvenidos a un universo de posibilidades. Ese es el punto. Comprar en Japón como si estuvieses en casa.

Envíos.

Ir a correos es francamente fácil. Además, tienen cajas de tres tamaños distintos para realizar los envíos. Las compras, las llenas, las mandas. Sin mucho más problema. Los envíos no son baratos (entre 20 y 50 euros por paquete medio) pero claro, si tienes que cargar demasiado, el exceso de equipaje no compensa. Ah, y lo importante, el volumen. Una consola en caja pesa poco. Pero ocupa mucho. No tiene una solución fácil pero vaya, hay que tener en cuenta que en una maleta cabe una consola de sobremesa en caja. Como mucho. Por paquetes poco pesados, EMS compensa. Para más pesados, hay que usar SAL para que salga más bien de precio y no debería haber problema. Siempre registrado. En mi caso, además, un chico con el que hablo por Skype para practicar japonés me cedió su dirección para ponerla en el remitente del paquete. Así, si fuese de vuelta, al menos se podría recuperar. Sea como sea, llegaron todos los paquetes. Sin cargos adicionales, que también es importante.

Costes base.

Billetes de avión. Compañía, Turkish Airlines. Madrid – Tokyo Narita con escala en Estambul, tiempo de viaje total, unas 18 horas. Primera vez que volaba con ellos. Valoración, excelente, cero problemas. Coste por pasajero, una vez se incluye todo, 574€. Reservado el 19 de enero, con salida el 14 de agosto y vuelta el 29.

Alojamiento. En nuestro caso, Tokyo y Kyoto (aunque debería decir Tōkyō 東京 y Kyōto 京都, me lo ahorraré por simplicidad) actuaron como bases. En Tokyo, nos alojamos seis noches, divididas en tres noches al inicio y tres al final, en la zona de Asakusa, en el Hotel APA Asakusa-Kuramae. Me pareció muy adecuada, pero esto ya va según intereses y formas de viajar. Que se note que a nosotros no nos importa andar. Y solemos andar mucho. Quizás otros prefieran un sitio más céntrico. Coste medio por habitación por noche, variable, 7000¥ las primeras noches (50€), algo menos de 10000¥ las últimas tres (unos 70€). El hotel tiene onsen propio e incluido en el precio, además de lavadoras y secadoras, que siempre es útil para cargar con menos ropa en la maleta.

En Kyoto, por otro lado, nos alojamos ocho noches en un hotel situado céntricamente, el MyStays Kyoto-Shijo. De hecho, solo dormimos siete allí. Una noche adicional la usamos en Hiroshima, justo en frente del parque de la paz, en el Hotel Park Side Hiroshima Peace Park. El coste del hotel en Kyoto era tan asequible al coger ocho noches que nos compensó dejar las maletas durmiendo allí mientras hacíamos nuestra escapada al oeste de la isla de Honshu. Ambos fueron mucho más baratos (y espaciosos) que en Tokyo. Unos 3000¥ la noche. Sí, believe it or not, 21€ por habitación y noche. Muy recomendable, limpio, espacioso y agradable.

Coste total de los hoteles para dos personas durante quince noches (una por duplicado), 640€. Una de las claves es reservar con antelación. Vaya secreto, ¿eh? Pero sí, los mismos hoteles, reservados un mes antes, hubiesen costado exactamente cuatro veces más. Un 400%. El de Kyoto, por ejemplo, se ofrecía con un 70% de descuento en enero, cuando lo reservé. Y otra idea que dejo; usando booking.com, se puede reservar sin tener que pagar hasta que vamos al hotel. Eso permite reservar con tiempo y que más tarde, si hay cambios en nuestro itinerario, poder cancelar y reservar otro. Compensa, ya lo veis. En mi caso, hice varios cambios durante el mes de febrero, mientras construía el itinerario base.

 

Shinkansen

Shinkansen

Queda otro pilar importante, el transporte. Moverse por Japón es lo que podríamos decir que es comparativamente más caro. Pero vista la eficiencia, puntualidad y pulcritud, diría que cuesta cada yen que pagamos por ello. Japón tiene una compañía mayoritaria, la Japan Rail, que gestiona prácticamente todos los Shinkansen (trenes de alta velocidad) y algunas líneas principales en ciudades, como la Loop de Osaka y la Yamanote y Chūō-Sōbu de Tokyo, líneas que usaremos con frecuencia. El resto es un conglomerado de diversas empresas privadas, que gestionan una o varias líneas. Kyoto, por ejemplo, es especialmente curiosa en este sentido, a un ratio de prácticamente una compañía por línea. El caso es que hay que analizar bien qué recorrido vamos a hacer antes de ir. Si nos vamos a mover mucho entre ciudades, los extranjeros tenemos una ventaja, y es que podemos hacernos con el famoso Japan Rail Pass. Para que os hagáis una idea, si viajáis de Tokyo a Kyoto una sola vez, ya compensa adquirir el JRP de 7 días. Los trayectos son relativamente caros, aunque no son muy distintos a lo que cuesta un AVE en tarifa regular. En nuestro caso nos hicimos con el JRP de 14 días. Este cuesta más o menos 46.000¥, lo que, al tipo de cambio de cuando lo compramos en mayo (máximo, tres meses de antelación) fueron 324€. El JRP se compra por adelantado y se cambia por el real al llegar a Japón. Pero que no os engañen todas estas páginas online. Lo más barato es comprarlo en la única agencia que está autorizada a hacerlo, la JTB. Hay al menos una en Barcelona y una en Madrid – y permiten la compra online. Aplican simplemente el tipo de cambio, sin comisión o extra añadido. Es mi recomendación tras comparar, pero a lo mejor en vuestro caso encontraréis otras opciones. A lado de los Shinkansen, el JRP es válido en las líneas antes mencionadas en Osaka y Tokyo y también en algunas de otros lados, como en Hiroshima – por ejemplo, en el ferry que nos lleva a la preciosa isla de Miyajima – o en líneas regulares entre ciudades.

Por otro lado, existen otro tipo de abonos. Cada ciudad y región tiene los suyos. De nuevo, esto es un puzle, hay que calcular bien dónde son válidos y cuánto los vamos a usar para ver si compensan. Por citar un ejemplo, Kansai (la región de Kyoto, Osaka, Nara y Kobe) tiene el Kansai Thru Pass, que podría ser bastante útil, pero es caro. Tras hacer números, no me compensaba ni en los días de más intenso transporte por la región. Pero de nuevo, todo depende. Es un viaje de hacer números, las opciones y combinaciones son inacabables. Para que os hagáis una idea, el Kansai Pass de 3 días no consecutivos costaba 5000¥, unos 35 euros.

Cómo buscar en una tienda.

Vamos al lío. Primera observación importante. El orden en una tienda es absolutamente distinto al que estamos acostumbrados en nuestras tiendas de segunda mano. En general, este es el orden que siguen:

– Por sistema. Hasta aquí todo bien. En el caso de los Book-Off, todo lo que es previo a PlayStation se encuentra bajo una única zona llamado OLD SOFT. O en otros Book-Off más desordenados, en un montón acumulados en cajas. Tened en cuenta que los Book-Off solo dedican una porción mínima de su espacio a los videojuegos; en su mayoría son libros de segunda mano, películas e incluso CDs de música.

– Por género. Ah amigo. ¿Buscas un juego musical? Pues primero hay que ir a su género. ¿Un juego de acción? ¿De simulación? ¿RPG? Pues eso. Hay algo que se complica especialmente, puesto que… ¿dónde buscarías un Mass Effect? ¿Y una recopilación de varios juegos? No es nada fácil, así que más vale estar listo para pasar tiempo buscando en distintos lados. Y, muchas veces, no encontrarlo porque tras buscarlo, simplemente no está. Además, no parece que las tiendas se pongan de acuerdo. Los Book-Off listan Mass Effect bajo “Shooter”, muchas veces. Otras cadenas lo marcan como RPG, y otras incluso como Acción. Así que paciencia.

– Alfabéticamente. Jaja. Con el silabario japonés. A, I, U, E, O, KA, KI, KU, KE, KO, SA,…. Y con los sonidos “impuros” entre ellos. Es decir, el KA se mezcla con el GA, por ejemplo. Los juegos con nombre japonés están con el kanji o, más habitualmente, con el lomo en hiragana. Pero recordad que los nombres en inglés están en katakana, japonizados, en el mismo orden y también mezclados. Si pretendéis buscar, deberíais tener al menos un conocimiento mínimo del silabario, o al menos una guía, una chuleta. Y con los nombres en inglés, cuidado. Algunos ejemplos de casos posibles:

– Que el nombre original sea en japonés. Lógicamente, no encontraremos un Super Sidekicks. No estará. Su nombre original es Tokuten Ou, así que habrá que buscarlo en “Sports” y “To – と”.

– Star Force, de Famicom, bastante común, viene del inglés. Se escribe y pronunciaスターフォース Sutā Fōsu. Así que se debe buscar a Star en Suta. Y en Old Soft, si estamos en un Book Off.

– Un Princess Quest (プリンセスクエスト, Purinsesu Kuesuto). Esto significa que es Pu, un sonido “impuro” de Fu. Así que para buscar un Princess Quest hay que ir a RPG y buscar la Fu (). Que la Fu está después de Ha () y Hi (). Porque Hu no existe. ¿Os está empezando a gustar?

 

Hiragana básico

Hiragana básico (y kawaii)

Observaciones generales.

Los artículos suelen estar en excelente estado. Incluso lo que clasifican como de peor nivel sería un “como nuevo” para un eBayer español. Aunque vaya, para estos, todo es nuevo. Así que podéis comprar con tranquilidad.

Pocas gangas se encuentran, que queréis que os diga. Ya analizaremos algunos casos con más detalle, pero había multitud de cosas que resultaban, por lo menos, al mismo precio en eBay, en algunas de nuestras tiendas favoritas. Y nos lo mandan a la puerta de casa. Tenedlo en cuenta. Es obvio que tras ver miles de artículos, más de una cosa nos llamaba la atención por su bajo precio. La Neo-Geo CDZ que apareció fue todo un tesoro. Pero las adquisiciones que considero “gangas” se cuentan con los dedos de las manos. Además, un punto importante. Recordad que, para comprar allí, hay que ir. No nos engañemos con falsas cuentas; si asignáramos la parte correspondiente de los costes fijos del viaje a la compra de maquinitas, nunca saldría a cuenta. Así que, una vez se consideran todos los costes, ir de compras en Japón no puede salir comparativamente rentable. Hay que comprar un billete de avión; pagar noches de hotel; comprar abonos de transporte. Lo que no tiene precio es la experiencia, el comprarlo allí. Pero no será nunca, nunca, cost-effective.

Al entrar en las tiendas, dos secciones. Estantería y vitrinas. Si están en vitrina, ya sabéis, mal. El precio lo va a reflejar. Pero también es cierto que nos ahorraremos buscar, porque es en las vitrinas dónde hay la mejor selección – a la vista. Luego tenemos la estantería, dónde nos podríamos perder horas y horas. Y me encanta ver los juegos, aunque no los compre. Títulos que jamás has visto en físico, listos para manosear.

 

Vitrinas

Vitrinas – Sí, lo de arriba son 180.000 yenes, unos 1300€. Not bad.

En precios, hay algunas curiosidades u observaciones:

– Los artículos caros tienen poca variabilidad. Por ejemplo, un Metal Gear de MSX cartucho solo valdrá entre 6000 y 7000¥ lo veáis dónde lo veáis (unos 45-50€). En cualquier ciudad, cualquier tienda. Pero los baratos tienen mucha, sobre todo por detalles. En Neo-Geo CD fue bastante extremo: tiendas especializadas tenían juegos comunes a 100¥ (no me he dejado ningún cero, 0,70€) mientras en los Book-Off, que son habitualmente más baratos, se encontraban a 950¥, casi 7€, casi diez veces más caros. Ojo a eso y con los comunes, comparad. Los caros ya os digo, poco hay que se pueda hacer. En Super Famicom ocurría lo mismo, el mismo juego en caja de 250¥ hasta 2000¥. Son ocho veces, una variabilidad increíble. Aprovechad para dar vueltas, comparad y recordad: si dudáis con un juego común, lo más probable es que os lo volváis a encontrar. Así que a medida que pasen los días, tendréis más precios de referencia para decidir cuándo comprar.

– La obsesión por el detalle. El completismo es curioso, porque, por ejemplo, las famosas Spine Cards suben los precios por las nubes. Un juego sin Spine Card puede costar la mitad que la versión con el cartoncillo de marras. Si no os importa en exceso, aprovechadlo a vuestro favor. Lo mismo con el manual, su presencia o no puede marcar una diferencia abismal en la etiqueta.

– Pero la primera gran contradicción; mientras la Spine Card marca la diferencia en un juego de PlayStation, la caja de un accesorio o la edición del juego muchas veces no lo hace de la misma forma. Hay muchos sitios (Game Tanteidan a la cabeza) que ponen al mismo precio las gafas 3D de la Famicom en caja que sin caja (3980¥, por cierto, 28€). O el mando de la Super Game Boy (la mitad del anterior). En los Book-Off, cuesta lo mismo un juego en edición original que en ediciones “the best”. Curioso, por lo menos.

– La segunda mano de productos recientes (de los 10 últimos años) es muy cara, al menos comparativamente. Un juego de 3DS que nuevo cuesta 3400¥, lo encontraremos de segunda mano por unos 3000¥. Lo mismo en PSP. Así que mi gozo en un pozo – creía que podría comprar más de 3DS, PSP y DS de lo que hice.

– Los títulos exclusivos que buscaba eran igualmente raros allí. Compilaciones de PC Engine para PSP, por ejemplo, no vi prácticamente ni uno – y carísimos los que había.

 

Densha de GO! Portable

Densha de GO! Portable – Tan difícil de ver aquí como allí.

– Una anécdota: el Densha de GO! Portable para PSP de las líneas de Tokyo era más barato comprado en Osaka y viceversa. Seguía siendo caro, no obstante, según lo comentado en el punto anterior.

– Akihabara es una Tourist Trap. Salvo Retrofriends (y marginalmente), huid, por favor.

– Y lo más importante, que remarco: en los precios, hay de todo. Podría pasarme horas citando ejemplos, puesto que en mi cabeza hervían las comparativas de precios. Pero para citar uno de loco, R-Type Complete de PC Engine, en CD. En ningún lado bajaba de 6990 yenes. Unos 50€. El tema es que aún estando en Japón no dejé de visitar a mis vendedores favoritos en eBay, y una de las compras fue precisamente ese juego. El precio, tras subasta fue de 24€. Menos de la mitad y te lo dejan en la puerta de casa. No es oro todo lo que reluce. Como alguna Super Famicom que veréis por ahí, en las fotos que saldrán. Suelta, amarillenta. Más de 50 euros. Y en Mandarake Galaxy, una tienda con precios que diremos que eran “de mercado”. Para precios así no hace falta ir a Japón, podéis acercaros al Cash Converters más cercano. Y con suerte, la encontraréis más barata.

Una vez terminadas las consideraciones iniciales y la introducción, seguiremos con el itinerario, en el que incluiré tanto las referencias turísticas como las de compra de maquinitas. Espero que lo disfrutéis y que podáis sacar alguna información útil de todo lo que viene. Es fruto de mi experiencia personal – y me apetece mucho compartirlo con vosotros, de una forma más ordenada que en mi Twitter en esos días tan intensos. En la segunda parte comentaremos la primera semana. Y vienen fotos; muchas fotos.

Resumen del viaje y repaso de tiendas.

Ya estáis listos. A la chicha, ahora sí.

8月15日

Al viajar hacia el este, sales el 14 pero llegas el 15. Son 18 horas de vuelo, pero técnicamente tardas 25 horas en llegar. Además, las gestiones desde el aeropuerto se acumulan: comprar el primer billete para llegar a Tokyo, entre trenes express, locales y rápidos, obtener el Japan Rail Pass verdadero, encontrar el hotel. Nada fue muy problemático, pero todo es tiempo. Los Seven Eleven son la salvación. Abren 24 horas, tienen de todo e incluso tienen microondas para calentar la comida que compres. Es como tu segunda casa. Tras tanto viaje, solo apetece dormir. Una buena dormida y cero jet lag. Todo es gestionar los tiempos de sueño, de verdad.

Ah, y los baños. Esos baños son el séptimo cielo, con chorrito incluido.

8月16日

Primer día, inmersión total.

 

Harajuku - Shibuya - Shinjuku

Harajuku – Shibuya – Shinjuku

Meiji Jingū

Meiji Jingū

Nuestra decisión, hacer el eje de Tokyo, Harajuku – Shibuya – Shinjuku. Empezamos por el Meiji Shrine para luego transitar por Harajuku (hay mucha menos gente “disfrazada” de lo que dicen las leyendas). Callejeros Vagamundos ha hecho mucho daño. Aquí, Kiddy Land es muy recomendable. Luego andamos hasta Shibuya, donde saludamos a Hachikō. Los ruidos, luces y el cruce son espectaculares. En Shibuya hay una Tokyu Hands (tienda de manualidades) espectacular, y un Book-Off pequeñito, que marco en el mapa siguiente. Es una buena primera toma de contacto, para familiarizarse con el sistema de ordenación y demás, pero no encontré gran cosa. Un Metroid de los classics para GBA en una de esas ediciones tan bonitas y un Valkyria Chronicles 3 – que estaba jugando con el parche en inglés en la PSP. 950¥ cada uno, casi 7€. Había que romper el hielo.

El primer Book-Off - Shibuya

El primer Book-Off – Shibuya

Shibuya Crossing

Shibuya Crossing

La otra recomendación aquí es gastronómica y os hablo de un sitio llamado Genki Sushi. Un sitio de estos que llevas en la cabeza. Te sientas y tienes una pantalla enfrente, pides un máximo de tres artículos cada vez y te llega automáticamente por un carrilete. Coges el plato y a comer. Tantas veces como quieras. ¿Coste de Sushi hasta petar? 2000¥ para dos personas de ticket medio. Sí, 14/15€. 7,5 por persona. En el centro de Tokyo. Y todo Japón es así, lo prometo.

Genki Sushi

Genki Sushi

Con la Yamanote line se llega fácilmente a Shinjuku, dónde pasamos la tarde. Llovió un poco – con esa humedad y calor no es de extrañar – pero esto no impidió pasar por el ayuntamiento y su mirador, varias tiendas de la zona – entre ellas, los famosos Uniqlo, el Zara a la japonesa. Hay otro Book-Off interesante en una de las calles principales, ocupando tres o cuatro plantas de uno de los edificios. Lamentablemente, la zona de Old Soft no existe; es un montón de cartuchos mal organizado en un rincón. Hay cosas interesantes si buscas gangas en cartucho – pero no mucho más. El resultado fueron un par de cartuchos de Famicom a menos de 3,5€ y dos Grand Knights History a 250¥ cada uno, 1,5€. Estábamos solo calentando y teníamos Akihabara en la agenda para el domingo. Que fuese un fiasco es otra historia.

Book-Off en Shinjuku

Book-Off en Shinjuku

Notad que en el mapa aparece otro Book-Off. A ese no iría hasta el final, a la vuelta a Tokyo. Tampoco encontré nada, dicho sea de paso. Cenamos en otra cadena con cierta gracia, el Curry House CoCo. Un plato muy típico de Tokyo y, de nuevo, 2000¥ para dos. Este sería el precio estándar que nos acompañaría el resto del viaje, salvo contadísimas (y planificadas) excepciones.

8月17日

El domingo 17 estaba llamado a ser un día muy grande. Y no lo fue tanto. Pero vayamos por orden. Mañana en Asakusa, la zona del hotel – y parte más antigua de Tokyo, donde se conserva cierto ambiente más tradicional. Visita obligada al Sensō-ji, el templo más antiguo de la ciudad – y característico por su farolillo rojo gigante. La versión japonesa de Super Bonk (Chō Genjin) empieza justo allí. Es muy bonito. Alrededor hay miles de tiendas y de sitios para comer. Ramen en un sitio aleatorio fue la elección, que se quedó incluso por debajo de esos 2000 yenes.

Senso-ji

Senso-ji

Por la tarde, otro gallo cantaría. Objetivo, el núcleo del vicio en Tokyo. Akihabara. Pero antes, parada técnica en un sitio ligeramente más alejado, Nakano. Allí está Nakano Broadway, con múltiples tiendas de Mandarake – una de ellas dedicadas a los juegos y de la que me habían hablado muy bien. Mis respetos pero… bah.

La tienda en concreto se llama Mandarake Galaxy. Si no recuerdo mal, está en la segunda planta de Nakano Broadway. Recordad, segunda planta en Japón es nuestra primera planta. Para ellos, la planta baja es la 1. Una selección excepcional, eso es cierto. Los títulos de relleno están reducidos al mínimo. Tan espectacular es su selección como sus precios. Es una tienda muy cara. Lo podréis ver vosotros mismos en las fotos que hice. Es cierto que es ver esas estanterías de PC Engine y ponerse contento. Pero los juegos de Famicom en caja son más caros que comprados por eBay – al menos, con paciencia. Mi ejemplo más crítico es una Super Famicom que se puede apreciar en las fotos, sin caja, por 7500¥. 55€ del ala, para un elemento que podemos comprar en tiendas online o incluso en algún Book-Off completa por tres veces menos. Neo-Geo AES, dolor a la vista. Hasta las Game & Watch más comunes podrían salirnos más baratas en eBay España. Fijaros lo que acabo de decir. eBay. España. Frustración in crescendo. Otras cosas – como MSX – podrían estar a precio de subasta. Pero eso no es lo que esperas al viajar allí. Esperas un precio mejor. Y no.

 

Famicom completos en Mandarake Galaxy

Famicom completos en Mandarake Galaxy

Famicom completo a cifras con muchas cifras. Cinco son demasiadas.

Famicom completo a cifras con muchas cifras. Cinco son demasiadas.

Cartuchos de Famicom en Mandarake Galaxy

Cartuchos de Famicom en Mandarake Galaxy

PC Engine y PC-FX en Mandarake Galaxy

PC Engine y PC-FX en Mandarake Galaxy

G&W a precios... populares.

G&W a precios… populares.

Algunas consolas. La Super Famicom que comentaba antes.

Algunas consolas. La Super Famicom que comentaba antes.

Poco compré. Un Okami HD (versión física) que incluye inglés y me costó 2200¥, 16€. Algunos juegos baratos de PC Engine (como Vasteel, 400¥, 3€) y de Virtual Boy (V-Tetris, 500¥). Final Fantasy IV y V de Super Famicom por menos de 1000¥. Y un Yo-Kai Watch, sin duda el juego de moda en Japón (acababa de salir el 2). Incluso de segunda mano y con el segundo en el mercado, costaba 2300¥ – y fue el más barato que encontré con diferencia. Nada más en ese mar de joyas. Pero quedaban muchos días por delante.

Akihabara en domingo.

Akihabara en domingo.

Akihabara en domingo es divertido. Chuo Dori, la calle principal, está cortada y se puede andar por el medio. Lleno de gente, la esencia de Tokyo. Varios puntos de interés. Es una locura, vaya, pero nos vamos a centrar.

Akihabara

Akihabara

1. Super Potato. Caro, mal, bastante material pero vamos, CoreGrafx a 12800¥ (unos 95€) sueltas y sucias es algo que se sale incluso de eBay + envío. La definición de Tourist Trap la encontraréis escrita en sus estanterías. Y sí, hay mucho turista, el sitio en el que más.

2. Mandarake. Ocho plantas de libros, comics, juegos y figuras. De hecho, los juegos solo ocupan una, la sexta. Aquí encontré un Vib-Ripple, de Masaya Matsuura, por solo 500¥. Pero tras una hora de dar vueltas. Nada más que fuese a un precio decente. Lo prometo. Cualquier cosa con el nombre Rockman se iba de ceros. Por internet se podía leer que tenían una colección interesante de ediciones especiales de portátiles. Nada.

3. Trader. Hay múltiples y todos son una locura. No compré nada allí, supongo que os bastará saberlo, pero al igual es un buen sitio para buscar títulos más exclusivamente japoneses. No del tipo de exclusivos que buscaba yo, sino más bien títulos que provengan de un manga, anime o similar, porque lo tenían todo muy íntimamente relacionado.

4. Retrofriends. Tras un cartel descolorido en unas ventanas y unas escaleras de un edificio de viviendas se esconde el único rincón decente de Akihabara. Es el sitio dónde más compré en Tokyo, aunque no el que más en Japón. Uno de mis objetivos era el Gyro para ROB, que encontré allí, nuevo, por 4000¥ (29€). Excelente. Luego algunos cartuchos de Mega Man (solo me faltaban los X de GBC, que son malillos pero ya sabéis). Y el primer Bonk para PC Engine, que me salió por unos 20€. Muchos precios siguen en las fotos, que dejé adrede para vuestra referencia. En Retrofriends, además, había algunas consolas en caja a precios decentes. Virtual Boy, por ejemplo. Casi hablamos de gangas (algo más de 110€ una con la caja muy descolorida y unos 160€ una en buen estado), pero ya sabéis, hay que cargarlo en la maleta y es frágil. La tienda tiene también una buena selección de MSX y excelente de Famicom, pero no hay nada (o casi nada) más nuevo que Sega Saturn. Muy recomendable, igualmente. Precios aceptables, aunque seguramente los mejores de la zona.

5. Retrogame. No fui ese domingo, pero sí a la vuelta. Porque volví a Akiba. Gran selección, precios proporcionales al hecho de estar en el medio de Chuo Dori. Carísimo. Prohibitivo en algunos casos. Aunque nunca se sabe lo que uno puede encontrar hurgando por ahí. En mi caso, nada.

Tras este cartel que se cae se esconde Retrofriends.

Tras este cartel que se cae se esconde Retrofriends.

Retrofriends - Algunas consolas en caja a buen precio. Preciosidades, vaya.

Retrofriends – Algunas consolas en caja a buen precio. Preciosidades, vaya.

Retrofriends - Un poco de MSX.

Retrofriends – Un poco de MSX.

El Gyro que me faltaba, nuevo. :___)

Retrofriends – El Gyro que me faltaba, nuevo. :___)

Super Potato - PC Engine CoreGrafx sueltas por casi 100€. Carillo.

Super Potato – PC Engine CoreGrafx sueltas por casi 100€. Carillo.

Cerca de Super Potato también encontramos la tienda de Kotobukiya. Es interesante la cantidad de figuras que tienen y no solo de su marca. Allí compré un Solid Snake para mi hermano (de Revoltech) y un Blues (o Protoman) para montar. De nuevo, las figuras complicado – ocupan mucho y mucho aire en sus cajas. Para tenerlo en cuenta. En otros centros comerciales en los que entramos, aunque ya estábamos muy cansados, encontré aberraciones como la siguiente figura de Mega Man de Bandai a 9999¥. 70€. Exactamente esa misma figura me costó 35€ en Madrid. Así que cuidado y paciencia, compañeros.

Kotobukiya - Blues (Proto Man para los amigos)

Kotobukiya – Blues (Proto Man para los amigos)

Manos arriba, esto es un atraco.

Manos arriba, esto es un atraco.

El resumen es, Akihabara es peligroso. A mi modo de ver, perdí parte del tiempo que podría haber dedicado en otros lados mucho mejores. Es otra experiencia y no se puede pasar por Japón e ir a comprar videojuegos sin pasar por allí, pero muy probablemente no sea el sitio en el que gastéis más dinero. Malgastéis, quizás. Pero nada más. Gran decepción.

8月18日

Lunes y primer gran movimiento. Salimos de Tokyo para ir a Kyoto. Por la mañana aproveché para mandar los primeros paquetes, puesto que no iba a moverme por Japón con un montón de cajas en la maleta. Tres paquetes más tarde – con figuras, Gyro y prácticamente todos los juegos – me iba de vacío hacia el suroeste de la isla. Qué descanso.

 

En Correos.

En Correos.

Tokyo-Kyoto se hace en aproximadamente dos horas y media, tres si sumamos el tiempo de puerta a puerta. Kyoto es probablemente la ciudad más bonita en la que estuvimos. Cien por cien recomendable, un día más siempre es bueno en la antigua capital del país. Hay que ser selectivo con los templos – hay tantos que podemos saturarnos – pero es una ciudad accesible. Toda la tarde la dedicamos a andar por el centro: Nishiki Market, Gion, etc. Y como en todos los lados, hay algún Book-Off que te encuentras por el camino. En este caso, uno bien céntrico, justo antes del puente que lleva a Gion. Alguna cosilla cayó, como veréis en las fotos. Por cierto, ¿soy el único sorprendido por el precio medio de las PS2 Slim, que eran muy comunes pero estaban entre 50 – si no funcionaba – y 110€? Sin caja, eh. Iba con la idea de traer una porque las esperaba, no sé, regaladas. Pero 110€… ¿en serio? ¿Hay algo oculto que no sepa?

Ubicación del primer Book-Off en Kyoto. Hay otro cercano, al norte, siguiendo el río.

Ubicación del primer Book-Off en Kyoto. Hay otro cercano, al norte, siguiendo el río.

Ejemplo de sección Old Soft en Book-Off (Kyoto).

Ejemplo de sección Old Soft en Book-Off (Kyoto).

En Kyoto también se come de maravilla. Vayáis dónde vayáis. Cerca del hotel había varios sitios interesantes. No os daré muchas pistas… porque la verdad, os metáis dónde os metáis, acertaréis. Precio estándar, 2000¥ para dos. Y delicioso. とてもおいしいです!

8月19日

Día de excursión. Nara queda a, más o menos, una hora de Kyoto, con multitud de trenes y opciones de conexión. Y ese día era el día. El de morir abrasado. Más de 35 grados con más de 80% de humedad. Las líneas de sudor seco, blancas ellas, se acumulaban al estilo cebra en nuestras camisetas. Eso sí, la zona del parque de Nara tiene algunos de los templos y rincones más espectaculares de todo Japón, con el Tōdai-ji a la cabeza. El buda interior más grande del mundo no decepciona. Un paseo de unos seis kilómetros nos llevará a dar la vuelta al parque. De vuelta a la estación paramos a comer en un sitio local, con un menú de tempura. No sé qué eran la mitad de las cosas rebozadas, pero estaban tan ricas que ni me importa.

Ruta aproximada por Nara

Ruta aproximada por Nara

Todai-ji - De lo más imponente que he visto en mi vida.

Todai-ji – De lo más imponente que he visto en mi vida.

Un poco de Tempura con los acompañamientos habituales.

Un poco de Tempura con los acompañamientos habituales.

A la vuelta de Nara, parada en Uji, famoso por el té. Y qué helados tan deliciosos. Allí descubrí el Hōjicha, té verde torrefacto, del que ya no me he separado.

Helados de Té - Matcha y Houjicha

Helados de Té – Matcha y Houjicha

Por último, Fushimi Inari. Siempre es uno de los sitios más recordados por los visitantes, más especiales. Sed valientes y subid hasta la cima. Es impagable.

Fushimi Inari

Fushimi Inari

8月20日

Día de pareja, para qué no decirlo. Kurama y Kibune son dos pueblecitos de valle, situados en la zona montañosa al norte de Kyoto. No puedo hacer más que recomendarlo. Kurama tiene un onsen pequeñito, muy acogedor, en el que me quedé temporalmente solo y pude hacer algunas fotos. Kibune, por su lado, tiene una peculiaridad y son las plataformas en las que se puede comer encima del río en verano. Es un ambiente muy especial – y si se acompaña de un Kaiseki Ryori (un menú con múltiples platos de temporada y distintos estilos) aún mejor. Es caro y se llena de reservas, eso sí, estamos hablando de una horquilla entre 5000 y más de 10000¥ por persona. Es mucho más que la media que gastaremos durante el viaje pero es una ocasión única para disfrutar de la alta cocina japonesa.

Plataformas sobre el río en Kibune.

Plataformas sobre el río en Kibune.

Kaiseki Ryori

Kaiseki Ryori

Kurama Onsen

Kurama Onsen

A la vuelta, una muy corta parada en otro Book-Off en Kyoto, justo encima de la estación de Sanjo. Más de lo mismo, mucho del estilo del otro en Kyoto. Sin compras destacables, dos comunes de Famicom y dos de Neo-Geo CD a 250¥ la unidad.

8月21日

El día de oro – y sin pensarlo ni esperarlo. Por la mañana, salimos muy temprano en el primer tren en dirección a Hiroshima. Dos horas y media después, allí nos plantamos. Hay un bus que hace la vuelta y entra en el JRP. Paradas obligatorias en el Atomic Bomb Dome (Genbaku Dome) – pelos como escarpias solo de pensarlo – y el parque de la paz, con su correspondiente museo. Contemplar la estupidez y crueldad humana nos dejó cabizbajos durante buena parte del día. 200.000 muertos directos y destrucción total a 2km a la redonda. Sin palabras. Mención especial al museo, cuya entrada cuesta unos míseros 50 yenes y que se centra en hacer una apología de la paz. Ni los propios japoneses salen bien parados – y se agradece. El cúmulo de circunstancias que llevaron al vuelo del Enola Gay sobre Hiroshima es chocante. Somos tan poca cosa y las decisiones, tan aleatorias, de unos pocos, nos pueden hacer tanto daño…

Genbaku Dome

Genbaku Dome

Okonomiyaki

Okonomiyaki

Tras degustar el Okonomiyaki – una delicia – nos fuimos de nuevo a coger un tren para acercarnos al puerto de donde sale el ferry que lleva a Miyajima. Esa isla maravillosa. La suerte fue el buen tiempo. El torii “flotante” que la hace famosa es espectacular, brillante. Llegamos con marea baja – que permite acercarse a la base – y nos fuimos, previo paseo, con marea camino de ser alta, que da la sensación de que la puerta flote.

Miyajima - Torii Gate

Miyajima – Torii Gate

La vuelta a Hiroshima, tranquila, sin prisas. Nuestro hotel de ese día se encontraba justo en el centro, porque ese día nos quedábamos allí. El destino hizo que un Book-Off Bazaar se ubicase justo detrás del hotel, en la calle principal de Hiroshima. Entré un momento, justo antes de ir a buscar sitio para cenar. Me maravilló. Las fotos hablan por sí solas, y fueron de las más comentadas en Twitter en su día. Una lástima no haber podido coger más cosas, pero uno siempre tiene límites, por un lado o por otro. Fue tal el impacto que necesitaba tiempo, así que Cristina se ofreció para dar tranquilamente un paseo por Hondori – la calle cubierta comercial principal – mientras yo me tomaba mi tiempo. Y es que me había puesto nervioso. Muy nervioso. A lo lejos intuía una caja de cartón. Parecía una Neo-Geo CDZ. Me acerqué y se le parecía cada vez más. Lo era. Pensé, esto va a ser carísimo. Y no.

Neo-Geo CDZ

Neo-Geo CDZ

13.000¥. 95 euros. Algo tenía que fallar. Pregunté al dependiente.  それは機能しますか。¿Funciona? Se va a preguntar y me dice que sí. Siguiente pregunta, ¿está completa? Vuelve a preguntar y dice que sí, que コンプリート, konpurito. Yo no me lo termino de creer, pero que me la llevo, junto con otras cosillas, detalles sin importancia al lado de dicho tesoro. Pensé que tenía el hotel al lado; podía abrirla y devolverla si detectaba el más mínimo problema. Iluso. Esa consola era nueva. Los cables tenían incluso la grapa en la bolsa de plástico. Ni un rasguño en la consola. No la devolvía ni loco.

Una Super Famicom completa al precio que debe estar. No pude comprarla, por espacio.

Una Super Famicom completa al precio que debe estar. No pude comprarla, por espacio.

Algunas comprillas, más en plan detallito.

Algunas comprillas, más en plan detallito. PC Engine a tope.

Los Book-Off son una lotería. Seguro que es ir un día y volver en un mes y la experiencia es completamente distinta. Pero lo que me quedó claro es que en Hiroshima debería haber dedicado más tiempo a las compras – compras que prácticamente ni consideraba. Me han dicho que hay varios sitios que son buenos para el retro. Quizás solo hay una cosa de la que me pueda arrepentir en este viaje y no fue una compra descartada. Fue, simplemente, no tener más tiempo en Hiroshima – la ciudad en la que el tiempo se detuvo una vez.

Mapa del centro de Hiroshima y su Book-Off

Mapa del centro de Hiroshima y su Book-Off

8月22日

Viernes 22, otra vez nos levantamos temprano. Fui a comprobar que estuviese la CDZ; todavía había el riesgo que todo hubiese sido un sueño. Pero no, allí seguía. Y empezaban los problemas técnicos. Llovía abundantemente en Hiroshima, antes de las 7 de la mañana y sin paraguas. Ah, y con bolsas y cajas, y solo una mochila (las maletas, a salvo en Kyoto). La lluvia nos dio un pequeño respiro que aprovechamos para coger el tranvía – Hiroshima es ciudad de tranvías – y llegar a la estación. Caja de Bento al canto y dirección Kyoto, con parada en Osaka.

Osaka y yo con tanta caja. Pero los japoneses tienen algunas cosas muy bien pensadas, y una de ellas son las estaciones. Por 300¥ puedes alquilar una taquilla, un coin locker, dónde dejar todo lo que quieras durante el día. Y allí se quedó todo. Disfruté de Osaka sin llevar nada a cuestas. Hubiese muerto de llevar la CDZ encima.

 

Osaka

Osaka

Osaka es una ciudad que quizás sea incluso más urbana que Tokyo. Puede que me pase, pero la extensión comercial es simplemente exagerada. Vimos más movimiento, más gente, más consumismo que en ningún otro lado. Comimos Takoyaki – bolas de pulpo – tal y como manda la costumbre. Hicimos compras en Don Quijote – ¿de qué? ¡de todo! – y nos paseamos por Nipponbashi. Y, lógicamente, llegó el momento de Den Den Town.

Volví a ir solo – la zona no es precisamente amigable para quién no esté interesado en electrónica. Aquí, la planificación no fue la mejor, y parte de la culpa la tiene Game Tanteidan.

 

Mapa de Den Den Town, Osaka

Mapa de Den Den Town, Osaka

Estas son las tiendas destacadas de Den Den Town. La mayoría, concentradas en Ebisucho. La primera sorpresa, Super Potato se traspasa. No tenía tiempo que perder, pero más tarde supe que se había trasladado. Me han dicho también que la de Osaka está bastante mejor que la de Akiba. No lo sé – no lo pude comprobar. Pero tras la experiencia en Akiba no pensaba perder un segundo para buscarla. Game Tanteidan me esperaba justo enfrente. Y allí pasé dos horas y media y me hubiese podido estar otras tantas.

Precios populares, eh.

Precios populares en vitrina, eh.

Una buena selección. La baba que se cae.

Una buena selección. La baba que se cae.

En vitrina, PC Engine selecto y caro.

En vitrina, PC Engine selecto y caro.

Una de las consolas de esta vitrina se vendría conmigo.

Una de las consolas de esta vitrina se vendría conmigo.

Super Famicom en Game Tanteidan

Super Famicom en Game Tanteidan

PC Engine en Game Tanteidan

PC Engine en Game Tanteidan

También había alguna cosa de Neo-Geo AES y CD

También había alguna cosa de Neo-Geo AES y CD

Esa Neo-Geo CDZ me alegró un poco el día. 25.000 yenes suelta.

Esa Neo-Geo CDZ me alegró un poco el día. 25.000 yenes suelta. Ojo al precio de la PSX – más de 50 euros.

GG-White, una delícia para la vista.

GG-White, una delícia para la vista.

Quizás la mejor selección y variedad la encontré en dicha tienda. No los mejores precios pero ojo, en este caso al menos eran aceptables, razonables. Alguna ganga, quizás también, aunque solo fuese comparativamente. Por ejemplo, el Densha de GO! Portable de la Yamanote me costó unos 40€. Es barato por lo que se suele pagar en eBay o en el resto de tiendas que visitamos, pero me sigue pareciendo un precio alto. La Game Boy Light me costó 7000¥, 50€. En perfecto estado y la pude probar allí mismo, con un dependiente que no hablaba ni pizca – ni pizca – de inglés pero que al menos estaba muy dispuesto a ayudarme. De nuevo, es un precio razonable pero no mejor de lo que uno puede encontrar, con paciencia, en eBay. Y te la mandan a la puerta de casa, me explico. En Neo-Geo CD sí encontré algunos regalos – para regalar, de hecho – alguna cosilla de AES – muy común – y también tenían MSX. La Super Game Boy 2 la compré porque soluciona los errores de la primera, aunque luego llegué a verla unos 500¥ más barata en otros sitios. El mando de Super Game Boy siempre me había llamado la atención. Y por lo demás, algunos detalles, como el Shubibinman 2 que faltaba en mi lineup de PC Engine. Dejé todas las etiquetas, así se ven los precios.

Famicom 3D System

Famicom 3D System

Neo-Geo CD regalado.

Neo-Geo CD regalado.

Game Boy Light

Game Boy Light

Super Game Boy

Super Game Boy

Sweet Home

Sweet Home

El tiempo se me agotaba e incluso empezaba a llover, así que me volví al encuentro de Cristina. Dimos una última vuelta por Nipponbashi – dónde encontramos otro Book-Off dentro de las callejuelas cubiertas. No es difícil de localizar en Google Maps y, de hecho, si vais os lo encontraréis seguro. Las víctimas de la visita rápida fueron diversas; PC Engine, Neo-Geo CD, un Tetris de Game Boy abandonado y un Outrun envuelto para regalo. Bueno, sin envolver, pero ya tenía el futuro dueño en mente. De hecho, en todo el viaje mantuve los encargos muy altos en la lista, pero la verdad es que tanto mi lista como la de los encargos eran listas altamente exigentes. Nunca habría pensado que podríamos haber seleccionado tantas delicatesen juntas. Así que la suerte era escasa en este sentido. Finalmente, vuelta a Kyoto. Lluvia a cántaros y sin paraguas… hasta que una pareja japonesa se paró y nos dio uno de sus paraguas, el del chico. Se me quedará marcado para siempre. Nos lo quisieron dar, pero tras seguirles tres manzanas hasta la puerta del hotel, en la misma dirección, le devolví el paraguas, con un sonoro 本当にありがとうございます。Muchas gracias, de verdad. Al día siguiente, compraríamos un paraguas.

8月23日

Otro día de paseo y sin retrocompras. Ese sábado lo aprovechamos para subir hasta Kanazawa, perla a menudo obviada. El Kenrokuen es uno de los jardines más bonitos del país, aunque es bien cierto que en verano es mucho menos espectacular. Apuesto que el otoño y la primavera potencian mucho mejor su esplendor. Los antiguos barrios de casas de té y samuráis nos transportan a otra época.

Kenrokuen - Kanazawa

Kenrokuen – Kanazawa

Higashi Chaya District

Higashi Chaya District

Por la tarde, vuelta a Kyoto, pero esta vez con parada en Sabae. Esta ciudad produce el 96% de las monturas de gafas de Japón y es, además, la primera que las hizo de titanio. ¿Este era el motivo de la visita? No. Allí vive un chico con el que he estado practicando japonés estos meses, y con el que sigo, Tatsu-san. Me dijo que podía contar con los dedos de una mano los extranjeros que había visto en Sabae. Nosotros éramos dos, así que marcamos la diferencia. Té, charla, cena, y vuelta.

8月24日

Por delante, dos días íntegramente dedicados a Kyoto. Por la mañana, visita al conocido popularmente como Kokedera. El templo del musgo. Es un templo un tanto especial, puesto que requiere pedir reserva con antelación. Para ello, hay que mandar una carta con una petición formal y la respuesta viene con la fecha y hora de admisión. Primero se participa en el ritual budista y más tarde se puede visitar el jardín, formado por decenas de tipos distintos de musgo, en una imagen sobrenatural.

Kokedera - Kyoto

Kokedera – Kyoto

Seguimos andando en dirección norte, hacia la zona de Arashiyama. Allí visitamos el bosque de bambú, en una zona rodeada de templos, uno al lado de otro. Otra visita espectacular. Lo terminamos cogiendo una pequeña línea de tren local, que nos lleva delante del Ninnaji, dónde comemos. Otra vez, menú con ramen frío. Curioso, por lo menos. La lluvia acechaba y se puso a llover desconsoladamente. Hasta el Kinkaku-ji, el templo de oro, cuya visión nos deja sin palabras.

Kinkaku-ji

Kinkaku-ji

A la vuelta de la esquina, un A-Too (エーツー). El cartel anticipa buenas vibraciones, pero por desgracia, el interior no es tan espectacular. Eso no significa que no haya cosillas interesantes, como un Rockman 3 completo a precio decente – por primera vez – un mando de PC Engine en caja que no puedo abandonar y una casi broma personal, el cartucho del Donkey Kong Jr. Math, que también tengo en NES de cuando mis padres me lo regalaron. Detalle interesante: en A-Too hacen una cosa muy bien y es que, aparte del orden habitual, las sagas más populares las encontramos juntas. Se acabó el buscar en distintos puntos los Biohazard. O los ChoroQ. Aquí están uno al lado del otro. Por saga. Arigato gozaimasu.

El primer A-Too

El primer A-Too

Un bonito mando para estrenar.

Un bonito mando para estrenar.

El juego de mi infancia.

El juego de mi infancia.

Hay otro A-Too. Muy cerca del centro y del primer Book-Off que vimos en Kyoto. Y, tengo que decirlo, con una variedad muy parecida a la de Game Tanteidan y precios muy razonables. Las compras no fueron muy abundantes, pero al menos me alegré de encontrar un Taiko no Tatsujin de PSP y un Front Mission de Wonderswan a unos 10 euros cada uno. Una visita recomendable, especialmente al segundo. Cabe añadir que la planta baja está íntegramente dedicada a figuras, mientras que la superior es la que tiene la chicha. Pero si buscáis ambas cosas, estáis de enhorabuena.

A-Too en Kyoto

A-Too en Kyoto

 

El segundo A-Too, más céntrico.

El segundo A-Too, más céntrico.

Estanterías de PS3 - A-Too Kyoto

Estanterías de PS3 – A-Too Kyoto

Cartuchos de MSX.

Cartuchos de MSX.

Solo sé de uno al que le vendieron una de estas. Y no está muy contento.

Solo sé de uno al que le vendieron una de estas. Y no está muy contento.

Precios excesivos en algunas cosas.

Precios excesivos en algunas cosas.

Hey, que no falten las vitrinas. Aquí ya duele, eh.

Hey, que no falten las vitrinas. Aquí ya duele, eh, aunque no son precios malos, tampoco.

Neo-Geo AES a buen precio.

Neo-Geo AES a buen precio.

Más cartuchos - A-Too Kyoto

Más cartuchos – A-Too Kyoto

HuCards - A-Too Kyoto

HuCards – A-Too Kyoto

Estanterías de PSP - A-Too Kyoto

Estanterías de PSP – A-Too Kyoto

8月25日

Seguimos visitando Kyoto, esta vez el este de arriba abajo. Se puede empezar por cualquier de los dos extremos, pero por la tarde nos esperaba una clase de cocina con Emi, una jubilada japonesa, al norte del Ginkaku-ji, así que empezamos por el Kyozumidera. Es un templo al que el verano parece sentarle mal. Entre la parte en reforma y la cantidad de gente, es probable que el otoño sea la mejor época para visitarlo. El Ginkaku-ji, o templo de plata, es mucho más austero y, en mi opinión, elegante. No dejéis de verlos, sea como sea.

Kyomizudera

Kyozumidera

Ginkaku-ji

Ginkaku-ji

La clase de cocina es lo más recomendado del día. Y de parte del viaje. Aprender a hacer la sopa base, la dashi soup, dango, a identificar distintas salsas de soja, miso, usos del sésamo, el mirin, el sake… nos abren un mundo de posibilidades que en muchos casos ni sabíamos que existían.

A cocinar nuestra cena.

A cocinar nuestra cena.

8月26日

Con la sensación de la cuenta atrás encima de nuestras cabezas, aprovechamos la mañana para hacer algunos envíos – en este caso, especialmente souvenirs (omiyage) para nuestras familias. Solo mandé una caja de material, con unos seis kilogramos que mediante SAL (Surface Air Lifted) costaron casi 50 euros de envío. El problema, el mismo de siempre, como sobrepeso en el equipaje hubiesen dolido incluso más. Decidimos aprovechar al máximo el día y para tal efecto, cogimos un shinkansen tempranero hacia Tokyo, de nuevo.

En Tokyo sufrimos un ataque de nostalgia que nos hizo volver a visitar parte de los rincones del primer día. Harajuku – esta vez, de tarde – y Shibuya – de noche -, con parada en Genki Sushi incluida.

El combustible se acababa, la lista de buscados se reducía y uno se volvía cada vez más selectivo. Así que, aunque volví al Book-Off de Shibuya, no encontré ni compré nada. De nuevo, si pasáis, nunca está de más entrar. Pero ese no es el lugar.

 

8月27日

Último día puramente turístico en Tokyo. Empezamos la mañana andando, desde Asakusa hasta Ueno, para visitar el famoso Zoo de Ueno, el más antiguo de Japón – conocido por sus osos panda. Nadie me había avisado que había CUATRO pandas en el Zoo de Madrid. Pero esa es otra historia. La entrada es realmente barata, unos cuatro euros, así que es una visita interesante en todo caso.

Hola, guapo.

Hola, guapo.

De camino nos habíamos cruzado con Kappabashi, la calle cocina. No estaba abierto tan temprano, con lo que regresamos tras visitar el Zoo. Kappabashi es una calle espectacular por sus tiendas. Mayoristas y minoristas de utensilios de cocina, platos, tazas, palillos y… comida de plástico. Sí, esas muestras omnipresentes en todos los restaurantes se fabrican principalmente aquí, y de forma relativamente artesana. Es tan realista como caro. Pero los utensilios no lo son. Así que aprovechamos y nos aprovisionamos de cucharas, boles, platitos y varias cosas más.

Comida de plástico en Kappabashi.

Comida de plástico en Kappabashi.

Prácticamente haciendo esquina entre Kappabashi y Asakusadori, se encuentra otro Book-Off. Ahí, casi de cara, me esperaba un Railfan, juego que visto lo visto, es incluso raro en Japón. Capricho personal, pagué, si no recuerdo mal, 4950¥, unos 35€. En eBay cuesta el doble, así que no me lo pensé demasiado. Tras dar varias vueltas a la misma estantería y no ver nada de Famicom, pregunté al dependiente si tenían juegos antiguos. La respuesta fue no. Así que ese Book-Off lo consideraré candidato a ser obviado en caso que lo que busquéis sea retro.

Railfan

Railfan

Por la tarde, Odaiba. Una isla artificial, gigantesca, en medio de la bahía de Tokyo. Empezada a mediados del siglo XIX con fines defensivos, se ha terminado convirtiendo en un districto puramente comercial y de ocio. A lo grande. Llegamos a bordo de una línea de tren sin conductor. Odaiba tiene cuatro grandes centros comerciales organizados en un cuadrado consumista sin igual. Eso sí, las vistas a la bahía son inigualables. Una vez hubo una Capcom Store en uno de esos centros. Una vez. Ya no quedan ni los recuerdos. Al menos queda un Gundam gigante, al estilo del Mazinger Z de Tarragona.

Gundam en Odaiba

Gundam en Odaiba

Bahía de Tokyo

Bahía de Tokyo

8月28日

En la mente tenemos claro que es nuestro último día. Técnicamente mañana seguiremos en Tokyo, pero será solo para llegar a Narita. Y volar. Así que es momento de atar cabos, de repasar algunos puntos que se habían quedado sin visita, así como cerrar un par de temas pendientes. El primero, comprar una Nintendo 3DS LL (XL en occidente). Tanto por el hecho que me permita jugar a los juegos exclusivos que me interesan como para acceder a la eShop japonesa. Y, al ser compatible con todos los juegos de NDS, no deja de ser un “upgrade” a mi cascada Nintendo DS Lite.

Pensando que en el Yamada Denki (una de las cadenas de electrónica) de Akihabara la encontraría – la había visto el día antes en Shibuya a buen precio mientras comparaba – me dirigí hacia allí. Pero nada. Es increíble pero el Yamada Denki de Akihabara… no tiene sección de ゲーム. Nada de juegos. Así que aproveché para dirigirme al Book-Off de Akihabara, con grandes esperanzas; al fin y al cabo, es la Meca. Pues nada, chasco total. Strike 2 del día. Nunca sabes lo que vas a encontrar en ningún lado, así que no desaconsejaré pasar por ahí – al fin y al cabo, está justo al ladito de la estación – pero maldita sea.

Así que, como todavía era temprano y el resto de Akiba estaba cerrado, me dirigí a Ueno, que con la Yamanote y el Japan Rail Pass era como ir de paseo. En Ueno sí encontré un Yodobashi Camera (otro de los grandes de la electrónica) dónde terminé comprando la Nintendo 3DS. Y, de pasada, el Gyakuten Saiban 123 (o lo que es lo mismo, la trilogía reeditada de Phoenix Wright). Lo que os contaba antes, su precio, 3400¥. 400¥ más caro que de segunda mano. Así que, para el caso, mejor nuevo. Que no me olvide, la 3DS costaba 18.000¥, que al cambio son unos 130€. Compensa, ¿cierto? Además, la campaña japonesa con la 3DS LL era que, de julio a septiembre, con la compra de una 3DS LL te regalaban un juego descargable. Así que, Kirby también bajó a la tierra.

 

3DS LL

3DS LL

Ueno tiene un Book-Off que había visto el día anterior pero al que no había llegado. Esta vez me acerqué y otro fiasco. Ya llevaba tres ese día. La lluvia empezaba a caer con ganas y no presagiaba nada bueno. Entendía que Tokyo estuviese triste con nuestra partida, pero no hacía falta exagerar. Strike 3. La cosa estaba para cerrar el chiringuito.

Pero oigan, que todavía debían ser las once o doce de la mañana. El día era joven. Así que de vuelta a Akihabara a pasear por la parte hardcore. Mientras Cristina visitaba la tienda de Don Quijote, llena hasta la bandera, un servidor iba a dar el último adiós al barrio. Mi objetivo era volver a Retrofriends. Una decisión que se demostraría muy acertada. Aunque de camino, paré en una tienda que me llamó la atención, Retrogame. De esta hablé anteriormente, pero aquí os dejo las fotos. Por si alguien se atreve. Gran selección, precios fatales.

 

Retrogame

Retrogame

Cartuchos en Retrogame

Cartuchos en Retrogame

PC Engine y FDS en Retrogame

PC Engine y FDS en Retrogame

Harto de perder el tiempo, me fui al valor seguro. Retrofriends. En ese momento no lo sabía, pero esa compra sería la última que haría en Japón. Allí encontré varias cosas que me hicieron feliz. Una de ellas, un Kirby 3 en perfecto estado que me costó lo suyo, unos 32€, pero bien los vale. Sin ser una ganga, repito. Y tras coger algunas cosillas de Famicom – Adventures of Lolo y Metal Gear – vino la aparición. La revelación. Había un juego que llevaba buscando desde el primer día. Un detallito. El único juego – más bien dicho, la única versión – que me faltaba del maestro. El primer juego de Matsuno, Matendouji. De Quest. Que llegó a USA como Conquest of the Crystal Palace pero con modificaciones estéticas. En mi último repaso busqué la MA en un cajón. Y BUM. Allí estaba. 500¥. 3,5€. La vida me daba una señal y era que ese era el final. Matsuno al completo y mí última compra. Si pudiese volver a ese momento, lloraría. Pero en realidad, todavía tenía esperanzas.

El otro Gyro seguía allí. Cositas de FM-Towns, aunque caras.

El otro Gyro seguía allí. Cositas de FM-Towns, aunque caras.

Estanterías de cartuchos ordenados. Luego tienen otras de apilados.

Estanterías de cartuchos ordenados. Luego tienen otras de apilados.

Hoshi no Kābī Surī

Hoshi no Kābī Surī

Matendouji

Matendouji

En la vuelta a Shinjuku dónde pasaríamos la tarde – no se nos ocurría mejor forma de cerrar el viaje que como lo empezamos – me permití el lujo de repetir en su Book-Off y acercarme a otro cercano a la estación antes de cenar. En el primero de ellos, todo lo que pude hacer fue ordenar cartuchos de Super Famicom. Muy decentes, sí señor, pero entre los que ya tenía y los que prefería en caja, allí se quedaron. En el segundo, nada de nada. Recuerdo un Super Mario Bros 3 de Famicom en caja por unos 14€ que hubiese cogido si no fuese porque estaba destrozado. Y vi, de nuevo, los Game Center CX que tanto me hubiese gustado comprar. Pero sus precios me parecieron excesivos. Con una cena en Curry House CoCo – cerrando el círculo de nuevo – se terminó todo.

Orden en la caja.

Orden en la caja.

CurryHouse CoCo

CurryHouse CoCo

8月29日

Vuelta. Pues eso, muchas horas y tal. Pero las maletas no se perdieron, la conexión nos esperó, y llegamos en tiempo a Madrid. En el avión me pasé varias misiones de Valkyria Chronicles 3 y Cave Story entero. Que me lo había puesto en la PSP Go a sugerencia del máster. Muy recomendable. Aunque no os metáis en la final cave. Esa duele.

Lo que hacen las chicas por la tarde en Shinjuku. ¡Me apunto! ¡Taiko no Tatsujin!

Lo que hacen las chicas por la tarde en Shinjuku. ¡Me apunto! ¡Taiko no Tatsujin!

Marçal Mora

Ingeniero Industrial e Informático, apasionado de las maquinitas por vocación. Volvió a nacer cuando le regalaron una NES. Le gustaría ser Mega Man. Cree en los videojuegos como herramienta de aprendizaje. Le gusta escribir casi tanto como divulgar en Retromaquinitas.com.

  1. Felix

    Excelente redacción la leei completa me sentí como si estuviera recorriendo japón aunque no soy muy retro en los videojuegos, espero algún día poder visitar japón como tu.

    saludos.

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  2. WarLord

    Me gusto mucho el artículo aunque el reto no lo domino mucho.
    Me ha impresionado todo lo que e leído, el día que acabe la carrera quiero ir Japón(aun me falta un año) pero lo que me gusta menos es todo el tema de la globalización, no se si actualmente a perdido su personalidad de como era hace 20 años para parecerse cada vez mas al resto de países…

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